Hola gente!!!! ¿Cómo están? Aquí les traigo el penúltimo capítulo de este libro. Si les gustó la historia pueden dejarmelo saber en los comentarios. También pueden regalarme una estrellita y suscribirse.
Gracias por permitirme compartir esta historia. Ah...este no es final. Besos y bendiciones :)
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Dos años pasaron. Manzanita y yo conseguimos un departamento en Nueva York donde vivamos cómodamente. El trabajo resulto ser grandioso. El ambiente laboral era tranquilo, la gente amena y sociable y aunque al principio pensaban que manzanita era un poco altiva conforme la fueron conociendo se dieron cuenta de que las apariencias engañan y la primera impresión no es siempre la acertada.
Con 3 años de relación me sentía listo para dar el siguiente paso. Nuestra relación era completamente sólida, nuestras familias estaban felices por nosotros y nos apoyaban. Incluso nos visitaron y nosotros volvíamos para navidades. Así que la última navidad me atreví a pedir la mano de manzanita a su padre. Sentado frente al escritorio esperé por su respuesta.
—Nina es mi única hija—empezó agarrando el vaso de whisky y mirando el contenido fijamente—. No he sido el padre perfecto y como te habrás podido dar cuenta el más afectivo, pero mi pequeña hija lo es todo. Nina ya no es una niña, pero para los padres nuestros hijos siempre serán nuestros bebes.
>>Mi hija es una chica excepcional, pero debo reconocer que tiene su carácter y por ello te compadezco chico. Siendo sincero no pensé que este día llegara tan pronto. Mi pequeña siempre fue muy independiente, madura, sensata. Siempre puso primero sus estudios y sus sueños. Y estoy seguro que tú no eras uno de ellos. No lo tomes a mal, te aprecio y estoy conforme con la elección de mi hija. No quiero sonar como esos padres sobreprotectores, pero debo sincerarme contigo, te investigué. Como comprenderás Nina es fuerte, pero también tiene este lado dulce y cariñoso que heredó de su madre. Sé que te contó la mala experiencia que tuvo hace unos cuantos años. Me encargué del muchacho después de que mi hija lo hiciera primero. No te diré lo que le hice, pero no le quedaron ganas de hablar de mi pequeña. Solo te diré lo que mi suegro me dijo cuando pedí la mano de su única hija mujer: te estoy entregando la perla más valiosa de mi colección y tu deber es mantener su brillo natural. Si dejas que la perla enferme o muera, tú seguirás tras ella, ¿comprendes? Mi hija siempre será mi niña por más que este casada y como su padre siempre estaré ahí para pelear sus batallas con ella, porque créeme mi hija puede pelearlas sola, pero un padre es un padre y yo respeto sus deseos pero también colaboro un poco. Solo un poco. Así que sin más que decirte, bienvenido a la familia Christian.