Capítulo 8
Richard
El tiempo ha pasado demasiado rápido. Hoy es el juicio. Estoy muy nervioso, sé que el abogado preparó muy buena defensa, pero, es muy difícil no estarlo. Todo este tiempo he seguido viviendo con mi padre, uno que otro día he ido al apartamento nuevo, pero no me quedé pues quería estar cerca de él para no sentirme tan solo. Tampoco he conseguido trabajo, en fin, mi vida ha sido un completo desastre este último tiempo.
Decido ponerme un pantalón de mezclilla negro y una camisa blanca. Cuando estoy terminando de alistarme, mi padre toca la puerta y le digo que pase.
-¿Estás preparado?- Dijo él con una sonrisa triste.
-Supongo- Dije un poco inseguro.
-Mente positiva y verás que todo va a salir bien, vamos a probar que fue un accidente.
-Así será- Dije con lágrimas en los ojos.
-Ya nos tenemos que ir.
Dicho esto salimos del cuarto y nos montamos en el auto. Esta vez papá iba a manejar pues no creo que estuviera en condiciones de hacerlo. Al llegar al juzgado mis manos comenzaron a sudar y mis piernas a temblar. Era un manojo de nervios.
A una de las primeras personas que vi fue a Kate, que no me dijo nada, solo me dio una mirada triste. Me senté en mi lugar correspondiente junto con el abogado. El juez ya estaba allí. Era un señor mayor, de pelo abundante y canoso, ojos negros y piel un poco arrugada. Estaba muy serio, y por un buen tiempo me miró fijamente.
Unos minutos después de estar allí comienza el juicio y el juez, luego de dar la introducción al caso, le cedió la palabra al abogado que estaba en mi contra el cual se encontraba a una pequeña distancia de mí.
-Buenos días señor juez- Dijo poniéndose de pie- Primero que todo, quiero aclarar que el demandado; Richard Johnson, es el culpable de la muerte de Robert Rivero. Este tras un ataque de furia por ver a su novia; Kate Underwood, besándose con Robert requirió a la violencia para, según él, darle una lección. Richard alega que todo fue un accidente, una fatalidad, que no tenía intención de que las cosas terminaran así- Hizo una pausa y continuó- Pero, su excelencia, no se deje engañar, pues delante de nosotros tenemos a un hombre que se deja llevar por la más mínima sensación de rabia, celos o cualquier otro sentimiento abrumador, para recurrir a la violencia física, dicho también por los testigos que fueron citados a la comisaría a declarar en este último tiempo, y lo puedo probar pues aquí tengo las declaraciones- Dijo entregándole estas al juez- Por lo que puedo afirmar que el demandado es culpable de este homicidio.
Al oír esto apreté mis puños lo más fuerte que pude y traté de canalizar mi furia pues sabía que no me convenía decir nada. Me sentía furioso y a la vez decepcionado, pues todos los que pensé que eran mis amigos me habían culpado en sus declaraciones.
-¿Qué se considera usted? ¿Culpable o inocente?- Dijo el juez mirándome con desdén.
-Inocente- Dije con voz firme.
-Le cedo la palabra al abogado del demandado- Dijo él con seriedad.
-Buenos días señoría. Mi cliente, aquí presente no es un asesino, como afirma el licenciado Fuentes- Dijo apuntando hacia este- Richard Johnson tras ver a su novia besándose con Robert Rivero acudió a la violencia física, sí, pero no tenía intenciones de matarle. Don Rivero respondió al golpe que mi cliente le dio, y Richard en defensa propia lo empujó. Al Robert perder el equilibrio cae al suelo, se golpea la cabeza y muere al instante, pero de forma accidental.
-¿Puede usted probar lo que está diciendo?- Dijo el juez mirándolo directamente a los ojos.
-Por supuesto, aquí traigo un video que si usted me permite quisiera mostrarle- Dijo sacando una Tablet de su maleta- Este prueba que esa muerte que muchos alegan que fue intencional, no lo es.
Mi abogado le entregó la evidencia y se volvió a acercar a mí.
-Con este video vamos a lograr probar que eres inocente. Todo estará bien- Me susurró.
Le di una pequeña sonrisa y dirigí mi vista hacia el juez. Su mirada estaba totalmente vacía, no se podía descifrar nada a través de ella.
-¿Tiene algo más que alegar en defensa de su cliente?- Dijo este sin mostrar ningún tipo de emoción.
-Si- Respondió el abogado- Como usted debe saber, Richard Johnson, no cuenta con antecedentes penales. Además, en todas las declaraciones no lo acusan de la penosa muerte de Robert Rivero, hay personas que también afirman que fue un accidente, y aquí traigo esas declaraciones- Dijo entregándoselas al juez.
En ese momento sentí un pequeño alivio, no todos habían declarado en mi contra, pero, ¿Quiénes habían declarado a mi favor?
-Tiene la palabra el señor fiscal- Dijo el juez alzando la voz y sacándome de mis pensamientos.
-Su excelencia, con todo lo dicho en este juzgado por ambas partes, y las evidencias anteriormente mostradas, puedo alegar que Richard Johnson debe tener la pena mínima, pues a pesar de ser un accidente terminó en la muerte de un joven. Estamos en presencia de un homicidio no culposo, y no creo que se deba pasar por alto.
