una cruel verdad
Lo que vi me aterro, las niñas se encontraban en 4 mientras 2 de los sacerdotes las embestían una y otra vez y en sus bocas tenían una parte de las mantas de la cama << para que sus sollozos no se escucharan>>. Los niños no corrían con mejor suerte uno estaba en la misma posición que las niñas y el otro estaba de pie mientras era tocado de una forma obscena que me instalo en mi unas ganas de vomitar, ellos se giraron hacia mí y pude ver a el mismo sacerdote de la iglesia él no se encontraba con ningún niño si no que estaba en un rincón orando mientras repetía una y otra vez
- ¡perdónalos señor! ¡perdónalos señor! - incontables veces; sentí como mi cuerpo se negaba a reaccionar pero me obligue a hacerlo no podía permitir aquello ¡JAMAS LO PERMITIRIA¡ camine rápidamente hacia el sacerdote más cerca y levante el bate lo más alto posible mientras daba un grito de exclamación
- AHHHHHHHHHHHH- golpee la primera cama para parecer más aterradora y en ese instante todos los sacerdotes se pusieron de pie y con un intento vago se cubrieron pero más de uno solo se amarro el pantalón dejando la cremallera abierta y todo a la vista lo cual era repugnante de solo recordarlo. Los niños continuaron en las misma posiciones mientras balbuceaban algo intangible para mis oídos
- NO QU…. .R AL ..F…NO- Repetía una y otra vez, me lance directamente hacia el sacerdote el cual al verme tan cerca corrió hacia una esquina de la habitación y lo secundaron los otros. Me acerque al pequeño y le subí los pantalones pero el niño parecía en trance y me miro a los ojos temeroso y grito
- ¡IRE AL INFIERNO¡ ¡NO QUIERO IR AL INFIERNO¡- Tome en brazos al pequeño y le dije tu no iras al infierno pero se quien si lo hará dirigiendo mi mirada hacia los sacerdotes lo tome de los hombros y dije
- Sal y busca a los otros niños y no se detengan hasta la que lleguen al garaje entiendes – le mire a los ojos intentando transmitirle una serenidad que ni yo poseía en ese momento, el me miro y le di las llaves del auto y susurre un simple –corre- y el niño hizo lo que le dije salió de allí lo más rápido que pudo y pude ver que corría con dificultad así que eso solo hizo que mi ira aumentara y me incorpore enseguida estampando el bate contra uno de los floreros que había en una estantería; uno de los sacerdote obligo a una de las niñas a incorporarse a la fuerza y la sujeto usándola de escudo
- Si nos lastimas la matare y no podrás impedirlo- la niña lloro con más fuerza mientras yo seguía el trayecto directo hacia ellos y fue entonces cuando el niño hablo
- Yo los detendré y tu saca a los niños de aquí, pero antes abre el primer cajón del escritorio y saca un relicario-asentí en respuesta y entonces las luces se empezaron a encender y apagar una y otra vez hasta que varios objetos empezaron a flotar y estamparse alrededor de los sacerdotes, los niños gritaron asustados y entonces corrí hacia el hombre que sujetaba a la niña y le estampe un golpe con el bate en uno de sus brazos logrando que soltara a la niña y esta corriera como podía (con las bragas abajo aun ) hasta llegar junto a los niños pero hubo un fallo de cálculos y uno de los sacerdotes se lanzó directamente sobre mi atrapando mi cuerpo contra el suelo y fue entonces que me permití gritar lo más desesperada posible - ¡SALGAN DE AQUÍ¡ ¡CORRAN¡ ¡ACASO ESTAN SORDOS CORRAN¡- Y los niños salieron lo más rápido posible ya que más de uno tenía la ropa de lado o estaban completamente desnudo de la cintura para abajo pero en ese momento sus vidas importaba más que sus fachas. Uno de los sacerdotes intento ir detrás de ellos pero la puerta se cerró tras lo niños impidiendo su huida y el furioso se giró hacia mi totalmente desesperado -¡BRUJA¡ ERES UNA VIL BRUJA DEL INFIERNO – No pude evitar reír y me salió una carcajada que no esperaba, parecía más una risa malvada y aproveche un descuido para liberarme del agarre al levantarme tome el bate de nuevo pero para mi sorpresa aquel sacerdote que vi en la iglesia el que pedía perdón a Dios hace tan solo unos minutos tenía un arma y me estaba apuntando. Sus manos temblaron y su voz también al decir – NO PUE..DO PER..MITIR QUE NOS DELATES.. YO JURE NO.. VOLVER A MATAR PER..O ME ESTAS