Capítulo 26 No más hermanos

El sol ascendía en el cielo anunciando así un nuevo día en gravity Falls. La brisa soplaba acariciando los arboles, el bosque era muy espeso eran pocos rayos los que lograban penetrar y llegar hasta una cabaña de madera en medio del bosque.

Esta cabaña era conocida como la Cabaña del Misterio, un atractivo turístico donde las personas que viajaban podían tomar un descanso y disfrutar de sus artículos inusuales. Ese lugar siempre era el protagonista de desastres y festividades, pero ya no más, ya nunca más esos días felices esos días maravillosos donde dos chicos muy parecidos, una niña y un niño se divertían de las maneras más alocadas, esos dos chicos siempre conseguían nuevas maneras de pasarla bien, jugaban y reían.

Esos días quedaron en el pasado, ya nunca volverían a esos días felices.

Después de las duras palabras de Mabel, después del fuego que la castaña escupió por su boca, toda la alegría, toda la risa había desaparecido, era como estar en una película de terror donde todos los protagonistas mueren y donde nunca se podría conseguir un final feliz.

Mabel prácticamente había declarado que odiaba a todos los chicos de la tierra, todos y cada uno de los barones del mundo eran una molestia, basura, escoria y porquería que si por ella fuera los haría desaparecer. Sus duras palabras no salieron de su boca solo por qué si, su corazón dañado y marchito había gritado de dolor, un dolor que había sido causado por todos los chicos que habían rechazado a Mabel.

Nunca le dieron una oportunidad, era mucho pedir que un chico que apenas conocía aceptará salir con ella, aún así ningún chico quiso darle una oportunidad, ningún muchacho quiso ser su amigo.

La alocada forma de Mabel asustaba a todos los chicos, su extraña manera de acercarse a nuevas personas y actuar con naturalidad como si el mundo entero fuera su mejor amigo era algo que a muchos no les gustaba, era raro, ponía a todos los chicos nerviosos.

Mabel ya sabía esto, y aún así no podía hacer nada para evitarlo, Mabel quería hacer amigos dios sabe que es así en varían ocasiones trato de cambiar, trato de ser alguien diferente, tan solo pesarlo era una tarea imposible. Mabel no podía dejar de ser Mabel.

Una chica alocada, divertida, chistosa, boba y tonta en ocasiones Mabel era todas esas cosas, ella era inocente pura linda, era increíble que una chica como ella no tuviera el don para por lo menos hacer un amigo.

El único amigo que conocía, el único chico que la soportaba como ella era, su manera de ser, sus fallas y sus virtudes, era su hermano, su mejor amigo, su Dipper.

Su único y querido hermano gemelo, su compañero con el que podía llorar, reír y jugar.

Ya todo eso lo había perdido, todo por culpa del odio que se había acumulado en su corazón. Todo el rencor se mantuvo sellado en su interior hasta que fue lo suficientemente grande para explotar, una exposición que lastimó a la persona que menos se lo merecía, alguien amable, considerado y lindo con ella.

Dipper había sido víctima de la explosión de ira de Mabel, y ahora la castaña estaba pagando las consecuencias, lo estaba pagando muy caro.

Al pasar los días Mabel hacia su mejor esfuerzo para ganarse a su hermano. Cada mañana le preparaba el desayuno, cada tarde hacia sus labores, y cada noche le preparaba aperitivos, incluso se gastó todo el dinero que su madre de había dado para conseguir dulces y lo utilizo para comprar libros que Dipper quería. Libros que Mabel detestaba con toda su alma, Mabel no era de leer libros, cosas como la ciencia, las matemáticas y bilogía le causaban dolor de cabeza.

Ser un genio no era lo suyo, tan solo tener que estudiar para el instituto era una tarea difícil de aguantar, aún con todo eso y aunque Mabel odiara los libros ella sabía que su hermano adoraba leer, aprender, estudiar y todo lo que significará ser un sábelo todo.

Perder todo su dinero le dolió, le dolió mucho, el dinero que había gastado no solo era el de su madre era el de ella, dinero que había estado acumulando durante meces ahora Mabel lo sacrificaba para tratar de enmendar su error, sacrificaba lo que más le gustaba, lo que más quería, por lo que ella sabía era más importante que las cosas materiales, el dinero, o los dulces lo más importante era recuperar a Dipper.

Recuperar su amor, su dulzura, lo que Mabel más quería era recuperar el amor de su hermano gemelo. Quería verlo sonreír, que salieran juntos, que jugarán y se hicieran bromas la tención que había entre los dos hermanos era tan grande que casi de podía tocar.

No tenía que ser así, no debe ser así, Dipper y Mabel son hermanos, se supone que los hermanos deben de llevarse bien, ser mejores amigos, compañeros, camaradas, deben ser almas gemelas.

Todos los esfuerzos de Mabel para hacer que su hermano la perdonará eran completamente una perdida de tiempo.  

Dipper se sentía lastimado, apuñalado, traicionado por la persona en que más confiaba, no solo eso la persona que más amaba en el mundo, la persona que sin ninguna duda hubiera defendido a capa y espada poniendo su propia vida en griego si era necesaria. Esa persona era Mabel.