Enamorada de un criminal

Capítulo 15

Miércoles. No había clases y por eso Gabe había decidido que iba hacer aquella sorpresa ese día.

William despertó y vio que no estaba en su cuarto. Entonces recordó que anoche se había quedado a despierto hasta la 1 de la mañana con Gabe haciendo un informe. Sonrió, notó que había una nota en la mesa de noche y que el colombiano no estaba. Agarró la nota.

“Buenos días amor, ¿Cómo amaneciste? Lo siento, no puedo estar contigo hoy. Daniela me llamó y me pidió que la ayudara con un trabajo.

Te amo.

Att: Gabe

 P.S: Te hice el desayuno y fui a tu casa para traerte ropa.”

Oh, Gabe…—se sintió triste al ver que su novio no iba a estar con él hoy. Se paró y fue al baño.

Después de bañarse y comer, vio que en la sala había un papel.

—¿Otra nota?—dijo mientras la agarraba y la leía.

“Oh por cierto, Rose me llamó y me dijo que a las 11 pasaras por su casa”.

William vio el reloj de su muñeca y casi eran las 11. Agarró su mochila, la cual la había dejado junto con sus llaves en un sofá, y se fue.

—¡Voy!—gritó Rose cuando Banks tocó el timbre.

—Hey, blue eyes.

Hey, forever young. –Ambos sonrieron y se abrazaron.— ¿Cómo estás?

—Supongo que Gabe ya te contó.—Rose cerró la puerta y ambos comenzaron a caminar.

—Sí… lo veía tan emocionado ayer. –Ambos bajaron la mirada y luego ella dijo:— Oye, recibí una nota por parte de Gabe cuando desperté. Es para ti.

—¿Sí?—Rose asintió.

—Me gustaría leértela ahorita pero vamos primero a un lugar.—antes de que William dijera algo, la pelinaranja lo tomó de la mano y corrieron hasta llegar a un enorme acuario.

—Vaya, teníamos tiempo que no veníamos para acá.—dijo William cansado mientras entraba con Rose.

—¿Cómo 1 año? –Le preguntó y el chico asintió. De repente, el celular de la chica comenzó a sonar.— Un segundo, William.—se alejó y Banks comenzó a caminar mientras recordaba.

Ahí estaba él: Viendo los enormes tanques llenos de peces con una pelinaranja y una chica pelinegra. En una esquina, se encontraba un chico de descendencia colombiana dibujando los peces. De repente, vio aquel chico de pelo castaño cruzándole por el frente con las chicas y se dio cuenta que había encontrado su nueva inspiración: Comenzó a dibujar al chico mientras este observaba un tanque lleno de pulpos. Al terminar, decidió entregárselo pero iba a verse raro que un chico que es gay le entregara un dibujo a otro chico que, al parecer, era heterosexual. Y más si era un retrato.

Por un instante, vio que se alejó un rato y había dejado su bolso en un banco junto con otros dos. Se acercó y no podía evitar mirar atrás a cada segundo en caso tal de que regresara. Justamente cuando lo iba a terminar de guardar, escuchó:

—¡Hey! ¡Aléjate de mí bolso!—se volteó y se vieron cara a cara por primera vez: Era una hermosa criatura.

—Em… yo…—Gabe se puso nervioso y sacó el dibujo rápidamente para esconderlo detrás de su espalda.

—¿Qué hacías con mi bolso?—se terminó de acercar para agarrar su bolso y ponérselo en la espalda.

—Yo…

—Hey, William. –Dijo la chica pelinegra que venía con la chica pelinaranja.— ¿Qué pasó?

—Pues, mi querida Loreen, este chico –Lo señaló.— me estaba robando.

—Em… William. –Se atrevió a pronunciar su nombre el moreno.— Yo en realidad q… —De repente la pelinaranja le quitó el dibujo al ver que Gabe se perdía en los ojos de William.— ¡Oye!

—Vaya, vaya, pero que tenemos aquí. –La chica abrió la hoja de papel.— ¿Lo hiciste tú?—Gabe se sonrojó. William se acercó a ella y al ver el dibujo, quedó perplejo.

—Vaya, —Dijo Loreen agarrando el dibujo.— es hermoso. Es como en el video de Take On Me de A—Ha pero más realista.

—Gracias. –Pronunció el moreno. Se quedaron en silencio esperando la respuesta de William.— ¿Y bien?—le dijo Gabe y sentía que se sonrojaba con cada palabra que le dirigía.

—¿Cómo te llamas?—le preguntó.

—Gabriel Martínez pero me puedes decir Gabe.—le sonrió.

—Pues, te quedó…—Suspiró y ahí Martínez se dio cuenta de que lo había dejado sin palabras. Sonrió satisfactoriamente.

—Quédatelo, se suponía que iba a ser anónimo pero…

—¿Quieres ir a tomar algo?—se sorprendió con su pregunta. Las chicas miraron al colombiano con cara de “Dile que sí”.

—Pues, vamos.—respondió Gabe feliz. El forever young asintió y los 4 se fueron de ahí.

—Hey, Ryan me dijo que cuando salieras de aquí que fueras a Starbucks.—la voz de Rose hizo que William volviera a la realidad.

—¿Para qué?—era raro que Ryan lo invitara a tomar café.

—No sé, solo me dijo que te avisara. –Se encogió de hombros.— Ven, caminemos un rato.

Peces de todos los colores, formas y tipos: La belleza marina se reflejaba en cada uno de esos tanques. William adoraba ver los peces, tenía uno de color azul cuando tenía 7 años y su nombre era Casper, como el fantasma, ya que era su serie favorita a esa edad.

De repente, notó algo que le hizo sacar una sonrisa.

—Rose.

—¿Uhm?

—Aquí fue donde Gabe y yo nos conocimos.—la chica sonrió y vio a un chico que sostenía un periódico que los veía. Él le guiñó el ojo.

—Vaya, ¿En serio?

—Sí, —Se sonrojó.— ¿Sabes? Ese día, creo que Gabe y yo intercambiamos personalidad.

—Eso si lo noté después de varios meses: Tú siempre te sonrojas y Gabe es el jodedor, pero cuando se pone serio… bueno, ya sabes cómo es él.

—Sí… —suspiró y volteó hacia un lado, notando la presencia de alguien que sostenía un periódico para cubrir su rostro.— Por cierto,  ¿Qué pasó con el sobre?—volvió a mirar a Rose.




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