HOLA, ADMIRADOR NO RUBIO
Hoy, al despertar, el sol se filtró por la ventana, pero no fue solo la luz la que iluminó mi día; fue tu gesto, tu regalo de girasoles, lo que realmente trajo color a mi vida. Quiero agradecerte desde lo más profundo de mi ser. Ayer, la tristeza se había apoderado de mí, como una sombra que se niega a desvanecerse. Pero, al recibir tus flores, esa tristeza se disipó como el rocío bajo el sol. He colocado los girasoles en un jarrón con agua, y ahora adornan mi escritorio con su vibrante amarillo, recordándome que hay belleza en los pequeños detalles. Cada vez que los miro, siento que me envuelven en un abrazo cálido, como si cada pétalo estuviera susurrando palabras de aliento. Gracias, desconocido, por esos detalles que parecen simples, pero que tienen el poder de elevar mi ánimo cuando más lo necesito. Tus palabras escritas son como un bálsamo para mi alma, y me hacen sentir que no estoy sola en este vasto mundo.
PD1: Me siento más aliviada al saber que no eres feo, aunque sé que bromeas. Pero, ¿cómo eres en realidad? ¿Castaño? ¿Moreno? La idea de que fueras de color arcoíris me hace reír; sería una visión cómica y encantadora.
De: Rollitos de Azúcar
Para: Mi admirador no rubio
PD2: Debo confesar que me hace sonreír el apodo que me has puesto. Es un pequeño recordatorio de tu cariño, y me agrada más de lo que puedo expresar. ---Espero que esta versión capture la esencia de tu mensaje, reflejando la calidez y el cariño de la mujer que recibe las cartas. Si necesitas más ajustes o algo diferente, ¡házmelo saber!