—Yo solo estoy buscando un vestido, solo eso, no puedo estar enamorada. Es imposible, como puedo enamorarme si ni siquiera se lo que significa el amor.
—Mis padres, era su deber enseñarme sobre el amor. No ellos nunca podrían hacerlo, ellos no entienden lo que significa ese sentimiento, esa emoción.
—Pensándolo bien, no sé si esto que siento es amor, ya que no se lo que significa estar enamorada. Pienso en Dipper, lo tengo presente en mis sueños, no puedo dejar de pensar en el. Quiero saber más de el, deseo saber lo que le gusta y lo que no.
Pacifica vagaba en sus pensamientos, quería estar segura si lo que sentía era amor, tal vez solo estaba emocionada por ver a un viejo amigo después de tanto tiempo.
Un reencuentro después de mucho tiempo, quién no estaría feliz.
Podría ser verdad que solo estaba emocionada, pero si era así entonces por qué no podía sacarse a Dipper de la cabeza. El chico castaño se había encargado de monopolizar su mente por completo.
Pacifica encontró un vestido largo de color azul, con lentejuelas que muy bien acomodadas dibujaban la silueta de una mariposa.
Acomodo su cabello, con una cola de caballo y una tiara que adornaban su cabeza.
Al verse al espejo sabía que estaba lista, pero la inseguridad se apoderó de ella.
—Que tal si no le gusta —dijo Pacifica con preocupación en su voz.
Pacifica ya sabía que era hermosa como una esmeralda, el maquillaje y los vestidos solo hacían resaltar su belleza natural. Entonces por qué no se sentía satisfecha con lo que veía en el espejo.
Mordiendo sus labios suavemente, estaba comenzando a odiar a Dipper. Por su culpa no podía entender sus propios sentimientos.
—Te odio Dipper, por tu culpa estoy confundida.
Dipper era la causa de su preocupación. Su mente no podía estar tranquila ni pensar con claridad, y todo a causa de Dipper.
Ya lista, Pacifica puso su plan en marcha. Enamorar a Dipper, no Pacifica no quería creer que esa era su intención, se dijo así misma repetidas veces que solo vería a un amigo.
— Yo no estoy enamorada, solo voy a ver a Dipper solo eso. El es un buen amigo que me dio su apoyo cuando más lo necesitaba.
Una vez más, Pacifica quedó en frente de la cabaña del misterio.
—Que me pasa, ¡Mis piernas! ¿Por que no se mueven?
Pacifica no entendía ¿Por qué razón su cuerpo se no movía? De un momento a otro su cuerpo la había traicionado, este ya no le hacia caso. Pacifica se esforzó golpeo sus piernas tratando de evitar que temblarán pero nada parecía funcionar.
El miedo se había apoderado de ella.
—¿Por que? ¿Acaso esto que siento es miedo? No eso es imposible yo soy Pacifica noroeste la chica más hermosa de todo Gravity Falls.
— Será que en verdad estoy asustada ¡Todo es tu culpa Dipper pines ¡Tu me has echo esto, tú me has convertido en una cobarde!
— ¡Te odio Dipper! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!