¿Quiénes eran mis padres?

-En verdad estoy bien, Pam, sólo que ahora mi perfecto abdomen tiene una pequeña y fea cicatriz- Dijo Ruslan mientras yo comía un delicioso flan -No podía contactarme con la base porque mi teléfono se averió así que tuve que esperar a que me encontraran. Era bastante arriesgado volver a alguna de las casas y la mancha de sangre en mi camisa levantaría sospechas si alguien me veía por ahí caminando-

-Estaba realmente preocupada por ti- Dije al mismo tiempo que colocaba la bandeja sobre la mesita -¿Entonces todos estos días estuviste escondido en algún rincón de la calle con una herida en tu abdomen?-

-Añade también "sin alimentos ni agua"- Buen punto, no me imagino qué hubiera hecho yo en su lugar, sin duda, era una persona increíble. No cualquiera arriesga así su vida por su trabajo -Pero estoy preparado para situaciones inimaginables, el entrenamiento que realizamos antes de ser nombrados agentes es bastante duro, nos hacen vivir experiencias semejantes-

-Me lo imagino- Dije con un tono de dolor al pensar en el tipo de entrenamiento que llevaban -¿Y cómo va tu herida? Según sé, cuando no te alimentas adecuadamente ni tomas suficiente agua la cicatrización se retrasa-

-Ya he recibido atención médica, el equipo de rescate que enviaron me atendió- Levantó su chaqueta y dejó a la vista su abdomen, fijé mi vista en la herida, no era muy grande, debía medir unos cinco centrímetros de largo, situada justo arriba de su desarrollado y bien formado músculo oblicuo. Vaya, era cierto que su perfecto abdomen había sido arruinado. Volviendo a lo que importaba, parecía que estaba sanando adecuadamente.

Estuvimos unos minutos conversando de cosas simples, sobre la vida en la base, lo deliciosa que era la comida, pero mi mente se encontraba perdida en mis dudas, necesitaba respuestas. Debía hablar con alguien o acabaría con un trastorno psicótico. Así que decidí que era el tiempo de sacar el tema. Estaba segura que Ruslan conocía toda la verdad.

-¿Quiénes eran mis padres?- Solté de golpe ignorando completamente su comentario acerca de lo frío que era aquel sitio. Él me miró de la misma forma en la que un padre mira a su hija adolescente.

-Creo que primero debes recuperarte física y psicológicamente- Se levantó de la cama y comenzó a caminar alrededor de ella ¿nervioso? -Te prometo que cuando estés estable yo mismo te contaré todo lo que necesitas saber, pero por el momento no puedo hacerlo, no me arriesgaré a que vuelvas a ponerte mal-

-Ruslan, por favor, si no me lo dices ahora mi mente colapsará y ahora si que me pondré mal- Rogué, no estaba dispuesta a pasar un día más en la oscuridad de la incertidumbre.

-Vamos, preciosa, es por tu salud- Me miró serio.

-Lo digo en serio, si no obtengo hoy mismo la información, moriré- Comenzaba a desesperarme, sentía mi corazón latir muy rápido -Sólo respóndeme esa pregunta, por favor-

-Eres terca, preciosa, pero de verdad, a parte de que tengo prohibido decírtelo, me preocupa tu salud- Rodé los ojos. No estaría tranquila hasta obtener lo que quería. Fruncí el ceño -Por lo visto no me dejarás en paz, me voy-

-Está bien, vete, convenceré a Derek de que me diga- Estaba casi segura que él resolvería todas mis dudas.

-¿Por qué te comportas como si tuvieras nueve años?- Dijo regresando hacia mí -Pensé que eras más madura-

Auch, eso le dolió bastante a mi ego. Pero realmente tenía razón, me estaba comportando como una niña pequeña. Debía comportarme como adulta si quería llegar a algo. Suspiré resignada.

-Lo siento, Ruslan, tienes razón- Dije apenada, quería saber todo acerca de mi pasado y ni siquiera sabía si estaba preparada psicológicamente para escuchar tal cosa. Necesitaba tiempo para calmar mi mente y recuperar mi salud física.

-No te preocupes, te comprendo- Acarició mi cabello -Debes descansar, le diré a Derek que pase a visitarte en un par de horas-

-Antes de que te vayas, ¿puedes decirme dónde está el baño?-

-Por supuesto, te ayudaré a bajar- Tomó mi mano para que me apoyara en él. Sentía las piernas débiles -Con calma-

-Gracias- Me calcé unas pantuflas que estaban al lado de mi cama.

-Iré por un tripié para trasladar tu suero, no tardo- Al cabo de unos minutos regresó, colocó la bolsa de mi solución intravenosa en uno de los ganchitos del tripié y me tomó de la cintura para apoyarme al caminar. Me guio hasta el baño, obviamente no entró al cubículo conmigo, me dijo que al salir gritara su nombre para que acudiera en mi ayuda.

Me miré al espejo, mi cara era pálida y mis labios estaban agrietados. No supe si era el frío o mi estado de salud lo que me daba ese aspecto demacrado. Quizá las dos cosas estaban afectándome.

Cuando terminé de lavarme las manos llamé a Ruslan, no tardó ni treinta segundos en aparecer.

-¿Por qué no me dijiste que parezco un cadáver?- Dije mientras caminábamos a la habitación.

-No pareces un cadáver- Dijo en tono serio -Te ves bonita, como siempre-

-Mentiroso- Sabía que mentía, pero terminamos ahí la conversación, a pesar de que había estado inconsciente por doce horas me sentía con mucho sueño y muy cansada, necesitaba dormir un poco.
Me ayudó a recostarme en la cama y al salir apagó la luz de la habitación y yo me entregué al sueño.

...

-Ella es fuerte, estoy seguro que pronto podrá salir de aquí- Escuché la voz del médico -En cuanto despierte dale este medicamento, le ayudará a calmar el dolor-

-Se lo daré, gracias por cuidar de ella- Era Derek con quien estaba hablando el médico, escuché como salía de la habitación y poco a poco fui despertando, esta vez me resultó más fácil que la vez anterior y el zumbido ya no estaba presente.

-Hola Pam, ¿cómo te sientes? Me pegaste un gran susto en la cafetería, creí que habías muerto, debes tomar estas pastillas- Reí por su comentario e hice lo que me pidió.