Tras haber hecho el amor con él, salí de la habitación para irme hacia el baño.
Mientras me duchaba planeaba cómo vestrime para la cena de hoy, en la cuál desconocía a la gran mayoría de la gente.
Tras ducharme y vestirme, me fui junto a él hacia nuestro auto y emprendimos camino al lugar en dónde hoy cambiaría todo.
Al llegar, nos adentramos al lugar. Saludé a cada uno de los que se encontraban en el lugar, pero entonces te vi.
Por unos segundos creí conocerte, pero no era así.
Tú también te quedaste mirándome, como si intentaras quemarme con tu mirada.
Me acerqué a ti y te saludé, al igual que a tu novia.
Les sonreí intentando ocultar aquella sensación extraña que sentía, pero tú te diste cuenta de mis intenciones.