Capítulo V

{Elaia}

Despierto sobresaltada, intento moverme pero, estoy atada a una silla, mis muñecas están amarradas con unas esposas, esto tiene que ser una jodida broma

-Maldito seas Jasper – musito por lo bajo, observo el entorno, veo que estoy en un despacho muy bien decorado, frente a mi hay un escritorio, del otro lado una silla, encima del escritorio un computador, las paredes están pintadas de azul marino con blanco, a mi derecha veo unas cortinas negras, tapando unos grandes ventanales, puedo ver que es… DE DIA, mierda cuanto tiempo llevo aquí, comienzo a moverme para aflojar la soga, hasta que siento un pinchazo en mi cadera

-Ay que es…- es mi navaja muevo mis dedos hacia la navaja, cuando ya las tengo en mis manos, una puerta se abre y entra un hombre, ese hombre lo he visto en algún lugar… aaah no puede ser es Adrián Galassco, el hijo mayor de Chris, este me mira con semblante serio, sentándose en la silla que está del otro lado del escritorio, pone una postura intimidante, jajaja cree que me intimida con esa mirada seria… Ja! No conoce al demonio que tiene en frente, lo miro desafiante para hacerle entender que no le temo este cambia de postura sin quitar su mirada seria, duramos unos minutos, hasta que decido romper el silencio

- Ok ya me aburrí, me dirás porque maldita sea estoy aquí – digo enojada – y atada como si fuera un criminal – tengo que ganar tiempo y así romper esta soga

- Es que lo eres – dijo mientras se levantaba lentamente hacia mí, mirándome fijamente

- En primer lugar… ok tal vez lo sea pero ¿porque esta exageración? – digo – es como demasiado no crees? – dije sonriente

- ¿Acaso sabes a quien robaste? ladroncilla – dijo saliendo del escritorio y dirigiéndose a las cortinas, de repente abre las cortinas

- Maldita sea – digo enojada ya que la luz del sol me deja casi ciega

- ¿Qué? A verdad que era como las 11 cuando viniste a robar – dijo sonriendo, no sé pero esa sonrisa es linda… aaah hormonas cálmense – Mmm no me has contestado – dice parándose a un metro de mi

- Claro que sí, conocía Christopher un viejo cliente – dije sonriente mientras recordaba a Chris, pues era el único de la Orden que no me caía mal – Que mal que haya muerto, extrañare a mi cliente favorito, pero la vida es así no? – dije mirándolo de reojo – Oye eres tú que lo reemplazaras verdad? – tenía curiosidad si iba a tomar su lugar en la corte, sería interesante verlo, aunque admito que ha cambiado mucho, físicamente se parece a su padre, pero los ojos y cabellos son de su madre, lo admito este hombre es un Adonis   

- Pues la verdad es que si…oye no te incumbe, ladroncilla de tercera- dice sonriendo – Aunque… ¿Quién eres? ¿De dónde conocías a mi padre? ¿Cómo que era tu “cliente favorito”? – dijo de manera curiosa

- Oye oye oye basta!, se nota que eres nuevo en esto además habrá muchas preguntas que se quedaran sin respuestas lindo – decía mientras inclinaba levemente mi cuerpo hacia el – acércate – el muy idiota se acerca – Otro poco más, no morderé – su rostro queda tan cerca de mí que puedo sentir su respiración

- ¿quieres saber quién soy verdad? – le susurro al oído – Porque te lo demostrare – digo para poder inclinar hacia atrás la silla y darle una patada en la cara que lo deja medio inconsciente, termino de cortar la soga para así salir corriendo de este lugar… mierda olvide que estoy esposada esto sí que será complicado, llego a un escritorio, me escondo, busco algo para poder quitarme estas malditas esposas, por el rabillo del ojo veo un clip

- Si, lo que necesitaba – susurre ya que, unas escoltas se dirigían donde deje al pobre de Adrián inconsciente, cuando por fin me libero de las esposas tomo el celular y llamo a Jasper pero el muy imbécil no responde

-Alo? Chéri? – dice

- Hola Jasper como has estado bastardo – grito enojada – El robo salió mal – digo mientras corro ya que al gritar algunos guardias se dieron cuenta y pues van tras de mi

- Chéri que ha pasado? – dijo, antes de que pueda contestar, reviso mis tahalís… MALDITA SEA, el idiota me quito las armas mientras estaba inconsciente

- Tu queridísimo sobrino me la está poniendo difícil – digo mientras tomaba aire esto de estar corriendo no es lo mío, veo como unos guardias vienen hacia mi dirección… ¡A correr se ha dicho!

