CAPÍTULO 23

All of these lines across my face
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
If you've got no one to tell them to
It's true that I was made for you. //

Todas estas líneas que atraviesan mi cara
Te cuentan la historia de quién soy
Tantas historias de dónde he estado
Y cómo llegué a dónde estoy
Pero estas historias no significan nada
Si no tienes a nadie a quién contárselas
Es verdad, yo fui hecha para ti.

Sara Ramírez

 

Negué con la cabeza mientras escuchaba a Francesco hablar.

-Si de verdad pensaras eso, no me habrías engañado-. Dije, molesta por lo mucho que me afectaban sus palabras. Salí de la habitación y fui para el living. Ese era un territorio neutral para el combate que se venía a continuación. Lo dejaría hablar, explicarse. Ya que se había expuesto a una pulmonía, se merecía que lo escuchara. (¡Dios! ¿Qué me estaba pasando? ¿Desde cuándo era tan blandita?).

Francesco me siguió y se sentó en una punta del sofá, luego de mi indicación. Yo me senté en la otra punta. Necesitaba distancia física. Francesco provocaba debilidades en mí que quería evitar.

-¿Y bien?- dije, impaciente.

-¿Y bien qué?-

-Me pediste por favor que te dejara explicarte, pues hazlo. Prometo no decir nada hasta que termines-.

Me miró, temeroso y con los ojos húmedos. Respiró profundo y comenzó a hablar. Sabía que esta charla sería devastadora, pero quería que pasara. Necesitaba escucharlo.

-Tú sabes que siempre quise ser padre. Cuando me dijiste del embarazo de Estrella no podía ser más feliz. Tú eres mi vida, y esto era mucho más. Cuando la perdimos no supe qué hacer, cómo reaccionar. Entendí que tenía que ser fuerte para apoyarte. Yo soy su papá, pero tú la llevaste en tu vientre. Solo puedo imaginar el dolor que debe haber sido para ti. Y me prometí estar para ti, aunque me rechazaras.

Al principio fue muy difícil, no solo habíamos perdido a nuestra hija, yo te estaba perdiendo a ti. No me podía adaptar a la idea de no verte sonreír, de que no hablaras, que estuvieras llorando todo el tiempo, y además de todo no me quisieras junto a ti. Intenté acercarme de todas las maneras posibles, pero solo recibía frialdad y rechazo. Quiero que te quede claro que no estoy intentando justificar mis acciones, solo quiero que sepas qué pasó.

El tiempo fue pasando, y en lugar de mejorar, todo fue empeorando. Ni siquiera discutíamos, me habías echado de tu vida, de nuestra cama, de todo.

Para no estar en casa viviendo este infierno empecé a tomar más trabajos, y conocí a una clienta que me contrató para un servicio de soporte informático. Mientras duró la etapa de diagnóstico pasamos mucho tiempo juntos, trabajando. Pero poco a poco me di cuenta de que ella quería algo más.

Le dije que estaba casado y que no tenía interés, pero no puedo mentir, sí que me interesaba, y ella lo notó seguramente, porque no desistió.

¿Sabes lo que es que una persona atractiva te seduzca, te diga cosas hermosas, se te insinúe, te muestre cuánto le gustas? Y yo lo único que quería era que lo hicieras tú. No supe verte, no supe ver que me necesitabas, y no supe gestionar mi pérdida tampoco. Y caí. Te fui infiel. Te mentí y te engañé. Y créeme que me odio por ello, y odié cada momento desde que lo hice, incluso mientras lo hice, pero no pude parar, no pude evitarlo.

La noche que llegué borracho a casa, la noche antes que me fuera, fue cuando pasó. Después de hacerlo me sentí tan asqueado conmigo mismo que me metí en un bar a tomar sin parar, para olvidar lo que había hecho... El resto de la historia la conoces.

No sé qué más decirte, Trini. Necesito que me perdones. Quiero creer que nos merecemos una segunda oportunidad. Pero ahora tienes la palabra, y necesito que te decidas, porque estar en dudas es injusto para los dos.

Necesito que decidas si podrás superar lo que hice y perdonarme por esto que pasó, y rescatar conmigo lo que teníamos; o no podrás perdonarme. Si es así me iré de tu vida, Trini, y no te insistiré más. Tú decides-.