-¿Cómo puede ser posible que esté diciendo eso? ¡Este hombre es un asesino!- Gritó la madre de Robert totalmente fuera de control.
-¡Orden en la sala!- Dijo el juez golpeando fuertemente con el mazo.
-¿Pero cómo va a permitir esto? ¡Richard Johnson debe estar por el resto de su vida en la cárcel!- Continuó gritando.
-¡Señora cálmese o me veré obligado a expulsarla!- Hizo una pausa y devolvió su mirada al fiscal- ¿Más nada que decir acerca de este caso?- Le preguntó.
-No señoría, es todo por el momento.
-Hacemos un receso de diez minutos, le pedimos por favor esperen afuera, y cuando vuelvan ya tendremos una decisión para este caso- Dijo el juez con voz gruesa.
Poco a poco las personas fueron saliendo de la sala hasta quedar todos por los pasillos del juzgado. Me senté solo pues no me dejaban hablar con nadie.
Kate
Richard se ve muy triste y preocupado. Sé que no estamos en nuestro mejor momento pero se me aprieta el pecho de verlo así. Parece que las palabras de Paris me ablandaron un poco. Quería ir a decirle algo. El problema era mi madre. Estaba sentada a mi lado, y estoy convencida de que no me dejaría hablar con él. Me había quitado el castigo hacía dos días pero eso no significaba que se le hubiera olvidado todo lo que pasó y mucho menos que hubiera perdonado a Richard.
Yo había pensado mucho en todo lo que había pasado, y en lo que me había dicho Paris, y estaba dispuesta a perdonarlo, de hecho fui una de las personas que declaró a su favor.
-¡Ya está bien!
-¿Qué pasa?- Exclamó mi madre.
Ups, al parecer lo había dicho en voz alta.
-Mamá voy a hablar con Richard y no vas a detenerme- Dije en voz baja.
-No vas a hacer eso Kate. Ese hombre es un asesino- Exclamó ella- Además el guardia no…
En ese momento ignoré lo que estaba diciendo mi madre, me levanté de mi asiento y me dirigí hacia donde él se encontraba.
-Buenos días señor Erick. ¿Podría hablar un momento con su hijo?- Dije amablemente.
-Por supuesto, y por favor, no me llames señor- Dijo con una sonrisa.
-Está bien, lo tendré en cuenta.
Erick se levantó rápidamente y se alejó de nosotros, y Richard se me quedo mirando con una cara de; ¿Qué haces?
-Necesitaba hablar contigo- Le dije un poco afligida.
-El señor Johnson no puede hablar con nadie en estos momentos- Dijo un oficial, que estaba parado detrás de mí.
¡Mierda! Se me había olvidado que el demandado no puede hablar con nadie en el juicio. Voy a tener que esperar para poder hablar con él.
-Disculpe oficial, no volverá a pasar.
En ese momento aparece mi madre en mi campo de visión, quien no se veía muy feliz. ¡La que me espera cuando llegue a casa!, pensé, mientras ella se disculpaba también con el oficial.
-¡Por favor entren todos, para que el juez les informe sobre su decisión!- Dijo este con voz gruesa.
Y cuando todos estábamos presentes comenzó. Y no quería ser pesimista pero por su rostro no se veía que la decisión fuera muy buena para Richard.
-Nuevamente, buenos días a todos los presentes- Dijo este seriamente- Luego de analizar detalladamente este caso, de escuchar lo que ambas partes plantearon y de ver las evidencias anteriormente mostradas, hemos tomado una decisión. Como decía el fiscal, estamos en presencia de un homicidio no culposo, el cual no pasaremos por alto. Teniendo en cuenta que el demandado no tiene antecedentes penales, se le otorgará la pena mínima, por lo que Richard Johnson deberá cumplir dos años de privación de libertad por la muerte de Robert Rivero. El señor Johnson será transportado a la cárcel donde cumplirá su condena una vez terminado este juicio.
-¿Cómo es posible? A este hombre se le debe otorgar cadena perpetua- Decían escandalizadas varia personas, entre ellas mi madre.
-¡Orden en la sala!- Exclamó el juez golpeando con el mazo.
No podía creer lo que estaba oyendo, Richard iba a estar dos años en la cárcel.
Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, quería que todo esto fuera una pesadilla y despertar en este momento, pero desgraciadamente no podía, esta era la cruda realidad.
-Sin más nada que alegar acerca de este caso, doy por terminada la sesión- Dijo el juez fríamente.
En ese momento todos comenzaron a salir de la sala, y tuve que ver como dos policías esposaron a Richard y se lo llevaron envuelto en llanto de aquel espantoso lugar. Por un momento nuestras miradas se cruzaron, ambos teníamos los ojos llenos de lágrimas. Lo estuve observando hasta que desapareció de mi campo de visión, y mi madre apareció.
-Vámonos- Dijo ella furiosa.
Le torcí los ojos y salí como un bólido de allí. Me monté en el auto y le dije al chofer que me llevara a casa. Al llegar subí a mi cuarto y me encerré, no tenía ganas de discutir con mi mamá cuando llegara. Sabía que el momento de la discusión iba a llegar, solo quería aplazarlo un poco.