Francia

“Hay momentos que por siempre quedarán en tu corazón, que al recordaros volverás a sonreír, momentos que vas a valorar siempre”

Después de las 10 horas de vuelo aterrizamos, y estaba demasiado feliz, tomé unas cuantas fotitos al momento de aterrizar, quería que ese momento quedara plasmado en unas cuantas fotos, porque estaba cumpliendo otro de mis sueños.
-¡Ahora si a disfrutar de este bello país!- Dije con bastante emoción y con una sonrisa difícil de quitar de mi rostro.
-Nos hace feliz verte feliz hija- Añadió mi mamá con una sonrisa, para luego darme un cálido abrazo, abrazo que te llena de tranquilidad el alma
Caminamos para poder ir por nuestras maletas, mi papá había recerbado unas habitaciones en el hotel Le bristol paris, que quedaba cerca de la torre Eiffel, o se aprecia de mejor manera, este era mi regalo por mis 18 años y en verdad estaba agradecida de que ellos aceptarán traerme acá.
Tomamos las maletas y fuimos a tomar el taxi que nos llevaría al hotel, para entonces yo ya iba habla y habla sin parar.
El taxi comenzó a avanzar y fue ahí cuando guarde silencio porque me puse mis audífonos para poder escuchar música, mientras admiradaba todo el bello paisaje de Francia, estaba tan contenta que es demasiado difícil que algo o alguien eliminé la sonrisa que tengo plasmada en mi rostro.
Veía como a las personas de acá les era tan normal ver diario todo, mientras que para mí es una maravilla lo que estoy viviendo, es raro, porque lo que para ti significa mucho para muchos significa nada.
Continuamos el camino, minutos después llegamos a nuestro destino, el hotel, y la emoción no bajaba si no que iba aumentando cada vez más, sentía que con el pasar de los segundos mi emoción iba subiendo.
-Buenas noches, sean bienvenidos al hotel Le bristol paris, esperamos que su estancia acá sea de lo más cómodo.
-Muchas gracias- contestamos todos de manera respetuosa y amable.
Seguimos caminando para pasar por las llaves de nuestra habitación, cada uno de mis hermanos estamos separados los únicos que están juntos son nuestros papás y estoy demasiado agradecida con eso pues no quería compartir cuarto con esos pedazos de gente.
Me dieron mi llave en esta ocasión casi no se notó mi emoción pero era la más feliz al tener esa llave en mi manos, significa que todo lo que habíamos planeado para el viaje está saliendo a la perfección.
El hotel constaba de 5 pisos, y las hábitos de nosotros se encontraban en el cuarto piso puesto que en el tercero había una alberca y un pequeño bar para poder pasar el rato, decidimos subir por el elevador aunque a mí me den un poco de miedo acepte.
Llegamos al cuarto piso y corrí directamente a buscar mi habitación la cual era la 150, la abrí y quedé sorprendida por la belleza de esa habitación, era una habitación enorme, demasiado bonita, con colores neutros, con una lámpara en el techo enorme, unas ventanas grandes lo cual la hacía lucir elegante, los colores lograban transmitir paz y tranquilidad lo cual me dió bastante felicidades, entre y me eche directo en la cama, mirando hacia arriba sin poder creer que unos de mis sueños de pequeña los había cumplido. Me pare y fui directo a los brazos de mis papás quienes me estaban viendo parados en la puerta.
-Muchas gracias por hacer esto realidad, los quiero mucho- Dije y para entonces mis lágrimas ya estaban saliendo, soy alguien demasiado sentimental y que llora con demasiada facilidad, está ocasión lo amerita y si lloro es por felicidad.
-No tienes que agradecer, hacemos todo lo posible para que tú y tus hermanos siempre estén felices y poco a poco ireles cumpliendo sus sueños.
-Los amo mucho.
-Tambien te amamos hija.
Sali de sus brazos para poder ir a recorrer cada centímetro de esa habitación, poder apreciarla mejor, llegué a la parte del tocador y lucía verdaderamente hermoso, la ducha ni hablar, todo era enorme, demasiado enorme para mí, estoy consiente que esta felicidad no me va a durar siempre así que tengo que aprovecharlo al maximo sin importar que, no voy a dejar que nadie destruya esta felicidad que siento.