Comencé a caminar sin rumbo. No me importaba a donde me dirigía, solo camine. Cuando por primera vez levante la vista vi a un chico con rulos que se acercaba. Solo se me ocurrió que para esta parte del lugar vivía… Pero no podía ser… ¿Sera que mi incociente lo quería ver?... Solo seguí caminando. Cuando pase por su lado hubo algo que me dijo que era el, pero no tuve que preocuparme por mirar para asegurarme, él mismo me freno para hablarme:
-Hola Pau- No se había percatado de que estuve llorando -¿Te siente bien?- Pregunto luego de examinar mi rostro.
-La verdad no…- Reconocí con la mirada baja -¿Puedes darme un abrazo?- Le pregunte con un poco de miedo, pero él no lo dudo y me abrazo muy fuerte.
-Gracias- Dije mientras me percaté de que las lágrimas corrían nuevamente por mis mejillas.
-No tienes que decir nada- Dijo sin dejar de abrazarme -¿Te encuentras mejor?- Pregunto mientras buscaba mi rostro.
Solo asentí y me quede refugiada en aquellos abrazos. Él no se movió, solo quito una de sus manos para acariciarme el cabello mientras yo seguía inmóvil frente a él. Era demasiado tierno. Y cada vez ME CONFUNDIA MAS. Creo que mis lágrimas caían no solo por Joaquín, sino porque no sabía qué hacer con mi vida. Cada instante que pasaba mi corazón se fragmentaba en dos. Por un lado estaba el amor que sentía por Joaquín y que no había cambiado desde la primera vez que deje de verlo como amigo. Por el otro, estaban los nuevos sentimientos que estar junto a Andrés me traían. No podía seguir con esto:
-Ya estoy mejor- Dije una vez que el sollozo seso -¿Podemos caminar un rato?
-Por supuesto- Dijo esbozando una sonrisa -Tenía ganas de hablar contigo.
-Yo… Yo tenía ganas de verte- Dije sonrojándome -Es lindo compartir momentos contigo.
-Eres muy linda- Dijo para luego huir de mis ojos, estaba sonrojado.
Comenzamos a caminar y por primera vez me sentía completa, no sé si era solo un engaño o realmente lo estaba. Mi hermano me vio desde la vereda de enfrente, sabía que esto me costaría un par de explicaciones, sin embargo agradecí que Andrés no notara la mirada de Julián. Lo bueno que tenía pasear con Andrés era que siempre tenía algo para hacerme reír.
-¡Ya basta!- Dije mientras trataba de parar de reír -¡Es demasiada risa por hoy!- El tampoco paraba de reírse.
-Es que bueno… ¡Tú me haces ponerme así!- Dijo echándome la culpa de nuestras risas.
A lo lejos pude divisar a dos personas que venían caminando en nuestra dirección, iban tomados de la mano. No les hubiese prestado atención de no ser por una voz chillona que pronunciaba mi nombre:
-Paula- ¿Por qué me tenía que ocurrir esto a mí? -¿Paula puedes quedarte quieta?
-No estamos apurados- Dijo Andrés al notar cuan incomoda me sentía -Lo siento…- Hizo que no conocía su nombre, eso me quito una pequeña sonrisa.
-¿Qué te sucede Paula? ¿Te sientes bien?- Pregunto Joaquín separando su mano de la de Alicia con la esperanza de acercarla a mi cara, mi orgullo me hizo esquivarla.
-Estoy bien… Tengo que ir al médico para que me crean cuando digo algo- El tiempo pasaba muy rápido en compañía de Andrés.
-¿Y por qué no me dijiste que te acompañe?- Dijo mirando fijamente a Andrés.
-Porque se lo pedí a él… Me la paso muy a gusto con Andresito- Andrés se rio ante el apodo y pude ver que las facciones de Joaquín se endurecían.
-Bueno… Creo que ya es hora de que los dejemos- Dijo Alicia mirando con preocupación a Joaquín al notar lo tenso que se encontraba.
-Si… Mejor vamos que tenemos que seguir ensayando- Dijo tratando de borrar el enojo de su rostro, pero no lo consiguió.
-¡Está quedando todo tan bien! ¡No te das una idea!- Dijo Alicia mientras se alejaba -¿Vamos Joa?
-¡Claro!- Le dijo en vos alta para luego dirigirse a mí -Cuídate.
-No te preocupes que yo la cuidare- Le dijo Andrés haciendo que el enojo de Joaquín incrementara.
Por una parte disfrutaba de los celos de Joaquín, pero por el otro sabía que no estaba bien jugar con los sentimientos de Andrés… Aunque no estaba segura de que lo esté utilizando… O tal vez será que realmente me estaba cautivando? No le di importancia a mis pensamientos. Creo que Andrés leyó mis gesto porque cuando Alicia y Joaquín se alejaron me volvió a abrazar. Solo le agradecí y comenzamos a caminar hacia la parada del bus, para que pueda ir al médico.