Desperté por el sonido de mi celular, alguien me estaba llamando a media noche, tardé unos segundos en reaccionar y contestar la llamada, era Nicolás.
-Hola, ¿qué ha pasado?- Dije con el corazón latiendo a mil por hora.
-Hola Manuel, le conté todo a mis padres, quieren hablar contigo sobre Pam- Era lo que estaba deseando desde hace tanto tiempo, recibir noticias sobre mi pequeña -Ven ahora mismo a la casa-
-Estaré ahí en menos de media hora- Colgué. Me puse unos tenis y salí rápidamente en dirección a su casa. Ni siquiera me preocupé por cambiarme la pijama, ni por la primera impresión que tendrían los padres de mi novia sobre mí, lo único en mi mente era Pamela, por fin sabría algo sobre ella.
En veinte minutos llegué a la casa de Pam, estaba bastante nervioso, al bajarme del auto limpié el sudor de mis manos en el pantalón de mi pijama. Me apresuré a timbrar. Luego de unos segundos apareció Nicolás, se veía distinto, su expresión ya no era triste. Y al parecer estaba durmiendo mejor, pues las marcadas ojeras en sus párpados ahora eran casi imperceptibles.
-Pasa, te están esperando en el comedor- Entré sin decirle nada. Él cerró la puerta y caminó a mi lado hasta llegar a donde me esperaban -Mamá, papá, él es Manuel, el novio de Pam-
-Por favor síentate- Dijo amablemente la madre de Pamela. Ella lucía distinta a como la recordaba de las fotos que me mostraba mi novia, mucho más delgada sobre todo -¿Quieres un poco de té?-
-Estoy bien, gracias- Me senté a la mesa con ellos, el padre de Pamela aún no decía nada, se limitaba a mirarme, parecía que me estaba analizando. Eso aumentó mi nerviosismo.
-¿De verdad quieres a nuestra hija?- De eso no había duda, podría jurar que la quería, incluso más que a mí mismo, estaba dispuesto a todo por ella, aunque estuvimos juntos sólo unos días, no tenía dudas que era con ella con quien quería pasar el resto de mi vida.
-La quiero como no tiene idea, señora- Suspiré -Desde que desapareció no hay un segundo de mi vida que no piense en ella, que no la extrañe-
-¿Por qué la quieres?- Me giré para mirarlo, ahora era yo quien lo analizaba, era un hombre que a pesar de vestir un pijama estampado, mostraba autoridad, su voz era grave y su rostro inexpresivo.
-La quiero porque ella llegó a mi vida para llenarla de alegría, porque quiero recorrer a su lado el camino para alcanzar sus sueños, quiero tomar su mano para ayudarla a levantarse cuando caiga y si es posible, no dejarla caer, quiero estar con ella en los momentos más felices de su vida pero también en los más difíciles- Vi que la madre de Pam limpió una lágrima de su rostro.
-Veo que de verdad la quieres, sólo queríamos estar seguros de eso- Dijo ella.
-En otro momento jamás habría permitido que estuvieras con mi niña, pero por lo que nos contó Nicolás, sabemos que ella también te quiere, sólo queremos que ella esté bien- Cerró los ojos y llevó su mano a su frente, parecía desesperado -Es difícil de explicar la situación de mi hija y no podemos contarte toda la verdad, lo único que podemos decirte es que si de verdad la quieres, esperes por ella, ella está bien allá donde está, mucho mejor de lo que podría estar aquí-
-Por favor no hagas preguntas, Manuel, sé que tú también quieres el bienestar de Pamela- Dijo levantándose de la silla y caminando hacia su esposo para colocarse detrás de él y poner su brazo alrededor de su espalda.
-Les prometo que esperaré por ella, ella es todo para mí- Sentí un nudo en mi garganta -La amo y nada me importa más que su bienestar-
-Gracias por comprender, estoy segura que cuando ella regrese estará muy feliz de que sigas aquí- Volvió a sentarse -Pero debes saber, no sabemos cuándo regresará, podrían pasar varios meses, incluso puede ser que tengamos que mudarnos de ciudad o del país para que pueda volver-
Cada vez sentía más intriga sobre lo que pasaba con mi novia, pero trataba de comprender la situación, me pidieron que no hiciera preguntas y no las haría, simplemente esperaría a que ella regresara. Era todo lo que pedía, que se encontrara bien donde sea que estuviera y por supuesto, que regresara pronto. Nunca había extrañado tanto a una persona, estaba completamente seguro que era Pamela con quien quería pasar el resto de mi vida. Por eso estaba dispuesto a vivir con ese hueco en mi corazón hasta que ella apareciera de vuelta.
-Yo me mudaría incluso a otro planeta con tal de volver a estar con ella- Dije sincero -Agredezco infinitamente que hayan compartido esto conmigo-
-No lo agradezcas, por lo que sabemos, estabas sufriendo bastante- Dijo el padre de Pamela con un tono menos serio -Nos gusta apoyar siempre a nuestros hijos y si cuando ella vuelva, decide estar contigo, serás bienvenido en nuestra familia, aunque seas demasiado mayor para ella-
-Les prometo que mis intenciones con ella son puras, simplemente quiero su felicidad, el tiempo que estuvimos juntos siempre la respeté, seguirá siendo así el tiempo que ella me permita compartir a su lado- Me levanté de la silla dispuesto a irme, pues ya era tarde, seguro debían descansar para ir a trabajar al día siguiente.
-No le hagas caso, Manuel, te voy a contar un secreto, él es mayor que yo y de hecho también era mi profesor en la universidad- Confesó la madre de Pam -Gracias por haber venido hasta acá-