Enamorada por casualidad.

|Capítulo 37|

**Esteban.**

*Un olor a caramelo me despertó, abrí los ojos y desconocí la habitación, ¡mierda! qué no sea lo que estoy pensando.

En el buró había un portarretrato con una foto de Katherine y su novio, sentí alivio al saber que era su habitación y no la de alguien más, no recuerdo nada pero sé que ayer pasó algo vergonzoso de no ser así, no estaría aquí.

Abracé la almohada de mi bomboncito, era lo que olía delicioso, todo de ella me enloquecía.

Bajé a la sala y no había nadie, recordé que volvió a la escuela y su mamá trabaja temprano, salí de la casa y regresé a la mía emocionado con su olor impregnado en mí y con una esperanza más en mi corazón «no me dejaría dormir en su casa sólo porque sí».*

Las clases terminaron, regresé a casa, subí a mi habitación y todo estaba ordenado perfectamente, hice mi tarea, comí y mi celular comenzó a sonar.

—¿Hola?

—Gracias por el hospedaje. —Rio.

—No fue nada, ¿dormiste bien?

—Dormí mejor que nunca, ¿podemos vernos?

Mi plan de alejarme de él no estaba funcionando, ¿cómo funcionaría si no pone de su parte?

—No quiero hacerlo.

—Sea lo que sea por lo que quieras dejar de verme se puede solucionar, pasaré por ti a las 6pm.

—No vengas porque no saldré.

—Ya veremos, cielo. —Mandó besos.

No caería una vez más, estoy decidida a dejar todo esto por el bien de ambos.

Hablé con Jorge por Skype, le conté todo lo que estaba pasando y ahora no puedo sacarme sus palabras de la cabeza "no por nada sientes lo que sientes por él, sólo piensa en cuantos años ha estado esperándote. Es verdad que sigues amando a Carlos, pero debes dejarlo descansar en paz y no lo podrá hacer hasta que te mire feliz, sal con él y deja de dañarlo con tu indiferencia."

Y ahora, ¿qué hago?

Di vueltas alrededor de mi habitación, mi celular sonó y miré el nombre "Esteban" en la pantalla, iba a colgar cuando recordé las palabras de Jorge.

—¿Hola?

—Ya estoy en tu casa, bonita.

—¿Y? —Rio.

—Baja, por favor.

—Te dije que no perdieras tu tiempo. —Colgué la llamada.

Sonó claxon repetidas veces.

—¡Katy, sal a resolver eso! —Me gritó mamá.

Bajé a donde estaba mamá.

—No quiero verlo.

—Hija, me duele la cabeza y no puedo dormir con ese ruido.

Salí, bajó del auto rápidamente, se recargó en la puerta y sonrió.

—Misión cumplida. —Dijo egocéntrico.

—¡No dejas dormir a mamá!

—¡Lo lamento, suegra!

—¡Qué fastidio! —Rodé los ojos.

—Tengo algo para ti cielo.

—¿Por eso tanto fastidio?

—Te fastidias porque te amo.

Me abrió la puerta del auto, entré y me dio un cuadro envuelto.

—¿Y esto?

—Ábrelo.

—Gracias. —Era una pintura idéntica a la foto que nos tomamos en la obra de teatro y en la parte de abajo había una fecha de hace más de 2 años.

—¿Y esa fecha? —Sonrió.

—Fue el primer día en que te ví.

—¿Lo recuerdas?

—Por supuesto. —Tomó mi mano y la apretó.—Recapitularé nuestra historia. —Hizo un sonido como en las películas y reí. —Mi auto se había descompuesto, utilicé el autobús para transportarme al trabajo fue ahí en donde te miré, me pareciste tan hermosa que ni siquiera puedo describirlo, pensé que sería una casualidad y que jamás volvería a verte pero al día siguiente descubrí que siempre tomabas el autobús a la misma hora, le hablé a mis amigos sobre ti y les dije que quería hablarte, obviamente me tacharon de loco, fue hasta meses después cuando decidí molestarte, ¿lo recuerdas? —Asentí sonriendo y él estaba contando todo con mucha emoción en su rostro. —Después me mordiste, me alejaste de ti, después volvimos a coincidir, incluso salimos algunas veces y después ya tenías novio. Intenté seguir con mi vida, por eso le pedí a Julia que fuera mi novia pero no funcionó por mucho tiempo, después sucedió lo de tu novio y ahora estamos justo aquí, cielo, sea casualidad o no, la vida quiere que estemos juntos.




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