Enamorándome de mi secuestrador

Capítulo 7

Qué está pasando? Mis ojos dolían, estaba en movimiento, pero no era yo. Mis manos fueron a mi cuerpo comprobando si aún seguía la toalla, seguía hay, intente moverme ¡Mierda! ¿Qué está sucediendo? Mis manos no se movían, aunque obligaba a que lo hicieran, entreabrí mis ojos ¡Maldito mundo! Todo daba vueltas ¿Estoy drogada?

-Tranquila, descansa, -escuche una risa malvada muy baja -cuando despiertes haremos muchas cosas que te vas a cansar demasiado...

La voz masculina siguió ablando, pero yo estaba tan ida, que escuchaba su voz como si estuviera a kilómetros, solo deje que mis ojos se cerraran por completo para caer en un sueño.

­­­______

Moví mi cabeza de un lado a otro cuando sentí agua helada como escurría en mi rostro.

-Ya era horaque despertaras -una voz gruesa hablo –bien cariño empecemos

Un hombre saco la tela que vendaba mis ojos, estos dos hombres eran corpulentos, uno de ellos no tenía cabello y el otro el cabello igual al d Ap, pero este era más musculoso, demasiado.

-¿Qué es lo que quieren? –pregunte muy tranquila.

-Es fácil, tu nos dice dónde está el dinero y ya se acabó.

Así de fácil era, solo había un gran problema, no tenía ni idea de donde estaba ese supuesto dinero por el cual muchas personas quieren mi cabeza.

-No sé dónde está, escuchen pierden su tiempo, créanme no tengo ni la mayor idea de ese supuesto dinero.

-Bien, cariño tendremos que actuar por las malas –amenazo el de cabeza calva mientras se acercaba hacia mi ¿Qué va hacer? -parece que nos divertiremos un poco -su mano fue directo a la toalla, que no sabía cómo es que no se había desamarrado de mi cuerpo...


Tres días, horribles que hubiera querido haber muerto, pero estaba viva con la única diferencia que todo dentro y fuera de mi estaba lastimado.

Los dos hombres...solo de pensar en lo que me han hecho las lágrimas salían, aunque ya no tenía fuerza para derramarlas, me habían sometido a hacer atrocidades, me han hecho sentir estar a punto de morir, pero no me han matado.

Me encontraba desnuda, mi cuerpo lleno de tierra.

-¡Habla perra! -antes de que pueda decir algo el hombre agarra mi cabello muy fuerte, me empuja en la tina de agua, inmediatamente esta entra por mi nariz y boca, hago lo mismo que he hecho estos últimos tres días, mover mi cabeza de un lado al otro hasta que me sacan de esta tortura. Un grito ahogado se escapó de mi garganta cuando el calvo se atrevió a sacarme de la tina.

-Por...por favor, y...ya se los dije...

-¡Mientes! -este estampo un puño en mi rostro, haciendo que cayera al suelo. Ruego para que esto pase rápido, ya no podía, mi cara latía, la nariz me ardía.

¿Cuándo vendría? ¿Llegara? Soy su boleto de lotería, tiene que venir por mí, ya no soportaba luego de esto venia algo peor, lo que más había odiaba que ellos hicieran, abusar sexualmente.

Quería morir, ya en pensar que era lo que me iban hacer...no entiendo porque lo hacen, aunque les ruegue que no lo hagan.

Ahora si quería estar con Ap, él tenía razón, con él debía sentirme agradecida que no me tocaba o eso es lo que creo, con el poco tiempo que estuve con él, no me toco como estos hombres lo hacían. ¿Por qué no viene por mí? No me importa si luego me va a entregar, no interesa solo quería salir de aquí. Sera que habría muerto. No, no, por favor quien me va a sacar de este horroroso lugar.

-Tú te lo ganaste -dijo uno de ellos, pude escuchar como desabrochaba su pantalón y hacia lo mismo que hice los tres días anteriores, cerrar mis ojos con fuerza e imaginar y suplicar para que todo fuera solo un sueño.

-¡Hijo de perra! -volteo, las lágrimas salían de felicidad, de emoción, de todo. Porque tardo tanto. Ap golpeo al de cabello negro con un bate, el calvo fue por detrás, pero de un solo movimiento lo mando al piso, mientras ellos peleaban yo intente recobrarme lo cual era muy doloroso, me arrastre hasta la toalla que aún seguía aquí solo que ya estaba toda sucia igual a mí.

Me cubrí lo que más pude, cuando volteo Ap tenia a los dos hombres tirados en el piso chorreando sangre, si no fuera por lo que me han hecho tuviera pena, pero no, solo tenía coraje, corrí la poca distancia que había para empezar a darles patadas.

-¡Idiotas! Ojalá se pudran, que el mismo diablo no los quiera en el infierno por ser tan malos...

-Eh, tranquila -me agarro y me arrullo en sus brazos por un momento me sentí segura, pero luego solo me dio coraje.

-Aléjate de mí, ¿Por qué te tardaste? -dije mientras lo separaba de mi de un empujón -todo esto es tu culpa, no tienes ni idea de lo que me han hecho... -no pude seguir hablando, lloré y el hombre de cabello negro se acercó despacio y volvió abrazarme, no quería apartarlo, en verdad necesitaba un abrazo...

Después de unos largos minutos me separe de su pecho.

-Lo siento -dije mientras limpiaba mi rostro.

-No, no, digas eso -hizo una pausa -yo lamento haber tardado en llegar -solo asentí –debemos ir por ropa...

Me llevo aun auto y estando afuera mire todo el lugar, absolutamente nadie nunca me hubiera encontrado, había una pequeña cabaña en la que me torturaron el resto solo eran árboles, montes y nada más.

Puse mi cabeza en el vidrio de la ventana, mas recuerdos vinieron a mi mente y lágrimas al mismo tiempo, ya había salido de ese horrible lugar, pero ahora que pasaría estaba con mi secuestrador otra vez, él me iba a entregar a ese tal Cesar para ganar su paga

¿Por qué me tenía que pasar esto?

¿Ahora qué será de mí?



#10585 en Thriller
#6051 en Misterio
#38007 en Novela romántica

En el texto hay: accion, amor, enganos

Editado: 24.07.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.