Buscando estrategias

Estaba echado en mi cama, pensando en la manera de acercarme a manzanita, pero todas las ideas que se venían a la mente eran tan comunes. Y esa mujer, de común, no tenía ni un pelo. Debido a que no se me ocurría algo impresionante, decidí probar con algo que no había intentado desde la secundaria, empezar una conversación preguntándole por las tareas. Sí, así de original. No podía negar que era una buena forma, pues no levantaría sospechas y pensándolo bien sí tenía algo que preguntar. Sin más demora, abrí Messenger en mi celular y busqué su nombre. Para ese tiempo, nos habíamos tenido que agregar en Facebook e incluso en WhatsApp.

Yo: Hola…—quería golpearme contra la pared. Ella no demoró mucho en responder.

Nina: Hola? —ella no estaba cooperando. Bien, al parecer yo tendría que dar el paso.

Yo: ¿Cómo estás? –alguien dispáreme.

Nina: Bien…mira no quiero ser cortante ni nada por el estilo, pero… ¿deseas algo? No eres el primero que empieza una conversación con hola seguido de cómo estás. Algo típico—listilla, pensé. Por qué cuernos me gustaba.

Yo: Intentaba ser un compañero preocupado y tener una conversación normal, pero en vista de que no estas por la labor… ¿me podrías explicar cuál es la tarea de la página 123? Siendo sincero no entendí.

Nina: Lo siento…no quería sonar borde…no tienes por qué pagar mi mal humor y seguro que puedo ayudarte con la tarea. Te parece si te mando un audio por WhatsApp. Aquí los audios son de 1 minuto y la explicación es de más.

Al fin. Tampoco era un fan de hablar por Messenger, pero por algo se tenía que empezar.

Yo: me parece perfecto. En realidad, prefiero usar WhatsApp…

Nina: yo también. En fin…ahora te mando la explicación—no, no permitiría que se terminara ahí. Pero tampoco quería asustarla.

Yo: oye…eh…no quiero ser indiscreto, pero comentaste que estabas de mal humor ¿es por lo de la mañana?

Nina: Samara diciéndome mis verdades. Tal vez…no lo sé. Es complicado.

Yo: puedes confiar en mí. Soy altamente confiable.

Nina: sí seguro…pero no voy contándole mis cosas a un extraño.

Yo: Auch…eso dolió.

Nina: lo siento, pero no me es fácil confiar en los demás. No es contigo. Aun así, gracias por preguntar. Son pocas las personas que realmente consideran que yo también tengo sentimientos.

Yo: Samara solo estaba enojada porque no estabas de acuerdo con sus opiniones. No creas en lo que te dijo.

Nina: no puedes saber si lo que dijo es mentira. Sé que la mayoría del aula cree que soy sobrada y altiva. No tengo porque ir demostrando como soy, solo para complacer a quien no le caigo. Y si mas no recuerdo, tú eras uno de esos chicos que a veces me miraba como si no me soportara.

Yo: bien, lo admito. En mi defensa, tu actitud no ayuda. Y aunque eres reservada, he podido ver un poco más allá de esa fachada presumida que proyectas.

Nina: no lo creo…y no es un tema que quiera discutir contigo. No somos amigos. Adiós, ahí te mando la explicación.

Yo: vi tus lagrimas retenidas y talvez quiera ser tu amigo, pequeña manzanita presumida.

Nina: ¿cómo me llamaste?

Yo: vuelve a leer el mensaje. No voy a repetirlo y ahora el que te dice adiós, soy yo.

Bueno, ahora no sabía si había la posibilidad de ser amigos o ella me pondría en su lista negra. Pero tenía dignidad.

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Volví!!! Estaba de fiesta!! Nah....un poco. Aquí les dejo un nuevo capítulo. Espero les guste. Si es así dejen sus comentarios y sus estrellitas. Gracias y espero que hayan pasado unas buenas fiestas. Bendiciones :)