Capítulo 3
Kate
Al despertar agarro mi celular, son las nueve de la mañana. Veo los mensajes del grupo de WhatsApp de la fiesta de Kim y es ahí cuando me entero que la había suspendido. Las personas le preguntaron que por qué había tomado esa decisión pero ella no respondió nada, entonces decido llamarla pero no me contesta. Debe haber pasado algo muy malo para que ella suspendiera su fiesta, le hacía mucha ilusión, además, conociendo a Kim sé que ella no haría eso por nada del mundo, o sea que algo muy grave debe haber pasado. Me levanto de la cama, me visto, bajo a desayunar y veo a mi madre.
-Buenos días- Le digo.
-Buenos días. ¿Cómo amaneciste?
-Bien, pero ahora estoy un poco preocupada.
-¿Por qué, pasó algo?
-Kim suspendió su fiesta de cumpleaños. Algo malo debe haber sucedido.
-Bueno, entonces desayuna y ve a su casa, y de ser así apóyala en lo que puedas.
Corrí a la mesa y solo me tomé el café con leche. Cogí el celular y la cartera, me despedí de mi madre y me fui. Decidí no ir con el chofer, y tomar el bus, sonará extraño pero casi nunca voy con mi chofer cuando salgo. Ni siquiera a la escuela, solo si voy retrasada. Desde pequeña me gusta mucho el bus de dos pisos, por lo que es mi medio de transporte habitual. Al montarme me siento. Voy mirando por la ventanilla y veo el hermoso paisaje característico de Londres, el cual está amenizado por flores y rincones verdes esmeradamente cuidados. Luego de un tiempo llegó el momento de bajarme en la parada que queda exactamente a dos cuadras de la casa de Kim. Al llegar me recibe Carmen y me dice que nadie se encuentra en la casa debido a que todos habían salido temprano. Respiré hondo y me fui, estaba preocupada por mi amiga quería saber que estaba pasando. Decidí ir al Tower Bridge que me quedaba relativamente cerca de ahí. Ese siempre fue uno de mis lugares favoritos en la cuidad, siempre voy allí, cuando estoy triste o preocupada, como ahora, pues es un lugar que me transmite energía positiva.
Al llegar me detengo, me recuesto a la baranda y me pongo a divisar el hermoso paisaje que desde allí se veía. Hace frío, el otoño siempre es así, las temperaturas oscilan entre los 8 y los 19 grados. Yo siempre he sido bastante friolenta para ser inglesa y haber vivido siempre aquí. Hay tanto aire que mi cabello rubio cubre mi rostro. Me giro para acomodarlo y en frente veo a Richard. Cruzo pues él no me había visto y lo saludo.
-Hola Richard.
-Hola. ¿Eres Kate, la amiga de mi hermana, verdad?
-Sí, soy yo. Fui a su casa pero Carmen me dijo que habían salido. Es que Kim suspendió su fiesta de cumpleaños y quería saber que había pasado. Que me imagino no debe ser nada bueno.
-La verdad no es nada bueno, ayer tuvimos una noche difícil.
-Sé que esto te puede sonar un poco fuera de lugar pues no nos conocemos mucho, pero, ¿podría saber qué pasó?
-Te voy a contar, eres la mejor amiga de mi hermana, y me imagino que debes estar preocupada…
Richard me contó todo lo que había acontecido anoche en su casa. Yo no podía creer lo que estaba escuchando. Ahora entiendo por qué Kim suspendió la fiesta, se asustó mucho y pasó un mal rato. Me imagino que deben estar pasando por un mal momento. Podía ver la tristeza en sus ojos y la desilusión que sentía cuando hablaba de su madre.
-Todo va a estar bien- Le dije mientras lo abrazaba.
-Gracias por escucharme, la verdad me siento mejor ahora, necesitaba desahogarme con alguien.
-Bueno, pues ya sabes, aquí me tienes para lo que haga falta.
-Gracias, eres muy linda.
