Enamorada de los libros

Capítulo 5

«Todos tenemos debilidades, depende de nosotros superarlas y remplazarlas con fortaleza»

Muy bien ahora entiendo ese dicho de 'La curiosidad mató al gato', estoy metida en un problema por mi estúpida curiosidad y mis ganas de pensar como las chicas de los libros.

— ¡Debemos decirle a Alonso! —la miro mal por su interrupción a mi regaño mental y por lo que dijo.

Esta mujer es loca y con todo lo que pasó se volvió más loca.

— ¿Que le vamos a decir? —no dice nada y me cruzo de brazos— Que me ví con un desconocido, me propuso algo y como no acepte puede hacer que lo despidan —la ironía me sale hasta por los poros y Lau solo se sienta resignada.

Me pongo en la misma posición, debo pensar en algo y Lau no ayuda.

— ¡Ya se! —Lau me dedica una sonrisa maliciosa— Debemos investigarlo, el sabe mucho de nosotras y nosotras nada de él —no lo voy a admitir pero es una buena idea.

— Cierto, nosotras estamos a ciegas —ella aplaude con emoción y yo suelto una carcajada, parece una niña— ¿Que sugieres peligrosa pelinegra? —me mira mal y me acomodo mejor.

— Primero soy castaña, estúpida y segundo, empecemos por la rubia —me divierte lo fácil que es molestarla, ya ni se quien es la rubia y ella voltea los ojos— la chica que lo llamó en la cafetería —mi mente por fin se aclara y se nota que lo disfruta.

— Laurelle hay muchas rubias en el mundo —me da un golpe y sale corriendo para mi habitación. Genial.

La sigo con rapidez y ella está encima de mi cama utilizando el cepillo como micrófono, sus ojos grisáceos resplandecen con emoción.

— Conozco a la rubia, es mi jefa —esta chica esta loca, me tiro en la cama y ella cae encima.

Auch...

— Estas loca, te pueden despedir —suspiro y trato de quitarla de encima— no podemos interrogarla Lau —me da un pico y se acuesta al lado.

— Exageras, la chica es miss diva pero nos llevamos bien —me dedica una sonrisa y esa sonrisa segura termina de convencerme.

— Muy bien, ¿Que hacemos? —ella me guiña un ojo y escribe algo en su celular. 

— Listo, ya en un rato vienen nuestros cómplices y empezamos a planear todo —se levanta de un brinco y yo quedó tendida pensando en todo lo que a pasado, pero que sería yo sin Lau.

A veces me da miedo como Lau consigue con tanta eficiencia las cosas.

— Serias un desastre de nervios Ayli —y a esta ella demostrando lo bien que me conoce— para eso estoy yo para cuidarte y ayudarte —me levanto y no dudó en saltarle encima, caemos al piso riendo y quejándonos cuando entra papá.

— Vaya que bueno que mis chicas se diviertan —levanta las cejas y se ve muy cómico— allá en la Sala las esperan dos chicos —informa y se va como un fantasma.

Voy a la sala con la duda de esos chicos y encuentro a los hermanos Wadler que sin duda me he querido quitar de encima, Lau aparece en mi visión y yo la miro con reproche.

— Bueno chicos hoy ustedes serán nuestros cómplices así que vamos a ir a mi trabajo y le van a coquetear a mi jefa uno de los dos —Ya, se volvió loca y no entiendo nada.

— Yo no soy bueno coqueteando Lau —dice Lex algo apenado pero deja su mirada fija en mi, me sonrojo al recordar el beso y su hermano ríe altanero.

— Yo si, es más puedo practicar con la hermosa pelirroja —se acerca como depredador, Lau lo empuja y volteamos los ojos a la vez.

— Bien ya veremos quien es el que se gana la lotería par de tontos —suelto una carcajada— y tu pelirroja anda a alistarte —me apunta como si hubiera otra pelirroja.

— Pero tu no trabajas hoy —unas horas extras no le hacen mal a la estúpida, ella niega.

— Jamás pensé decir esto —suspira de manera dramática— Voy de visita —Todos en la sala reímos y yo salgo a alistarme.

***

Bien, ya estamos aquí en el restaurante, yo sentada con este par mientras Lau habla con su jefa en la entrada de la oficina, no sé que le dice la loca esa pero al rato las veo acercarse.

—Bueno, aquí vamos a salir todos —la miro confundida y me agarra de la mano— tu serás mi pareja —la rubia sonríe comprensiva y sigo sin entender nada, los chicos no dejan de mirar a despampanante rubia.

— ¿Que haremos? —pregunta Lexter algo tímido por la insistente mirada de la rubia y su hermano molesto por no recibir atención.

¡Ja! Justo en tu ego idiota Drexler.

— Iremos de fiesta —la rubia habla con una voz suave y glamurosa, lo que me faltaba — Un gusto, soy Leila jefa y amiga de Lau, así que vamos —Nos dirige a su auto y yo jalo a Lau para quedar atrás.

— ¡Explica esto! —la castaña ríe malvada y me da palmadas como para calmarme que no me hacen ni cosquillas.

— Tranquila, la vamos a emborrachar y ahí haremos el interrogatorio, será como la pastilla de la verdad —me guiña un ojo y va hacia el auto para montarse.

¡Tranquila! ¡Dios la voy a matar! Esto no será buena idea.

Me monto en el auto refunfuñando y todo el camino debo escuchar a la rubia interesada en Lexter, en Drexler intentando llamar la atención y la loca de mi mejor amiga tratando de quitarme mi mal humor.

Llegamos al mejor club de la zona según la rubia y yo ya quiero salir corriendo.

'Club Mil orgasmos' ¿Que clase de lugar se llama así? Osea no.

— Relájate pelirroja, tal vez consigas bailar conmigo esta noche —dice Drexler con todo el ego del mundo al notar mi cara de disgusto e intenta acercarse pero lo repeló como un insecto y mi amiga me jala hacia dentro.

Auxilio...

***




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