"CAPÍTULO IV"

El trayecto a la casa en donde estábamos hospedados fue terriblemente tenso, Marcus no me miraba, respiraba con dificultad, no entiendo el motivo de su comportamiento, ¿Acaso le importo?, me interrogué, pero inmediatamente me deshice de ese pensamiento absurdo.

_Puedo saber ¿Qué demonios te sucede?_ me ignora nuevamente, lo lleva haciendo desde que abandonamos la dichosa gala_ Marcus me desespera el verte así, di algo por favor_

_Mejor cierra la boca Sarah, sino quieres que sea yo quien lo haga, y te lo advierto no te gustará nada lo que tengo pensado hacerte en cuanto lleguemos a casa_ sus palabras me asustaron, pero no me amedrenté, mejor le di cara con la frente en alto.

__Ahora también me vas a prohibir hablar, no soy tu esclava KING_ lanzó una mirada iracunda hacia mi.

_Señores, hemos llegado_ Marcus se desmonto del auto, conmigo arrastras, me llevaba como si fuese una de sus mascotas, tropezando con todo lo que se cruzaba en mi camino.

_Marcus KING, podrías soltarme, se caminar, además me estas haciendo daño_ me queje, estaba apretando muy fuerte mi muñeca. Íbamos en dirección a su habitación, ya sabía lo que me esperaba así que debía prepararme, es su forma de castigarme porque sabe como odio que haga eso.

_¿Por qué le permitiste tocarte de esa manera?_ inquirió mirándome con esos ojos completamente negros, donde brotaba la ira contenida, pasando a la vez sus manos fuertes y varoniles por su sedoso cabello, dándome la trabajada espalda que tiene, y de verdad no se que estoy pensando.

_Ahora tienes deseos de hablar, pues fíjate que a mi ya se me fueron las ganas_ lo encaré a pesar de que después me aventó con fuerza a la cama.

_No juegues conmigo Sarah, sabes cual es el resultado de tu necedad, mejor coopera, y contéstame_

_Ya te dije que no quiero hablar de eso, me iré a dormir_ trate de escabullirme, como si en realidad se me iba a ser posible, me acorralo con sus fuertes brazos, quedando estancada debajo de todo su cuerpo, con el encima de mi aprisionándome, haciéndome sentir diminuta, aunque nuevas emociones totalmente desconocidas para mi me aturdían en este momento.

_Tú no iras a ningún lado hasta que me respondas_

_Que quieres que te diga, que me gusto que lo hiciera, pues te diré que no solo me gusto querido, sino que me encantó_ sonreí después de decir esas palabras, pero luego sentí un fuerte ardor recorrer mi mejilla izquierda.

_Escúchame bien Sarah, estas colmando mi paciencia, será mejor que te enseñe a quedarte callada cuando debes y hablar cuando te lo piden_ comenzó a desgarrar mi vestido y ni siquiera forcejee, ya sabia con que podía atacarlo.

_¿Le hacías esto a ella?_ pregunte mientras él besaba mi cuello, inmediatamente se detuvo para mirarme a los ojos.

_¿De quién hablas?_ preguntó con su ceño fruncido.

_De tu antigua esposa, Katherine, la obligabas como lo haces conmigo_ de repente se levantó de la cama y me obligó hacerlo también.

_No vuelvas a mencionarla, ella ya es pasado, además de que su nombre no merece ser mencionado por tus labios_ dijo mientras apretaba su mandíbula y me tomaba fuerte del cabello obligándome a sostenerle la mirada.

_Imagino que por eso te dejo y se llevó a tu hijo con ella, no soportó tus maltratos e insultos, por que eres un salvaje infeliz con las mujeres_ volvió a pegarme pero eso no me detuvo_ Supongo que ni remordimiento sentiste cuando te dejó, podías buscar un reemplazo con facilidad, tu hijo no te haría falta, odias los niños según me he dado cuenta_ otra vez su mano aterrizo en mi rostro_ Así es imbécil, golpéame todo lo que quieras, el hacerlo no te hará sentir menos miserable_ le grité, a pesar de sus golpes me sentía con fuerzas, puesto a que lo estaba alterando. Katherine debió ser importante en su vida, así que ya tenía una razón para joderle la vida.

_Te lo advertí Sarah, mañana mismo regresamos a Arizona, y ve despidiéndote de tu hija, por que la mandaré al otro lado del mundo, directo a un orfanato_ no, no, no, otra vez no, soy una estúpida, tiene a mi hija en su poder y a mi completamente manipulada.