Capítulo 5
Kate
Los días se me han pasado rapidísimo. No he podido ver más a Richard solo por video llamada. Tengo muchas ganas de abrazarlo y besarlo.
Ya es sábado, y me alisto para ir a casa de Rachel. Richard y yo vamos a ir juntos, él me viene a buscar. Todavía nadie sabe lo de nosotros y preferimos que sea así hasta que pase un tiempo, por ir juntos a la fiesta no creo que nadie sospeche. El pool party va a ser de día ya que por la noche Rachel va a ir a cenar con sus padres, aunque no creo que sea muy oportuno pues conociéndola va a beber de más y va a estar ebria para la noche.
Me puse un bikini negro, y encima llevo puesto un vestido playero que va a juego con este. Cuando estoy terminando de recoger mis cosas me asomo a la ventana y veo que Richard ya estaba abajo esperándome. Bajo las escaleras corriendo, salgo de la casa y corro hacia sus brazos. Nos dimos un abrazo muy fuerte y nos besamos, fue un beso largo, desenfrenado y lleno de deseo. Al montarnos en su auto me da un beso en la mejilla haciendo que me estremezca aún más de lo que ya estaba.
-¿Cómo has resistido todos estos días sin mí?- Dijo él con una sonrisa pícara.
-Casi ni me di cuenta- Mentí con una sonrisa de boca cerrada.
Richard se acercó a mí, puso su mano en mi entrepierna y me susurró al oído:
-No seas mentirosa- Y me mordió el lóbulo de la oreja.
-Yo no digo mentiras, es la pura verdad- Dije mordiéndome el labio inferior.
-¿Entonces por qué te estremeces cada vez que te doy un beso?
-Vamos para la fiesta que ya estamos retrasados- Dije queriendo esquivar la situación.
-Está bien- Dijo él- Pero esto no se va a quedar así.
Por el camino me entretuve mirando a las personas, autos y árboles pasar a mi lado, no me cansaba de admirar el hermoso paisaje de la cuidad y como el más insignificante espacio libre sirve para hacer un precioso jardín. Al llegar a casa de Rachel al primero que vemos es a Robert.
-Hola- Dijo Robert con una sonrisa.
Richard y yo lo saludamos amablemente y yo le pregunté:
-¿En dónde está Rachel?
-Ya deber estar en la piscina, así que búscala allá- Dijo apuntando con su dedo en esta decisión.
Richard y yo fuimos a saludarla. Ella estaba en el borde de esta, con un bikini de flores.
-¡Feliz cumple amiga!- Le dije con una gran sonrisa.
-¡Felicidades Rachel!- Dijo Richard.
-Gracias amigos- Dijo ella- Dejen sus cosas en la sala que la piscina los espera.
Me dirigí a la sala donde me quité mi vestido, lo puse dentro de mi cartera, y la deje encima de una silla, pues sabía que no había peligro de que se perdiese nada.
-¡Qué bien te queda ese bikini!- Dijo Richard a mis espaldas.
Yo le sonreí, podía sentir como mis mejillas estaban sonrojadas y me fui a darme un chapuzón. La casa estaba llena de personas. No puedo decir que soy amiga de todos pero si los conozco pues son compañeros de la escuela, la única que falta es Kim, que lo está pasando fatal, el hermano lo está tratando de sobrellevar pero sé que en su interior también esta devastado.
-Kate, ¿Qué quieres de beber?- Me pregunta Rachel.
-Una cerveza- Dije con mucha seguridad.
Sé que es un poco temprano para empezar a beber, pero estamos de fiesta y hay que pasarla bien. Rachel me dio la cerveza y nos sentamos juntas. Ella tenía un vaso de whiskey en la mano.
-Bueno, ¿y que es de tu vida?- Me dice ella muy alegre, por lo visto ya tenía bastante alcohol dentro.
-No hay nada nuevo, ya sabes… todo es, lo mismo- Y bebí un gran trago de mi cerveza.
Luego de un rato, sin darme cuenta ya me había bebido dos cervezas y dos whiskeys, para muchos será una exageración pero yo no estoy muy acostumbrada a beber y cuando lo hago al instante me lo siento. La música estaba muy alta y todos estaban bailando, yo agarré otro vaso de whiskey y me fui a hacer lo mismo. Me empecé a mover al ritmo de la música, mis caderas se movían casi por si solas por todo el alcohol que estaba consumiendo. Estaba empapada por el agua de la piscina, pero aún así seguía bailando. En mi campo de vista aparece Richard quien me estaba mirando fijamente con una risa pícara mientras bailaba. De pronto aparece Robert y me pide que baile con él a lo cual yo accedo.
Robert y yo empezamos a bailar. Él me agarraba por la cintura y yo me pegaba cada vez más. Podía sentir mi cabello mojado como rosaba sobre su torso. En mi mente tarareaba la letra de la canción que estaba sonando en ese momento, no quería hacer más nada que bailar. De pronto aparece Richard y le pide a Robert que lo deje bailar conmigo y él accede. Este se pega a mí y me agarra por la cintura tal y como lo estaba haciendo Robert.
