Encadenados [#e2]

Capitulo 43

La fiesta iba llendo bien, bueno digamos que maso menos bien.

Alexander desaparece cada hora, y vuelve a los quince minutos. Al principio creí qué estaba preparando algo, o quizás algunas cosas que faltaban en la fiesta, pero luego cai en cuenta que él se iba y se escondía solo en una habitación luego de quince minutos él salía como si nada.

—¿Dónde estabas? —Bebí mi bebida rápidamente y Alexander agarró un trago de la mesa que estaba a mi lado—¿Tengo que asustarme?

—Tranquila muñeca, no pasa nada.—Me tranquiliza mientras me guiña un ojo.

«Confía en él» me repetí a mí misma mientras sonreía forzadamente «Te ama, no te oculta nada»

Sacando mis pensamientos extraños me concentre en la fiesta, estaba todo perfectamente perfecto. Era una fiesta muy formal y elegante, cosa que los niños se aburrieron al instante y Adara fue con ellos a su habitación a ver dibujos animados. Ya que Adara estaba incómoda, ya qué las fiestas no son lo suyo

—¿Estás disfrutando tu primera noche como reina, mi Leydi?—Me pregunta mientras toma de mi mano y jala de ella hacia el centro de el salón. Se detiene y pasa una mano por mi cintura para comenzar a bailar

—Si, las cosas están marchando bién.—No me había dado cuenta, de que estábamos bailando un vals hasta que sentí toda la mirada en nosotros.—Hace muchísimo tiempo no me siento tan feliz.

Él sonríe ligeramente y se lame los labios para luego susurrar en mi oído;—me alegra hacerte feliz. Mi Leydi.—

Continuamos bailando, bebiendo y disfrutando hasta que Alexander volvió a irse, me quedé en el salón sola buscando otra copa de vino para dejar de sentirme tan atraída por la curiosidad e ir a buscar a William

—Vaya, es extraño que la reina esté bebiendo tan desesperadamente. ¿Le sucede algo?—Un joven, hace una reverencia. Luego levanta la cabeza y reconozco su rostro; él estaba mirando mi coronación. Lo reconozco de algún lado pero no se donde.

—Disculpa, ¿Te conozco?—Pregunté

—Oh, te has olvidado de mí.—Se rasca la nuca con nerviosismo. —Soy Peter Charter... Era tu novio en la preparatoria.

¡Mierda! Lo recuerdo, salimos juntos por 5 meses, luego lo deje por que había conocido y enamorado a un nuevo chico en la preparatoria, llamado Elliot... Bueno,

¿Se acuerdan de Elliot, verdad?

—¡Peter!—Exclame,—Tanto tiempo. ¿Como has estado? ¿Estás con tu familia?

—Mi familia murió en la guerra y me quedé solo con Alma.

—¡Alma, la recuerdo! Tu hermanita.—Tome un trago y sonreí forzadamente. Estaba muy incómoda por esto ¡Demonios, ¿por que se tuvo que acordar de mí?!—¿Como ha estado, la princesita?

—La asesinaste cuando apagaste tu humanidad.

Joder.

¡Bueno, él tampoco está colaborando así!

—¿Eres feliz?—Volvió a hablar él—¿Como puedes sonreír sabiendo cuántas personas has matado?¿cómo puedes estar de pie sabiendo qué lastimas a personas por aquello? ¿Como puedes tener la conciencia limpia?¿cómo puedes soportar el llanto, la nostalgia y la melancolía?

Mi sonrisa poco a poco va desapareciendo

—La guerra y los acontecimientos que sucedieron luego no son muy entendibles, no apoyo la idea de qué hayan muerto muchos inocentes. Aún pasan los días y me pongo a pensar en las personas que murieron por mí culpa.—Peter me miraba perplejo—Pero aún así, no tengo el peso sobre mis hombros. Mi conciencia está más que limpia—Confese—No seré la típica chica que se va a deprimir por la muerte que ella misma causo, siento lástima por aquello y ojalá las cosas no hubieran sido así, pero esta es la realidad... Es sobrevivencia, yo sobrevivo y no me interesa si tengo que volver a asesinar o causar la muerte de miles de inocentes más. Sí esa es la forma en la que yo puedo sobrevivir, ten cuidado, cuida tu espalda.

—Con razón todos te humillaban en la preparatoria, en el preescolar y en el instituto.—Me miró con repugnacia—Eres una basura, todos los rumores de que eras una perra eran ciertos. Solo piensas en ti.

Sonreí mostrando mi dentadura. No iba a mostrarme afectada.

—La diferencia es que cada persona que me humillo, me manipulo, me utilizo, me golpeó o me hizo algo en mi contra está bajo tierra. Y yo estoy aquí, en mi fiesta de coronación con amigos y una familia perfecta. ¡Anda, sigue buscando gente para contarle lo basura que soy! Clavame mil dagas, nunca verás mi dolor.

Hice un paso atrás y les hice una seña a los guardias con la mano, ellos entendieron y se llevaron a Peter lejos de mi vista.

—Hijo de puta.—Susurre luego de tomar toda la copa entre mis manos. El vino comenzó a dar efecto haciendo arder un poco mi garganta

—¡Amiga!—Leah corre hacia mi y me intenta abrazar pero por culpa del acampado vestido mío no puede y ambas soltamos risas—Ya eres reina, finalmente se acerca tu final feliz. ¡Dios! Cuando nos fuimos hace años a Forks creí que nunca volveríamos y mira... Ya estás siendo reina de todo el maldito mundo y con Alexander en la palma de tu mano ¡Suertuda!




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