«Haré que salgas de ese armario»
Ni siquiera el mismo rubio se dio cuenta de las grandes verdades de esas palabras.
Pero, esto no lo podía estar pasando a él.
—Noah.
¿Qué se supone que debía hacer para sacar a Peter de ese cajón?
—Noah...
Ahora mismo se está imaginando a él en una situación así.
—Noah...
Definitivamente no lo soportaría. ¿Cómo es que Peter...?
—¡Noah!
—¿Qué? — gritó sobresaltado. Sus nervios volvieron cuando se fijó en el armario que se sacudía.
—¡Ayúdame a salir de aquí, imbécil!
Sus piernas se movieron torpemente y con sus manos sudorosas apretó las manillas de las dos puertas y tiro fuerte.
Lo hizo con todas sus fuerzas. Lo intentó una y otra vez. Le dio patadas —aunque no estaba seguro si eso funcionaría— pero lo hizo; el chico dentro ya comenzaba a desesperarse.
Noah cerró los ojos, soltó una respiración profunda y volvió a intentarlo. Quizá las palabrotas que le gritaba Peter lo motivaban.
Volvió a tirar y como golpe de suerte las dos puertas se abrieron, una manilla casi sale volando con él. Aún mareado por el movimiento brusco se acercó a Peter que como si nada veía un papel en sus manos.
—¿Y? — preguntó señalando el papel en las manos del otro —¿Qué encontraste?
—Es la boleta — resoplo tirando el pedazo de papel al suelo. Quito el polvo de su cabello antes de volverse hacía él —Ya es tarde, volveremos mañana.
Con cansancio mental y frustración; ambos se dirigieron a la salida cuando Peter inconscientemente miró el techo y fijó la vista en una parte.
—Noah — llamó. El nombrado se dio la vuelta y lo observo con el ceño fruncido. Peter permanecía callado mirando una parte del techo, confundido Noah le siguió la mirada —Mira — murmuró.
Apuntó la esquina del techo. Por más que lo intentara Noah no lograba comprender a qué se refería Peter hasta cuando éste tomo la silla del suelo y se subió en ella tomando un pequeño aparato en sus manos.
—Cámara de seguridad — comentó Noah.
—Y aún funciona — respondió analizando el objeto —Vamos.
Rápidamente entraron auto y emprendieron camino. Comparando el viaje de la mañana con éste, fue más rápido. Entraron al edificio, Peter lo guío hacia una sala diferente. Sin llamar, sin tocar, abrió la puerta.
Un hombre estaba allí sentado. Resultaba ser el hombre de seguridad que la empresa había contratado por los múltiples vandalismos que habían sufrido años anteriores.
—Dylan — llamó Peter —Vamos a usar la sala.
El guardia se volteó en su silla giratoria. Al principio estaba serio y con el entrecejo fruncido. ¿Quién no lo estaría? Su trabajo consiste en estar todo el día sentado viendo monitores.
Su postura se relajó al ver a Peter y con una sonrisa se levantó.
—Toda suya.
Esperaron que el tipo dejara la sala para poder tomar asiento y empezar.
«Todos aquí me tienen respeto»
Noah recordó las palabras de Peter hace unas semanas atrás. Estaban discutiendo sobre los nuevos empleados, y de la nada surgió el tema y el ego de Peter parecía crecer.
Ahora lo comprendía.
Peter oprimió unos botones y entró al menú. Lo hizo tan rápido que segundos después de estar buscando entre grabaciones de días pasados; dio con el objetivo principal, el único problema era que no tenía audio.
El vídeo comenzó y la cámara parecía temblar por un momento. Un hombre de estatura media y vestido de negro cayó.
Allí estaba la razón del hoyo en el techo.
Como si nada se levantó y se dirigió adentro, no pasó ni diez segundos cuando otro hombre apareció desde el pasillo; era alto, cabello largo.
Por su espalda apareció aquel hombre de negro y lo golpeo con un palo en la cabeza. La víctima cayó al suelo, aturdido intento levantarse, pero otro golpe dirigido a su cabeza lo hizo caer de nuevo y eso fue suficiente para que quedara inconsciente. El ladrón sacó lo que parecía una cinta de embalaje y envolvió su cara.
Apareció una tercera persona. Una mujer; claramente era la hermana de Melanie. Por su estado debía tener entre siete meses de embarazo. Faltaba el audio, pero era claro que gritó. Ella fue golpeada y se desplomo en el sofá y fue llevada por ese hombre al pasillo.
Era tanta maldad en sólo tres minutos...
—¡Dale pausa! — gritó Peter —Mira, es... Una sombra — apuntó una parte de la habitación. Claramente se veía una figura humana.
—Sí ¿Y?
—Noah enchúfate. Es una sombra, había alguien más allí...
—Tal vez es un reflejo, ya sabes de un árbol.
—No, no lo es — contradijo.