Enamorada por casualidad.

|Capítulo 21|

Hoy vendrá Pablo, desde que se fue hemos seguido en contacto por mensajes, me marcó el día de mi cumpleaños y hoy me confirmó que vendría a la ciudad.

Me di una larga ducha, me cambié y salí a la plaza.

—Hola, mejor amiga pelirroja. —Me abrazó.

—Hola, amigo castaño.

—¿Me extrañaste? Sé qué sí, pero yo te extrañé más. —Se auto contestó y estallé de risa.

—¿Qué haremos hoy? —Pregunté con expectación.

—Aún no lo sé, mejor amiga pelirroja.

—¿Cómo te ha ido en tu nuevo empleo?

—Bien, mis pacientes son muy agradables después de todo.

Seguimos platicando de su trabajo, le contesté algunas dudas que tenía respecto a mí y se dispuso a hablar nuevamente.

—Ya sé a dónde iremos.

—¿A dónde?

—A comer.

Llegamos a subway, pedimos nuestra orden, comimos y dijo;

—Pan de avena, sin aceitunas, con pepino y lechuga, ¿cierto? —Asentí. —Para la próxima no será necesario que tú lo pidas. —Sonreí.

Salimos del lugar y comimos helado nuevamente.

—¿Acaso quieres engordarme?

—Todo lo que comes se te va a las mejillas. —Apretó mis mejillas.

—¿Debería sentirme alagada? —Dije seria.

—Creo que sí, alguna otra chica lo estuviera.

—Pues yo no. —Me hice la enfadada con sarcasmo. — ¿Cuándo regresarás?

—Mañana, no puedo estar mucho tiempo fuera.

—Te cuidas, ¿de acuerdo?

—Por eso eres mi mejor amiga. —Enarqué mis cejas. —Por qué te preocupas por mí.

—No me preocupé. —Reí nerviosa.

—De acuerdo. —Acarició mi cabello sin creer en mis palabras. — ¿Puedo llevarte a tu casa?

—Gracias, pero queda muy lejos, no quiero que pierdas más tiempo.

—No será pérdida de tiempo.

—Me iré sola, amigo.

Siguió insistiendo, pero me despedí y subí al autobús.

Llegué a mi casa, comencé a armar un librero que encargué por internet, saqué algunos muebles, pinté mi habitación, en un pequeño pizarrón coloqué fotos de mamá, papá, de Carlos y con amistades del instituto y universidad, seguí con la "remodelación" de mi habitación, al final del día se miraba tal y como lo imaginé, pero aún no podía dormir ahí debido a que olía mucho a pintura.

—Mamá, ¿puedo dormir aquí? —Pregunté con el edredón en mi mano, podía dormir en una de las habitaciones vacías, pero la vibra no me gustaba.

—Claro, pequeña.

Me acosté a su lado, vinieron muchos recuerdos a mi mente de cuando estaba niña y tomábamos la siesta a la salida del preescolar, dormí muy bien ese día.

[...]

Hoy es mi primer día de escuela después de tantas vacaciones, ayer cumplí 7 meses con Carlos, más de medio año a su lado se dicen rápido pero realmente han pasado muchas cosas, además de las peleas tan insignificantes pero al mismo tiempo tan dolorosas.

Cada día junto a él es mejor que el anterior, incluso siento que ya lo amo, ¡sí, lo amo!

Me bañé y Carlos quiso llevarme a mi primer día de escuela, sacrificó su hora de comida por ir a llevarme a la universidad.

—Buenas tardes, mi vida. —Besó tiernamente mis labios.

—Hola, cielo. —Lo abracé.

—¿Lista para tu primer día, amor? —Encendió el motor y tomó mi mano.

—Estoy nerviosa, y ahora ¿quién será mi equipo en filosofía? —Hice un puchero.

—Sé que me extrañarás, amor. —Sonrió triunfante. —Aunque no tanto como yo lo hago. —Besó mi frente.

Llegamos a la universidad, me abrió la puerta para que saliera, me dio un beso largo y tierno al mismo tiempo y susurró en mí oído "espero que tengas lindo día, te amo amor", me erizó cada parte de mi ser.




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