Podía sentir como mis mejillas se sonrojaron al oír eso. Le di una sonrisa mientras lo miraba fijamente a los ojos. Cuando menos lo esperaba ya estaba perdida en el azul intenso de sus ojos. Él también me sonrió y acaricio mi mejilla con su dedo pulgar, sin darnos cuenta nos fuimos acercando hasta que nuestras respiraciones chocaron, estábamos demasiado cerca y de pronto me besó. Fue un beso intenso y lleno de deseo. Pude sentir como mi corazón se aceleraba y mi boca no quería dejar de tener contacto con la suya. Además mi cuerpo se estremecía al sentir su aliento mentolado y sus manos en mi cintura. Fue un momento perfecto, pero lamentablemente tuvo que terminar.
-¿Qué pasa? ¿No lo esperabas?- Dijo pasado unos segundos.
-No. La verdad es que no- Respondí con una pequeña sonrisa- Me tengo que ir.
-Está bien. Hasta luego.
Richard
En un beso sabrás todo lo que he callado
Una frase célebre de Pablo Neruda la cual tuvo sentido. En ese beso que le di a Kate traté de decirle todo lo que siento desde la primera vez que la vi. Ella despertó algo en mí que ninguna otra mujer había logrado. Kate con solo una mirada, un gesto o una palabra pone mi mundo de cabeza, ella es capaz de alegrar mis días más tristes y desaparecer el dolor y transformarlo en dicha. Me siento completamente enamorado. Su cabello rubio, sus ojos claros y su sonrisa me cautivaron. Kate me transmite paz, cuando estoy con ella, el mundo y los problemas desaparecen y solo quedamos los dos.
El día que la conocí, le cogí el teléfono a Kim y copié su número en mi celular así que le voy a escribir.
Al ver que está en línea mi corazón se acelera y empieza a latir desenfrenadamente y es ahí cuando le escribo:
Richard: - ¡Hola! Soy Richard. ¿Cómo estás?
Kate: - ¡Hola! Estoy bien. ¿Y tú?
Richard: - Bien. Me gusta mucho tu foto de perfil. ¿Eres tú?
Kate: -Claro que soy yo. ¿Quién va a ser si no?
Richard: -No sé. Pensé que era una prima tuya pues está preciosa.
Kate: -Bueno pues te puedo asegurar que soy yo, sobretodo porque no tengo ninguna prima.
Richard: -Está bien, yo te creo.
Kate: - Bueno, ¡buenas noches, descansa!
Richard: -¡Buenas noches! Descansa tú también.
Cuando terminé de hablar con Kate sentí que alguien estaba tocando la puerta, indiqué que podía pasar y entra Kim.
-Debes bajar, que papá quiere hablar con nosotros- Dijo ella un poco angustiada.
-Está bien, ahora voy.
Kim salió del cuarto como un bólido. Tristemente tuve que volver a la realidad de lo que estaba aconteciendo en mi vida luego de una tarde de ensueño. Al bajar veo a mi padre con sus maletas a un lado y solo atino a abrazarlo. Mi hermana se unió al abrazo y los tres teníamos lágrimas rodando por nuestras mejillas.
-Tienen que ser fuertes- Dijo él entre sollozos- Su madre y yo nos vamos a divorciar, hoy ya coloqué la demanda y cada cual habló con su abogado.
-¿Dónde vas a vivir ahora?- Preguntó mi hermana envuelta en llanto.
-Luego de ver a mi abogado me puse a buscar un lugar para vivir y después de mucha búsqueda encontré una casa con todas las condiciones para vivir.
-¿Pero nos vamos a ir a vivir contigo?- Le pregunté un poco intrigado.
-Si quieren pueden hacerlo, ya ustedes son mayores y pueden decidir. Yo creo que deberían quedarse a vivir con Natalia y me van a visitar cuando quieran.
-Te vamos a extrañar mucho papá- Dijo Kim y yo asentí.
-Hijos esto no es una despedida, yo voy a seguir siendo su padre y nos vamos a seguir viendo, no tienen por qué estar así.