- Sabia que él podía ponértela difícil, por eso un helicóptero va para allá a recogerte – dice

 - Aaah que lindo de tu parte – digo mientras entro en algo que parece ser un armario – Triplica los 5 millones por ser un imbécil – dije enojada

- Con gusto Chéri – terminando así la llamada, recupero todo el aire perdido, odio correr es algo que siempre deteste, guardo el celular y le rezo a Dios que los guardias no me hayan visto entrar aquí

- Controlla dappertutto, che la donna non ha dovuto andare molto lontano, il signor Galassco la vuole viva (Verifique en todas partes, que la mujer no tuvo que ir muy lejos, el Sr. Galassco la quiere viva) – escucho decir a uno de ellos, necesito un arma rápido tengo la navaja pero no me servirá de mucho, comienzo a revisar el armario y veo lo que parece unas cadenas que usaban en los viejos tiempos para encarcelar a los presos eso ayudara aunque pensándolo bien ¿Qué persona cuerda tiene unas cadenas así de viejas? Intento no pensar en eso y salgo de mi escondite lista para matar a unas cuantas personas

- Hey! Gli idioti vengono per me (Hey! Idiotas vengan por mi) – digo mientras corro a una puerta, ellos me siguen, me detengo en frente de ellos – Guarda facciamo un affare (Miren, hagamos un trato) – digo mientras enredo un extremo de las cadenas en mi mano cerrándolo en un puño – Lasciami andare da qui e così non ti farai male, ma (Déjenme ir de aquí y no saldrán heridos sino) – hago una pausa – Usciranno tutti da qui morti (Todos saldrán de aquí… muertos) – digo mirándolos seriamente, ellos se quedan boquiabiertos pero no escucho respuesta -Cosa? Non mi diranno niente? ... ok (¿Qué? ¿No me dirán nada? ... ok) – digo mientras cierro mis ojos y doy una vuelta en mi propio eje – Morirai (Morirán) – no les doy tiempo a si quiera reaccionar ya que doy una voltereta hacia atrás, quedando en medio de ellos – Quindi non dire, perché non ero benevolo con te (Despues no digan, porque no fui benevolente con ustedes) – mirándolos con mis ojos de fushbau, ellos se abalanzaron hacia mí pero, con un salto ya estoy lejos de ellos, con las cadenas agarro del cuello a uno, quebrándolo de un giro, comienzo a romper brazos y piernas de los guardias con unos movimientos rápidos, uno de ellos me agarro de la cintura, alzándome en el aire, intento patearlo pero, no puedo, inclino mi cabeza hacia adelante impulsándome bruscamente hacia atrás rompiéndole la nariz, el tipo me suelta, aprovecho y le pego una patada que queda en el suelo inconsciente, cuando estoy cerca de la ventana para poder así salir hacia la terraza, otro tipo me agarra del hombro y me pega un puñetazo en la cara, vaya que fue fuerte ya que siento como la sangre corre por mi labio inferior, levanto mi antebrazo para limpiar mi labio herido, ladeo mi cabeza haciendo sonar mi cuello, me alejo del tipo para quedar fuera de su alcance, pongo lo brazos delante mi cara por si acaso al tipo se le ocurre darme otro, y así lo intenta, pero lo esquivo con éxito dándole un puñetazo en el costado aturdiéndolo, le doy otros dos en la cara rompiéndole la nariz y el labio dejándolo en el suelo, corro hacia la ventana pero otro guardia vino a morir, el me golpea en el costado dejándome sin aire, pero cuando quiere darme otro me inclino hacia atrás alejándome del golpe mientras le agarro el brazo, uso mi pierna para desestabilizarlo y así tumbarlo al suelo dándose un golpe muy fuerte en la cabeza, ya en el suelo, rodeo su cuello con mi brazo que lo tenía agarrado antes, mientras me coloco atrás de él, pongo debajo de su barbilla mi codo, con mi pecho y antebrazo a ambos extremos de su cuello, coloco la otra mano detrás de su cabeza y lo sostengo durante unos 20 segundos, el tipo se resiste pero poco a poco va perdiendo el poco oxigeno que le queda, cuando ya deja de luchar lo suelto levemente dejando su cabeza en el suelo