-Sigue jugando con fuego que te vas a quemar- Me dijo él al oído.
-¿Estás celoso?- Susurré.
-¿Cómo estarías tú en mi lugar?
-No sé, no he pensado en eso- Le dije con una risa burlona.
-No puedes seguir bebiendo, tu no estas acostumbrada a eso.
-Porque tú lo dices- Dije riéndome aún más fuerte.
-¿No te cansas de provocarme?
-Sabes que no- Le dije con una sonrisa.
En ese momento hubo un silencio entre los dos. Mi cuerpo se seguía moviendo provocativamente y mi mente se volvió a concentrar en la música. Estaban poniendo una de mis canciones favoritas para bailar. De repente aparece Rachel.
-Ven a bailar conmigo- Dijo ella sonriendo.
Me solté del agarre de Richard, le di una mirada rápida y me fui con Rachel. Las dos nos pusimos a bailar, a tomar y hablar.
-¡Estás peligrosa! ¡Quién lo diría!- Exclama ella a toda voz.
-¡Estás loca! ¿De qué hablas?
-Te vi ahí muy pegada a Richard, ¿te gusta?
-No digas bobadas- Dije en un tono un poco burlón.
-Yo podré estar un poco pasada de tragos, pero no estoy loca. En tus ojos puedo ver que te gusta, admítelo ya.
- Ya te dije que no me gusta, solo estábamos bailando.
-Sí, pero se les veía muy íntimos.
Negué lo que me estaba diciendo y seguí bailando. Llegó un momento en el que ya me sentía un poco cansada de tanto bailar y tomar, por lo que me fui a la sala y me senté en donde estaban mi cartera y mi vestido.
Desde ahí podía ver a las personar bailando, tomando, a otras en la piscina, en fin todos se divertían a su manera. Rachel estaba bailando con Kevin, un compañero de nosotros desde la secundaria. Agarré mi celular y decidí publicar en Instagram y Facebook unas fotos que me había tomado con Rachel y Robert, con el hashtag pool party. Luego de esto me puse mi vestido y fui al jardín a tomar un poco de aire fresco. Me senté en un columpio que había allí y me puse a admirar el hermoso entorno.
El jardín de Rachel era precioso, tenía sembrado muchos tipos de flores pero sobre todo rosas rojas, que sé que siempre han sido sus favoritas. La verdad es que son muy lindas, de hecho a mi todas las flores me parecen preciosas, por lo que no podría decir cuál es mi preferida, a mí me gustan todas. La belleza del lugar me dejó fascinada, era completamente de ensueño, el jardinero que cuidaba de este lugar era todo un artista, ya que este hablaba por sí solo.
Por un momento aparece Robert en mi campo de vista. Él se acerca a mí y se sienta a mi lado.
-¿Por qué estás aquí?- Pregunta él con una sonrisa de boca cerrada.
-Quería salir a coger un poco de aire. ¿Y tú?
-También. ¿Y cómo la estás pasando?
-Muy bien, ¿y tú? Por lo visto acabas de salir de la piscina, estás empapado.
-Así es- Dijo riéndose- ¿Has bebido mucho?- Me preguntó.
-Bueno…, no te puedo negar, que me he pasado un poco con el trago- Dije riéndome.
Robert me devolvió la risa y estuvimos unos minutos en silencio. Hasta que por fin él dijo algo.
-Kate, necesito decirte algo- Me dijo con un tono serio.
-¿Pasa algo?- Digo preocupada.
-Sí, pasa algo. Pasa que estoy cansado de esconderlo. Sé que seguramente ni tu ni nadie se ha dado cuenta pues como ya sabes siempre he sido muy discreto para esas cosas, pero Kate, estoy enamorado de ti, siempre lo he estado. Eres mi primer pensamiento del día, te juro que he tratado de olvidarte, de sacarte de mi cabeza, pero no he podido, he hecho todo lo posible, pero todo intento ha sido en vano.
Al oír eso me quedé estupefacta. No podía creer lo que estaba oyendo. Robert es amigo mío desde hace mucho tiempo, siempre supe que me quería pero no de esa forma. Las palabras no salían de mi boca, era como si se me hubiera olvidado hablar. De mi cabeza no salían sus palabras para confesarme lo que sentía. Tenía que decirle algo, ¿pero qué? Si me quedé completamente muda, tenía que decirle la verdad pues no pensaba traicionar a Richard. Lo miré y vi que sus ojos no se despegaban de mí, estaba seguramente esperando una respuesta. De pronto aparece mi novio en mi campo de vista, yo lo vi, pero Robert no. Richard se queda parado mirándonos, y él se ve impaciente y me besa. La verdad es que no me esperaba eso, intenté suavemente separarlo de mí pero no pude. El beso era desenfrenado y lleno de pasión. En ese momento siento como unas de sus manos agarra mi cintura y con el dedo pulgar de la otra mano acaricia mi mejilla.