Y dicho esto se despidió y se fue. Mi madre que ha estado todo el tiempo aquí, pero no dijo ni una palabra, nos comenzó a mirar fijamente. En sus ojos se veía reflejada una ligera tristeza. Su cara estaba demacrada y su cabello desarreglado. Se levantó y nos dijo en voz baja:
-No estén tristes.
-Mamá, yo no sé Richard, pero yo no puedo estar enojada contigo- Le dijo Kim con lágrimas en los ojos.
-Gracias por perdonarme hija. Te quiero mucho- Le respondió Natalia con una sonrisa triste.
-Yo no te puedo perdonar lo que le hiciste a nuestro padre. Respeto la decisión de Kim de perdonarte pero yo no haré lo mismo y mañana me voy a vivir con papá.
Cuando dije esto a mi madre se le salieron las lágrimas. Pero no me importó, a ella tampoco le importó nada cuando le estaba poniendo los cuernos a mi padre. Subí corriendo a mi habitación y vi que Kim estaba detrás de mí.
-¿Por qué eres tan insensible?- Me dijo gritando.
-¿Acaso ella es muy sensible?- Le respondí levantando un poco la voz.
-Ella lo está pasando fatal.
-El que la está pasando fatal es nuestro padre, ¿o acaso se te olvida que ella le puso los cuernos con un compañero de trabajo? Eso sí que lo disfrutó bastante- Le grité completamente fuera de control.
-¿No crees que estás muy mayor para esto? Estás actuando como un niño inmaduro que no quiere comprender lo que pasa.
-Yo si comprendo perfectamente lo que pasa. La que parece que no lo comprende o no lo quiere comprender eres tú. Te comportas como si te pareciera muy normal lo que mamá hizo.
-No. Yo sé que no es normal, ni tampoco estuvo bien. Pero ella va a seguir siendo nuestra madre pase lo que pase.
-Y yo no he negado eso simplemente no la pienso perdonar, y nadie me va hacer cambiar de opinión.
-Está bien. Sigue así. Yo me voy porque estás insufrible.
Kim entra en su cuarto muy molesta y da un portazo, yo hice lo mismo. Ya adentro agarro mi celular y llamo a mi padre.
Erick: -Hola.
Richard: -Hola papá. Quería avisarte que mañana me voy a vivir contigo.
Erick: -¿Y por qué no te quedas a vivir con Natalia?
Richard: -Porque no la pienso perdonar por lo que te hizo. Kim la perdonó pero yo no pienso igual que ella.
Erick: -Hijo, no debes declararle la guerra a tu madre. Esto es un problema entre ella y yo. La relación de ustedes con ella no debe verse afectada por esto.
Richard: -Papá, ella te engañó y tú me dices eso. Eres demasiado bueno. Pero te digo lo mismo que le dije a mi hermana: yo sé que ella es mi madre y eso no va a cambiar pero no pienso perdonar lo que te hizo.
Erick: -Está bien hijo. No voy a discutir contigo por eso. Ya eres un hombre y puedes tomar tus propias decisiones.
Richard: -¡Entonces mañana voy para allá!
Erick: -Okey, te espero con los brazos abiertos.
Richard: -Bueno, mándame la dirección por mensaje y mañana a primera hora estoy allí.
A los pocos minutos recibo la dirección. En ese momento decidí hacer mis maletas, y entonces mañana solo tendría que coger mis cosas he irme.
Kate
Me siento tan feliz. Richard me besó. Fue un momento mágico. ¡Cómo me hubiera gustado detener el tiempo en ese momento y quedarme ahí para siempre! La verdad es que nunca pensé que eso podría llegar a suceder me cogió de sorpresa. Me siento tan enamorada. Mi primera relación, y la única que he tenido hasta el momento fue con un compañero de clases llamado Boris. Él me hizo mucho daño, y honestamente no quiero pasar por algo así otra vez. Richard físicamente no es un hombre perfecto pero por lo menos para mí eso no es lo más importante, mi madre desde pequeña me enseñó que lo importante no es como se vea, sino como te trate, y siempre he pensado lo mismo.
