Enamorada de un Playboy

Capitulo 3

Thalia, apúrate llegarás tarde a clases!- grito mi madre.

 Y si se están preguntando que en donde estoy, si adivinaron, me encuentro tirada en mi cama. 

¡Ahorita bajo!- respondí Me levanté de mi hermosa camita, me di un baño, me lavé los dientes me coloque el ¡Horrible uniforme!

 ¡¿Por qué rayos los estúpidos institutos obligan a sus estudiantes a utilizar uniforme?!

 Sería más fácil si solamente nos dejaran utilizar ropa casual. 

Otros directores de diferentes institutos permiten que sus estudiantes lleven puesto ropa normal, ¡Pero el mío no! 

Unos minutos después me encontraba fuera de mi casa esperando a Erick y a sus estúpidos amigos, ¿Por qué diablos se tienen que tardar tanto? 

—Vamos -dijo Erick.

 Ya era hora de que llegaran, todos siguieron su camino con su mirada fija en el celular. 

¿Es encerio?.

-¡Hola Thalía!, ¡Hola Sian!, ¡Hola Erick! ¿Cómo están?, yo bien gracias por preguntar -ninguno me había saludado por estar metidos en sus estúpidos celulares. 

—Al notar que Max no estaba con nosotros supe que hoy iba a ser el mejor día, sin duda alguna Max es un fastidio en el instituto y se que lo hace intencionalmente, ya que siempre me molesta como un chicle en el cabello.

 ¡Recién empiezo las clases!, imagínense lo que hará cuando pasé el tiempo -dije en mi cabeza.

 —Mierda, Rodríguez hará que mi vida sea imposible, pero que ni piense que yo me quedare atrás, el primer día que nos conocimos el idiota me declaro la guerra y yo con mucho gusto acepte, aunque lo de la guerra solo lo sé yo.

¡Ahhh! 

-Hola, Minions 

-Hola, Enana 

Saludaron ambos, a su manera; había mencionado que no gustan los apodos y estos simios salen con eso. 

—¿Saben? Deberían de preguntarle a mi mamá cual es mi nombre, ya que ustedes dos mis queridos amigos me llaman como sea. 

Deberías tenerlo en cuenta Kenz- dijo Erick guiñando el ojo. 

Parecía un tarado haciendo eso. -

¡NO ME DIGAS ASI! -grite 

—Erick días anteriores me había llamado así, pero yo le dije que sonaba horrible así que el muy idiota empezó a llamarme así. 

¡Vaya hermano! 

Claro, Kenz- dijo remarcando la ultima palabra.

 -Eres un completo idio... —Fui interrumpida por Sian 

Bueno ya llegamos -dijo Sian, al parecer el instituto no estaba nada mal, era muy grande y bonito. 

—¿Qué clase les toca? -pregunto Erick.

—Álgebra.

-Historia.

Yo no tengo ni idea de que clase corresponde, estoy más perdida que el hijo de la llorona —dije sarcásticamente 

—Hola chicos, tranquila mi princesa tú tienes clases conmigo – dijo Max 

—¿Y cómo diablos sabia eso?

Tu como sabes? – me robo la pregunta Sian. 

-Ayer recogí su horario porque sabía que la niña tonta se olvidaría de hacerlo- explicó. 

-Yo no soy tonta-le dije, noté que Max me miraba mucho al principio no entendía, pero luego comprendí. 

Si esperas que te dé las gracias, pierdes tu tiempo, esas palabras nunca saldrá de mi boca. 

-No perdía nada en intentarlo. 

—Tocó el timbre y todos se fueron a sus clases, claro que yo no sabía dónde quedaban la mía, así que solo seguía a Max.

 Cuando llegamos al salón me sentía más perdida, no conocía a nadie, y claramente Max no cuenta como persona conocida, entré al salón y la profesora era más o menos de 40-50 años.

 —Eres la alumna nueva? -me preguntó amablemente. 

-Si 

-Atención clase, ella es la nueva alumna, preséntate querida… -me dijo la profesora. 

-Eh…si…yo soy Thalía Mackenzie Smith y me gustaría llevarme bien con todos ustedes -estaba nerviosa, noté que tenía la mirada de Max fija en mi ¡Dios! ¡todo el puto salón estaba mirándome! Nunca me gustó ser el centro de atención. 

-Muy bien, ahora siéntate al costado de Sarahi Córdova Lobo -me dijo la maestra, claro porque yo conozco perfectamente a todo el salió ¿me vio cara de adivina o qué?, creo que notaron mi cara de perdida porque una chica pelinegra de ojos marrones me llamó para que me siente a su lado. 

-Hola ¿Supongo que tú eres Sarahi, verdad? Pregunté. 

-Si yo soy Sarahi, tienes un nombre muy lindo Thalía, ah sí, y serás mi amiga, porque no tienes cara de ser una estúpida. -me dijo mi nueva amiga. 

-claro, no tengo problema en eso. 

La clase empezó y por más que intentara entender no podía, digamos que algebra no es mi materia favorita. 

Me encontraba haciendo la tarea cuando el timbre sonó, las clases habían comenzado la semana pasada y a mi recién me habían matriculado ayer.

 -Vamos a la cafetería- me dijo Sarahi 




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