Mi pulso estaba acelerado, veía las cosas de colores extraudinariamente raros, podía distinguir los colores a la perfección, podía ver colores que anteriormente nunca podría distinguir y hasta leer cosas a avanzada cantidad de lejanía
Sentía inmensas ganas de correr, sí, correr. Sentía sangre avanzada por mi organismo y hacerme cosquilleo debajo de piel
Mi madre se acerca ami con el periódico en la mano, y al verme tan exitado y mirando a todos lados con el ceño fruncido, alza una ceja y me mira atraves de sus lentes
—¿Y a tí que te sucede?—Me preguntó confundida.
—No estás tomando drogas ¿Verdad?—Mi padre se acerca a mí y me intenta examinar. Ya salió su lado doctorado. Blanque mis ojos y lo empuje suavemente pero el cae de espaldas al suelo fuertemente y me mira horrorizado
—¡Alex! —Mi madre corre a socorrer a mi padre, se pone de cuchillas y toca a mí padre observandolo atentamente, al ver sus daños me mira enojada y se pone de pie—¿Que demonios te sucede?
Yo... Yo no sabía que tenía esa fuerza
Negué con la cabeza haciendo pasos hacia atrás arrepentido mientras murmuraba disculpas repetidas veces.
Mi padre se pone de pie y camina hacia ami para darme un correctivo pero todo fue en cámara lenta; cuando mi padre eleva su mano para impactar el golpe su vena del cuello palpita fuertemente. Sentí como si mis dientes se estiraban entre ellos, sin poder reaccionar ya me encontraba clavando mis dientes en su cuello. Él gritaba mientras con sus manos me alejaba. Una vez que me aleje, ví a mi madre. Ella dejo caer el periódico en el suelo y se acomodo sus anteojos que casi caen
Camine hacia mi madre y ví atraves de sus lentes mi refrejo, la única diferencia era que yo tenía los ojos amarillos y grandes colmillos aparecían en mi dentadura.
(...)
—¿Qué me pasa?—Mire a todos lados horrorizado, había atacado a Jackie, mi madre y mi padre. Estaban tirados en el suelo con grandes marcas en sus cuellos. —Demonios, despierten por favor.—Suplique
—Hey, tranquilo—Velkan se acerca a mí despacio invadiendo mi hogar—Entiendo por lo que pasas, tranquilo no están muertos.
—¿Qué les pasan?¿Qué haces aquí? —Observé como a su lado, había un chico un su jopo alto con kilos de gel, al estilo Elvis Presley. Con una chaqueta y pantalones negros.
—Están pasando por un estado llamado “Transición”, y vos también lo estás pasando. Eres licántropo, al igual que él —Señala a su acompañante—Somos licántropos, queremos armar una manada
—¿Licántropo?—Pregunte confundido. ¿Que significaba aquello? Estábamos en el siglo diez y nueve y evidentemente nunca había escuchado hablar de licántropia
—Tranquilo—No me había dado cuenta que él se había acercado hasta que sentí su tacto—Despertaran en unas horas.
Velkan se acerca a los cuerpos y comienza a examinarlos. Mientras qué su acompañante se acerca a mí y me estiende la mano
—Soy Lucas Cuningham, me gusta tu cabello.—Sonríe ampliamente.
era algo tan inesperado y no podía ocultar mi incredulidad. ¿Se estaba presentando con una gran sonrisa halagando mi cabello mientras que mis padres y novia están inconscientes en el suelo?
—Alexander William—Murmure entrecortado mientras aceptaba su mano y le daba un apretón.
Él sonrió
—Nos llevaremos bien.—Él tal Cuningham me miro con una sonrisa de autosuficiencia.
—Lo dudo.—Hice un paso atrás. Cuningham en contestación sonrió de lado y saco un cigarro de su bolsillo para meterselo en la boca y prenderlo.
—Tengo la intuición de que nos llevaremos bien, William.
—¡ALEXANDER!—Un grito me hace salir de mi transe, Katherine se encontraba mirándome con una sonrisa mientras le cortaba la carne a Matthew en su plato. Estamos en la mesa—¿Que te sucede? Estabas de lo más normal y de repende te has ido a la luna.
—Estaba recordando cosas...
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Editado: 09.05.2018