Richard es un hombre bueno, amable, honesto y sensible. La verdad que tiene cualidades que pocos hombres tienen en estos tiempos, por lo que se podría decir que es una especie en peligro de extinción. No quería ilusionarme mucho pero ya veo que es un poco tarde. Para darse cuenta de eso solo hay que ver la cara de boba que pongo cada vez que estoy con él.
Aunque también estoy consciente de que Richard ahora no debe tener cabeza para una relación, esto del divorcio de sus padres y el motivo por el que fue lo ha afectado mucho y no es para menos. Por eso ahora debo apoyarlo incondicionalmente, y estar con él para lo que haga falta, demostrarle que lo quiero y que puede contar conmigo en las buenas y en las malas.
De pronto el teléfono suena y me devuelve a la realidad. Era una notificación de Instagram; ¨Richard Johnson comenzó a seguirte¨. En ese momento mi curiosidad fue más fuerte que yo y abro su perfil para ver que tiene publicado. Para mi sorpresa solo tiene una foto, la misma que nos enseñó Kim, del día que se graduó de master. Tiene 250 likes y 112 comentarios y hasta tiene más seguidores que yo. Mi celular comienza a sonar y era él, me estaba haciendo una video llamada. Antes de contestarle me acomodo un poco el cabello y mi blusa que estaba un poco desaliñada y entonces le contesto.
Richard: -Hola.
Kate: -Hola.
Tenía puesta una camiseta azul, su cabello estaba desordenado y en sus ojos se reflejaba una profunda tristeza.
Richard: -¿Qué tal?
Kate: -Bien. ¿Y tú? Se te ve un poco triste.
Richard: - Tienes razón, te mentiría si te digo que estoy feliz.
Kate: -¿Qué te pasó? ¿Me quieres contar?
Richard: -Te voy a contar, es que necesito hablar con alguien pues tengo todo atorado en mi garganta. Mi padre se fue hoy de la casa, le puso la demanda de divorcio a mi madre y por suerte puedo encontrar rápido un lugar donde vivir, en este momento se debe estar instalando allá.
Kate: -¿Y es solo por eso que estas así o hay algo que no me estás contando?
Richard: -¡Wow! Me conoces bastante bien.
Kate: -Es que eres muy transparente Richard. ¨Los ojos son el espejo del alma¨ y tus ojos me dicen que hay algo que no me contaste.
Richard: -Dices cosas muy bonitas. Podrías ser escritora. ¿Qué quieres estudiar una vez terminada la preparatoria?
Kate: -Literatura inglesa. Quisiera ser editora.
Richard: -Vas a ser muy buena.
Kate: -Gracias. Pero, ¿Qué pasa, no me quieres contar lo que te tiene tan triste?
Richard: -Es que no te quiero aturdir con mis problemas.
Kate: -Richard, tu no me aturdes con tus problemas. Yo siempre voy a estar para escucharte y ayudarte en lo que pueda. Tú eres una persona muy importante para mí.
Richard: -Muchas gracias Kate. Tus palabras me tranquilizan, pues por lo menos sé que hay alguien que me va a apoyar.
Kate: -Por supuesto.
Richard: -Bueno, lo que pasa es que Kim decidió perdonar a nuestra madre, pero yo no pienso hacerlo y mañana a primera hora me voy a vivir con papá, y esa decisión me llevó a una discusión muy fuerte con mi hermana.
Kate: -Richard, yo sé que ahora estás muy molesto con tu madre, y te entiendo, pero no puedes pensar las cosas en caliente. Mañana ve a vivir con tu padre, está bien, pero trata de allá pensar las cosas un poco más, porque Natalia va a seguir siendo tu mamá y no puedes estar enojado con ella toda la vida.
Richard: -Tienes razón. Voy hacer lo que dices, en casa de mi padre voy a tratar de pensar las cosas con calma. Y nuevamente muchas gracias por tus consejos. ¿Cuánto le debo por la consulta psicóloga Kate?
Kate: -Bobo.