Verdades

Al día siguiente en la universidad solo tuvimos dos horas de clase en la cual éramos compañeros de grupo. Me senté a su lado, no importándome las miradas interrogantes que pudieran lanzarme. Sin embargo, no quería hacerla sentir incomoda, así que conservé mi distancia. Además, me percaté de las miradas no muy agradables de mi club de fans hacia ella. Mi oportunidad de hablarle llegó cuando nos encomendaron hacer el modelo del tríptico para nuestra presentación.

—Te parece bien que me pase por tu casa a las 3—comenté dividiendo la información.

—Seguro. No le veo el problema. Más bien, ¿Qué necesito? Lo básico supongo. Pinceles, acuarelas, esas cosas…

—La tarea de arte consiste en dibujar un paisaje o me estás pidiendo clases serias de arte.

—Ambas. Primero quiero que me ayudes con la tarea y luego con las clases.

—Y no sería mejor matricularte en un instituto de dibujo y pintura.

—He visto que tienes un talento natural para el arte o ¿no te sientes capaz de enseñarme? Además, ya estoy en un instituto de idiomas.

—Yo igual, te he visto ¿sabes? El año pasado—me miró como si intentara recordar algo—. Ah…tú eras el chiquito que casi se cae con todo y silla, ¿verdad?

—No fue gracioso.

—Para mí sí.

—Entonces si me habías visto. Ya ves como no te soy indiferente.

—Yo tampoco te soy indiferente, ¿cierto? –preguntó con chulería—. Al menos ahora que he cambiado—rodó los ojos—. Crees que no me he dado cuenta como los hombres me miran. Como si fuera un dulce recién salido al mercado; y solo porque bajé de peso y moldeé mi cuerpo.

>>Porque te ha puesto que si fuera la chica que viste por primera vez en aquel examen de postulación ni siquiera llamaría tu atención o la de los demás. No juzgo a nadie, pero ambos sabemos como es la sociedad con los estereotipos. Que si eres muy flaca, que si estás gorda, que si eres chata o muy alta. Los hombres que me miran no ven más allá de mi actual físico y eso me hace sentir poderosa. No lo niego, pero no es lo que espero. Qué pasa si mañana vuelvo a ser la de antes, ¿te seguirías fijando en mí? ¿ellos seguirían fijándose en mí? Lo dudo. Para los hombres que no tienen cerebro solo soy un nuevo juguete y para las mujeres, una orgullosa y sobrada antisocial. Y talvez lo sea…

—Quiero creer que no soy de los hombres sin cerebro.

—Yo también. En fin…te veo a las 3. Te mandaré mi dirección.

Mucho de lo que ella había dicho era verdad. Me había percatado de las miradas que los hombres le lanzaban, los coqueteos, las insinuaciones; pero ellos solo veían su físico. Nadie conocía los secretos de su corazón. Yo quería conocerlos.

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Hola a todos!!! Les traigo un nuevo cap de esta historia. Espero les este gustando.Si es así, ya saben que pueden apoyar con sus estrellitas y comentarios. BEndiciones :)