Abrí mis ojos despacio, me costó poco tiempo en acostumbrarme a la luz, puse una mano en la cabeza ¿Por qué me duele?, intenté levantarme, pero todo me dolía y entonces recordé.
El hombre vestido de negro.
Yo corriendo en busca de un arma.
El sacando el tenedor de mis puños.
Inmediatamente salí de la cama, miré a todos lados. La puerta estaba cerrada, la mesa pequeña a la derecha de mi cama, el armario a un lado de la puerta del baño, el pequeño espejo me reveló que estaba vestida, toque mi ropa con las dos manos ¡No puede ser cierto! Recuerdo exactamente a ver quedado en bragas ¿O no?, y si el hombre aún seguía aquí empecé a entrar en pánico.
Tranquilízate habló mi subconsciente, me puse a dar vueltas en círculos, miré el reloj que estaba en la mesa pequeña, eran las 6:30, ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? ¿Tenía que ir a denunciar?
Bajé las escaleras lo más silencioso, todo estaba callado no había desorden, caminé hasta la cocina no había ni rastro de haber estado en ella.
Me encontraba en el Toyota corolla, tenía las manos clavadas en el volante no estaba segura de ir a denunciar.
Respiré profundo y arranqué el auto.
Me encontraba a un paso de entrar a la estación de policías, pero lo pensé ¿Y si no me creen? Como explicaré que un hombre estuvo en mi casa y no me hizo daño, me vistió ¿Y si me violó? no claro que no, si fuera así entonces me sentiría adolorida o algo así. Mi estómago gruñe y entonces recordé que no e comido por tres días, mordí mi labio inferior di media vuelta me dirigí al auto.
Estuve buscando un lugar que nunca haya estado, ya que no quería tener recuerdos de mi padre, el acostumbraba a llevarme a todos los lugares del pequeño barrio en el que vivía se llamaba el PARAÍSO era pequeño y gracias al cielo que se estaba tornando nublado las calles habían quedado bacías.
A las 7:30 me encontraba en un lugar muy tranquilo, se llamaba el café de Rosa, solo estaba yo y las mesera que al terminar de atenderme se quedó pegada en su celular, la mita de una hamburguesa se encontraba frente a mi mientras me comía unas deliciosas papas. Cuando un joven muy apuesto entro llevaba puesta una chaqueta, unos vaqueros negros y una camisa ploma, su cabello se encontraba mojado a causa de la lluvia ¿Cuándo empezó a llover? el joven se acercó a la mesera quien rápidamente noto su presencia.
-Dime en que puedo ayudarte bebé.- notaron el doble sentido.
-oh, un café está bien- dijo el joven, que se volvió y me miro inmediatamente desvié la mirada y me enfoqué en las papas.
-Hola- alce la mirada, el definitivamente era apuesto solo que sus ojos miel no cuadraban con su cabello negro.-Puedo.- dijo mientras señalaba la silla que estaba frente mío.
-E-eh, s-si.- ¿Por qué estoy nerviosa?
-¿Te encuentras bien?- frunció el ceño, ¿Qué?¿Por qué pregunta eso? acaso tengo cara de demacrada, si tal vez si hablo mi subconsciente.-Es que estas pálida-Dijo como leyendo mi mente.
-Sí, estoy bien.- mentí, de hecho no estaba nada bien.
-A...- fue interrumpido por el sonido de un pato, lo mire escéptica el dio una media sonrisa mientras sacaba un celular de su bolsillo.
-Hola César...si...no bebé...claro...jjaja muak nos vemos.- quede boquiabierta ¿Es gay?¿Le acaba de decir a César bebé? ¿Tal vez es mujer sólo que se llama César? El chico guardo su cell.
-Qué mal educado, mi nombre es Ap- pronunció algo como eipi ¿Pero ¿quién le pone como nombre a su hijo Ap?
-Eres gay.- ¡Rayos! Me tapé la boca ¿Por qué pregunté eso? -E eh lo lo sien to...
-No, no soy gay, ¿Por qué la pregunta?- se veía molesto sus ojos de habían oscurecido, ¿cuál era el problema no hay nada de malo en que sea gay?
-YO...- fui interrumpida por la mesera ¡Por favor que se quede! no tenía una buena respuesta al porque pregunte que si era gay.
-Aquí está tu café bebé.- dijo lo mujer mientras acomodaba su cabello rubio -Deseas algo más.- la mujer tenía una sonrisa de oreja a oreja.
-No, tranquila esto está bien.- Ap le devolvió la sonrisa y le guiño, valla eso demuestra que no es gay, está coqueteando con la chica, que al retirarse movía sus caderas de un lado al otro ¡Esto es increíble! Yo también lo hubiera hecho si sabría que un hombre como el me está viendo.
-Bien, dime ¿Por qué?- ¡Dios! ¿Qué digo? ábrete tierra y trágame ¡Por favor! -okey, necesitas una demostración- mis ojos se abren como platos ¿Que quiere decir con demostrar?
-E eh n no e es...- se levantó y puso las manos en la cabeza, miró abajo yo seguí su mirada, quede boquiabierta al ver el bulto en sus pantalones ¡Rayos! esa era la demostración, alzo su mirada y yo la desvíe, empecé a sentir como la sangre se concentraba en mis mejillas.
Escuché una risa burlona, mordi mi labio y me negué a verlo a los ojos ya que si lo hacía erá probable que me sonrojara aún más.
-Fue un gusto conocerte.- yo seguí mirando hacia abajo sólo vi de reojo que dejaba unas monedas en la mesa. -Adiós como sea que te llames- ¡Rayos! ahora yo era la mala educada.
-Mi nombre es kathy.- ¡Oh! no tartamudee eso me dio fuerzas para alzar la mirada, tenía una sonrisa increíble perfecta, ahora entiendo a la mesera.
-Bueno Kathy, fue un gusto conocerte espero volver a vernos. - ¡Oh que Dios lo permita!
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-¡Maldito auto!- dije mientras cerraba la puerta de un portazo. Me encontraba toda empapada y cada vez la lluvia empeoraba y para mi mala suerte el auto no arrancaba y no era solo eso lo peor era que había buscado el lugar para comer más lejos de mi casa.
Estaba corriendo bajo la lluvia la cual no había cesado ni un poco, es ahora que debería pasar como en las películas que llegue alguien al rescate y que justo ese sea el amor de tu vida, pero no era así ya tenía dos horas caminando y ni siquiera un ladrón aparecía, no podía llamar a una grúa para que me llevé por mi desgracia había cometido el error de dejar el cell en el auto.
Editado: 24.07.2019