Enamorate de mi

Susto.

***Gabby***

Desperté con una fuerte jaqueca. Ni siquiera sabía dónde rayos me encontraba. Solo pude vislumbrar la bonita, lujosa y enorme cama en la que me encontraba.

¿Dónde estoy?

Mire a todos lados con horror. Me daba miedo que por mi borrachera me hubiera ido con cualquier loco que me hubiera encontrado por ahí. No recordaba absolutamente nada de lo sucedido después de que comencé a tomar como loca.

El lugar en donde me encontraba al menos era lindo. Bastante lujoso la verdad, y al menos eso era un buena noticia. Si me habia ido con alguien, al menos no habia sido un cualquiera. El dueño de este lugar debía ser un ricachón, pues todo parecía bastante costoso. Sobre todo la acogedora cama en la que me encontraba.

Luego de unos minutos inspeccionando el lugar con la mirada, sin siquiera moverme de mi posición, me encontré con un panorama aterrador, uno que me hizo saltar de la cama despavorida y salir corriendo por la enorme habitación que parecía no tener un final.

Solo basto con que mirara a un costado de mí para encontrarme con un horrible espanto. Esa cosa era espantosa de verdad.

¿Un fantasma? O ¿Un acosador enmascarado?

Desafortunadamente la segunda era mucho más probable, y también mucho más terrible.

Solo corrí, corrí a todo lo que daban mis piernas, tan despavorida que juraría que me haría pipi si seguía así. Volteaba de vez en cuando para ver si me seguía, pero no habia nadie detrás de mí cuando de pront…

***Luke***

Tuve que llevarla a mi departamento pues estaba demasiado borracha, y no podía llevarla a su casa, era peligroso. Gabriela parecía el tipo de mujer que nunca bebía, y por como el alcohol le habia afectado, seguramente lo era. La deje acostada sobre mi cama en cuanto llegamos, y la cubrí con una sábana. Tardaría unas horas en despertar, y seguramente esta habia sido la peor idea que se me habia ocurrido.

Mis hermanas estaban dormidas, así que ellas no serían un problema, pero cuando Gabby despertara, comenzaría a hacer preguntas, preguntas que no quería responder, pero que no podría eludir y que tendría que responder obligatoriamente.

Y pensé.

¡Si voy a tener que responder sus preguntas, al menos me divertiré un poco!

Mis hermanitas y yo, teníamos un humor un poco… pesado, y a ellas les encantaban todo tipo de bromas que incluyeran sustos. Es por eso que teníamos unas horrendas mascaras que nos gustaba usar en Halloween para asustar a las personas.

No pude evitar tomar una de ellas y ponérmela. Me senté a un lado de ella mientras la pobre, dormía plácidamente después de semejante borrachera. Y tras al menos una hora allí, ella despertó, y mi diversión comenzó.

Me oculte debajo de la cama para que no viera y así darle una sorpresa aún mayor. Después de que inspecciono toda mi habitación, salí para encararla, y me quede sentado junto a ella, mirándola fijamente, con la máscara escondiendo mi rostro.

La pobrecita al verme, brinco despavorida de la cama y corrió por toda la habitación como una lunática, aunque no grito ni una vez.

No pude evitar carcajearme nada más de verla correr así, pero toda la diversión se fue al caño cuando oí un montón de golpes sordos. Ella habia caído por las escaleras.

¡Oh mierda!

Corrí a asegurarme de que estuviera bien, y cuando la halle, afortunadamente lo estaba, no se habia hecho daño. Solo estaba algo aturdida por la caída. Baje para ayudarla, pero habia olvidado quitarme la máscara.

Cuando le extendí la mano, ella me la recibió y cuando alzo el rostro, nada más verme, dejo salir un grito espantoso que despertó a mis hermanas, e incluso me asusto a mí también.

- Hey, Hey, tranquila, no te asustes, soy yo, soy Luke – explique intentando calmarla y me quite la máscara para que viera mi rostro.

Me golpeo eufórica, estaba molesta porque la habia asustado.

- Eres un IDIOTA Luke – despotrico. En serio estaba molesta, y ni siquiera habia hecho ni una pregunta sobre el departamento, aunque claro, estaba muy asustada como para pensar en ello.

Mis hermanas aparecieron frotándose los ojos, y se encontraron con una Gabby que estaba semi desnuda puesto que habia vuelto un asco toda su ropa y tuve que prestarle algo de mi ropa. Solo traía una camisa mía puesta.

- ¿Luke? – Vanessa me miro muy confundida, yo no acostumbraba llevar mujeres a nuestro departamento, y lo que ella pensaba que estaba sucediendo, mucho menos.




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