En una escuela de princesas “accidentalmente”

VI - Recorrido

-Esta es tu habitación, un guardia siempre estará en la entrada del edificio de señoritas, las luces se apagan a las ocho de la noche, no necesitarás mayor vestimenta que tu uniforme el cual puedes mandar a lavandería. En unos momentos se incorpora contigo la duquesa Ekaterina, te dará un recorrido por la escuela y te explicara mas detalles- todo lo dice de una forma fría aunque cordial, pude jurar que saltó de felicidad al notar que al fin podía dejarme por mi propia cuenta antes que le cause más accidentes. Vaughan se despide dejándome sola en la habitación.                


 

Y para empezar, esto esta mejor que toda mi casa. Según entendí después de irme corriendo del jardín, es que hay dos edificios de parte de la escuela donde son los dormitorios. La familia real que nos veía desde lejos mandó a dos tipos de seguridad con nosotras para evitar otro percance. Y creo que ni tan buena impresión que di porque ni se acercaron. Solo de lejitos, pero bueno, que estudió a la par de su casa prácticamente, en alguna ocasión podré verles el rostro. Aunque con lo ocurrido creo que conocerlos sería algo penoso, espero y no hayan podido reconocer mi rostro desde tanta distancia...


 

Habían dos camas a cada lado y tres más en un mini piso. Todo se sentía mágico, como si en realidad estuviera soñando. Aunque también extraño, diría yo. Todo este tiempo quizás estuve pensando que al final del viaje terminaría en casa, comiendo palomitas en el sillón mientras mi padre pone su serie favorita. Ahora mi realidad es esta.


 

Doy unos cuantos pasos para estar justo en medio del cuarto, me doy cuenta que mis maletas están en un rincón y las demás camas, aunque están perfectamente ordenadas, tienen la vibra de que ya tienen dueño. Los peines finos de plata acomodados en un escritorio. Varios libros, los cepillos de dientes más hermosos que jamás he visto en el cuarto de baño.


 

-Oh mucho gusto- escucho que dicen atrás mío- Tú debes ser la nueva chica- Ella viene rápidamente a mi tomándome por sorpresa con un abrazo- Perdóname por tomarme tanta libertad pero me emocione al recibir la noticia de ser yo la responsable de recibirte y guiarte, me llamo Ekaterina.


 

Me tiende su mano. Se la estrechó dudosa y confundida, sin saber lo que estoy haciendo en estos momentos hago una reverencia por si las dudas.


 

-Oh, no. No es necesario- Ekaterina me regala una sonrisa, echando su ondulado cabello rojizo para atrás me dice- Soy duquesa pero espero que me tutees y me trates como alguien normal. No significa que no encontraras a alguien sin un título o de sangre noble, pero conmigo puedes ahorrarte todo ese asunto ¿Captado?


 

-¿Es decir que no todos son de la realeza?- su belleza me confunde, no se porque tengo la sensación de que tendré que levantarme demasiado temprano para ducharme tres veces si es necesario, cepillar mi cabello cada cinco minutos o hacer algún pacto con el de las tinieblas para alcanzar el nivel de perfección de esta chica.


 

-La escuela cuenta con un programa en el cual personas de alto prestigio que no sean de alguna familia real puedan entrar obviamente pagando las respectivas cosas que te piden en cualquier escuela del mundo y claro el programa de becas para personas que no pueden costearlo o merecen estar acá. Sígueme- Ekaterina sube las escaleras del mini piso, la sigo saciando mi curiosidad de saber cómo es ahí- Esta será tu cama, es la única disponible, la de ahí le pertenece a Donatella, Amira al lado y las dos restantes son para las gemelas Stephen y Ayla. Que no te extrañe si un día son las mejores amigas y al siguiente quieran cortarse la garganta entre ellas mismas.


 

Ekaterina baja pasándome mi maleta para poder dejar mis cosas arribas, a lo que me recuerda.


 

-Oye, no sé cuántas escuelas como éstas existen pero, por si acaso traje una tiara- saco la diadema con una corona incrustada en el centro, mi padre me la trajo de un supermercado el día de la gran noticia.


 

-¡No es necesario!- me dice entre risas- Aun no, además que esa no es una tiara de verdad ¿de donde vienes?- desciendo para encontrarme con ella en el primer piso, la sigo saliendo del edificio y dirigiéndose hacia la escuela, supongo.


 

-De Seattle, pero anteriormente en California y también en otras zonas de Estados Unidos...y un tiempo con mi abuela en Centroamérica- me callo cuando considero que ya es suficiente y no más tuve que haber dicho "Seattle" y listo- La verdad no se que carajos hago aquí, porque ni soy millonaria ni más inteligente que un loro, por lo tanto. Mucho gusto en conocerte.


 

-Igualmente, espero seamos muy cercanas, te guiaré, sígueme- y eso hago, el camino de los dormitorios hasta la escuela es relativamente corto si vas charlando, y ningún centímetro está libre de guardias. ¿Porqué será que mi mente ya está planeando escaparse cuando ni siquiera llevo tres horas aquí? - Bienvenida a la escuela de princesas y algunos sapos por supuesto- ríe mientras nos abren las grandes puertas ovaladas.


 

Es como un castillo completamente modernizado. Con varios retratos en las paredes, un lugar demasiado elegante para mi en realidad.


 

-Te llevare a tu casillero, solo sígueme y por el momento no hables con nadie- me susurra cruzando su brazo con el mío.


 

Todos aquí son perfectos, es como haber ingresado a la fábrica de los queridos por el todopoderoso.


 

-Cuidado con la baba- me dice Ekaterina- Y eso que no has visto a los de último año, se rumorea que el príncipe está ahí, pero quien sabe, nadie lo ha visto y los que fanfarronean de que si no pueden demostrarlo ya que al minuto dicen que desaparece se supone que por pasadizo secretos, otra teoría es que en realidad no hay un príncipe que herede el trono y solo sea un fantasma- No se porque me da la vibra que a mi lado tengo el noticiero matutino de toda la escuela porque seamos sinceros, cada escuela tiene uno, incluso yo lo he sido y no me puedo quejar de ello.




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