CAPÍTULO
El capitán Álvaro salia del bar de aquel hotel, bien tomado, bien bebido, y sin imaginar lo que la niña de su exnovia y ahora ya ex señorita Monserrat, le había pasado a ser con el mejor amigo de este, con el mejor amigo del capitán Álvaro, él iba tropezando paso a paso dado, y se preguntaba así mismo porque él no hubo de ver, más, al Capitán Alcibiades por el bar, a lo que pensaba de inmediato que posiblemente y más que nada, lo más seguro era que su cuate El capitán Alcibiades estuviera, ya bien dormido en la habitación misma, ya de aquel lugar de hospedaje que tenían ambos, en ese hotel de cinco estrellas, afamado y reconocido, de fama mundial hotel holiday inn, lo que no sabía El capitán Álvaro era que él sabía que Montserrat, era cómo era pero realmente no sabía lo que era capaz de hacer Monserrat, y que ya lo había hecho, Monserrat se acababa de tirar al mejor amigo del capitán Álvaro, al joven Alcibiades, al ingenuo de Alcibiades.
El capitán Álvaro se sentía feliz no solo porque había estado bebiendo, hasta haber quedado bastante ebrio, sino porque había hecho un vuelo desde la ciudad de Toluca, había hecho junto con el capitán Alcibiades un vuelo instrumental toluca-méxico y posteriormente un México - Tucson, por lo que se sentía feliz, se sentía contento, pues se estaba realizando como todo un piloto aviador de learjet, El capitán Álvaro recordaba a Monserrat y solo se pasaba a reír de buena gana, por lo que su nena había hecho en ese bar, El capitán Álvaro recordaba con una sonrisa la escena de Monserrat en aquel bar, en aquel lujoso bar, y él solo se reía, estaba contento pues él se sabía aviador, pues él se sabía un profesional de la carrera que el tanto había amado, y qué tanto amaba desde pequeño, al sentirse realizado cómo profesional y a sentirse realizado en el amor de pareja, con su novia Montserrat, era que se sentía embriagado por una felicidad indescriptible, sin pensar siquiera en que todo ese espectáculo que había hecho en el bar su nena, y novia Monserrat, Era que tenía un objeto, un objetivo, una razón, un motivo, un porque, y que no había sido un juego sino una trampa para cazar al león, y qué ese el león era el El capitán Álvaro, El capitán Álvaro una vez que abandonó el bar se dirigió a la administración del hotel en dónde le solicitó a la encargada le diera las llaves de la habilitación 727, la señorita las encontró y se las paso a entregar en sus manos al beodo del capitán Álvaro, quien de inmediato las tomo, y las tomo con una habilidad qué sorprendían a la joven recepcionista, y está hizo un comentario al respecto por lo que le pasaría a decir al joven Álvaro :
el capitán solo se reía de buena gana y de inmediato respondía un tanto sarcástico
La señorita de recepción contestaba con una sonrisa :
El capitán Álvaro le entraba a la conversación pues se sentía picado por la joven recepcionista
En fin así son los aviadores, así eran, y así serían pero muchas veces los golpes de la realidad, a estos y a como a cualquier otro profesionista, Y también como a todo ser humanos, sucedía que los golpes de la vida así como los golpes de la realidad los pasaban a ubicar, y este golpe de la vida se lo había dado su misma novia la señorita Monserrat, esto debido a su personalidad totalmente posesiva, de ella para con el joven aviador, así se manejaba siempre con respecto de Álvaro, y Álvaro todavía no sabía eso que su noviecita le acababa de hacer, Monserrat le acababa de dar una desconocida del tamaño del universo.
El capitán Álvaro subía por el elevador, él separaba firmemente frente de la puerta de este, en frente de la puerta de aquel elevador lujoso de Gran turismo, que debido al tamaño de la puerta Álvaro podía ver entre su borrachera, que era un elevador bastante espacioso y confortable, Álvaro solo extendía su brazo derecho y con el dedo índice de su mano de ese brazo, se dispuso a presionar el botón con el cual se abriría la puerta del elevador, la puerta cedía y se abría, El capitán Álvaro ingresaba siempre van boleando de un lado para otro, de repente volvía a pensar en Monserrat su novia, él no sabía dónde estaba ella ni en donde se había hospedado, y cuando Monserrat le cayó por sorpresa al joven Álvaro, y al ingenuo Alcibiades, en aquel bar de Gran turismo del hotel en dónde se encontraban, hospedados, simplemente como el capitán Álvaro comenzaba a sentir los efectos del alcohol, no le pregunto, esto último a Montserrat, y más que nada no le había preguntado esto a ella, porque Álvaro la conocía bastante bien, Álvaro tenía bastante conciencia de cómo pudo, haber reaccionado Monserrat ante todo esto, Y es que Álvaro le tenía un inmenso amor a Montserrat, pero también le tenía miedo, él sabía que por cualquier cosa Monserrat explotaba, así cómo así, por eso Álvaro decidió que en aquel instante lo mejor aquella tarde noche, habría sido ese hecho de solo seguirle la corriente a Monserrat, fue por esto aquí recientemente dicho, y porque él estaba tomado, que había sido por estas dos razones que no le había hecho, Álvaro a Monserrat cuestiones tan básicas, para cualquier otro miembro de alguna pareja de enamorados.
El capitán Álvaro llegaba por fin hasta la habitación 727, que tenía el número del equipo de vuelo boing - 727 ,Y eso le daba risa al capitán, El capitán tenía entre sus manos las llaves de aquella habitación 727, pues él se las acababa de pedir a la recepcionista en la recepción, de aquel hotel de Gran turismo, El capitán Álvaro con su mano derecha pasaba a introducir la llave, en la chapa de la puerta, y la girada mientras que con la mano izquierda empujaba aquella puerta hecha del material de la madera, que según se podía ver y para quien tuviera conocimiento de ello, la madera que habían utilizado en su construcción, era la que provenía del cedro, pues ocurría que estaban en un hotel de cinco estrellas, en un hotel de Gran turismo, la puerta y ellos estaban en si, dentro del holiday inn plaza Tucson.