OBLI..GANDO A HACER ..AL..GO QU.E NO QUIERO TU ERES IGUAL QUE AQUEL NIÑO DEL CAMPAMENTO PASADO Y NO ME DEJAS ALTERNATIVA – Mis ojos se abrieron de sorpresa él era el culpable de la muerte del niño y entonces uno de ellos me golpeo con una biblia en la cara provocando que me ardiera horrible, todo se veía muy lejano para mí ni siquiera podía creer aquello y entonces el que había estado sobre mi instantes antes me tomo del cabello y lo jalo con fuerza yo solo solté una pequeña exclamación de dolor ya que todo parecía muy lejano para mi hasta que me estamparon contra la pared y uno de ellos dijo – ¿sabes que les pasa a las brujas? Mueren quemadas y eso te pasara pero antes nos divertiremos contigo- <<NO PERMITIRE QUE ME TOQUEN>> Recordé aquella vez que mi madre me obligo a ir a clases de defensa personal cuando se enteraron que podría ser internada en un hospital psiquiátrico ya que mis padres siempre pensaron lo peor de todo y me solían decir que los más probable era que me mantendrían sedada y que esa era la oportunidad para que cualquier imbécil se aprovechara de una niña <<pero ya no eres una niña>> me gire a pesar de lo doloroso que me resultara y dije – no me opondré a eso ya que adorare que un sacerdote me folle antes de morir por las llamas del infierno – aquello pareció hacerle gracia a uno de ellos y aproveche ese momento para pisarlo lo más fuerte que podía y salir de su agarre, el espíritu del niño corto la electricidad cosa que agradecí ya que Salí de hurtadillas hasta que un disparo sonó directo en la puerta. Gire sorprendida hacia el lugar del disparo y volví a encaminarme mientras ellos se debatían si tenían velas o no, me metí debajo de una cama y el pequeño fantasma abrió y cerró la puerta para usarlo de distracción mientras yo permanecía oculta debajo de la cama vi cómo los 4 sacerdotes salían dejando mi bate en el suelo y sin más Salí de mi escondite y tome el bate para dirigirme detrás de ellos pero él tenía otro plan dirigiéndome por el ala sur de la cabaña en donde habían unas escaleras tan viejas lo oí decir – resistirán tu peso no te preocupes- y como la chica insensata que soy fue por ellas mientras escuchaba como crujían ante mi peso al pisar ya el suelo el chico me dijo –es una casa antigua tiene todo tipo de pasajes que ellos desconocen y me señalo una gárgola que colgaba de la pared – si la gárgola tomas encuentras el lugar por donde escapar - respire hondo y tome la gárgola la cual le hacía peso a algo y enfrente de mis ojos un cuadro casi igual de grande que yo se abrió frente a mí, puse la gárgola donde estaba y entre en el pasaje antes de que el cuadro se cerrara tome la linterna y alumbre el camino hasta ver una pequeña luz. Habíamos llegado a el garaje antes que ellos y todos los niños estaban allí di un suspiro de alivio y mire la camioneta de mi padre <<como carajos entrarían 20 niños allí >> así que les dije –olviden sus maletas - mire directamente a los 4 niños que tuvieron que pasar por cosas horrorosas y vi que apenas iban vestidos - alguien dele ropa a esos niños – una niña le largo un par de vestidos a las 2 niñas las cuales se lo pusieron encima y a los 2 muchachos les largaron unos pantalones cortos (bermudas) los cuales los chicos se las pusieron deprisa mientras yo metía de a 6 niñas en la parte de atrás del coche y 6 niños se sentaron en las piernas de estas, los 4 niños dijeron que se sentarían en la parte del copiloto ya que así se podrían llevar algunas maletas y cuatro niños se sentaron en el baúl de la camioneta y solo se pudieron llevar 5 maletas ya que eran demasiado grandes <<los padres llenando las maletas de sus hijos>> y entonces los escuche, venían para acá, sus paso se escuchaban y yo no había abierto el garaje ni el gran portón y el pequeño fantasma pareció leer mi mente - los distraeré sácalos de aquí – le dedique una sonrisa a aquel niño aunque no estuviera vivo aún seguía repartiendo calidez humana. Corrí hacia el control y puse la clave y entonces escuche el sonido sordo de algo al caer y como los pasos se alejaban, monte el auto y lo vi.Uno de losl sacerdotes de la iglesia se abalanzo sobre la camioneta quedando enfrente de retrovisor y apuntando con el arma directo a mi cabeza.