Capitulo 48

Abrí mi boca para expresar mis palabras pero no podía, no podía mentir ni tampoco decir la verdad. Todos me miraban atentos hasta que escucho un grito

-¡Katherine, necesito que me ayudes!-Leah entro corriendo-Tengo un antojo y no sé a qué...¿Por que la vida es tan injusta?-Pregunta y derrepente se larga a llorar al estilo dramático-¡Ya sé! A uvas-Exclama alegre y comienza a correr a lo que sería la cocina con una emoción indescriptible.

me puse de pie y miré a Alexander

-Me tengo que ir, es una pena que no pueda contestar tu pregunta-Sonreí maliciosa

-Entiendo, tendrás que contestar algún día. Iré a organizar algo con los gemelos, te espero en una hora lista con vestimenta adecuada a cabalgata.

-Pero...

-Se que odias cabalgar, pero jodete.-Alexander me lanza un beso sonriendo

Reí dolorosamente

Me gire y rápidamente salí corriendo en ayuda a mi mejor amiga, al llegar la encuentro sentada hablando con una señora, quién era la que la atendía

-5 Potes de Nutella, dos de helado, 10 tostadas, 5 cupcakes y para la cena lasaña. Oh tengo sed así que tráeme coca cola, que sea light por favor.-Sonrie-No quiero engordar.

La señora se va con cara de pocos amigos y Leah al mirarme pone una mano en su cintura y me mira incrédula

-¿Puedes creer que ahora solo tengo ganas de comer zanahoria? -Me pregunta

Hice una mueca

-Estás jodida amiga, pero mira que ya se te nota el bulto. -Sonrió mirando su panza-Ya estás de cinco meses ¿cuando irás a ver su sexo?

-En una semana, ¿me acompañaras, verdad? ¡Gracias, te amo!-Habla rápidamente sin darme tiempo a reaccionar, besa mi mejilla y se va rápido.

Demente.

Al verme sola en el salón, abrace mis brazos y sentí un pequeño dolor en mi pecho. Sentía tristeza, increíblemente me sentía mal por evitar la pregunta de Alexander.

-¿Papá?-Pregunté en un susurro, miré a todos lados y él no aparecía-Papá, se que puedes escucharme.

Derek, como ser el rey de los Ángeles, puede escuchar y ver todo. Sabía que estaba ahí, pero no se presentaba

-¿Pap... Derek?-Cambie la palabra lentamente mientras soltaba un suspiro-Necesito un consejo. -Susurre muy bajo.

Limpié una lágrima traicionera y me dispuse a caminar, últimamente estaba muy bipolar con mi estado de ánimo.

(...)

-¡Mamá, perdón!-Se disculpo Dylan pero nunca se detuvo de reírse, aún escuchaba a los tres reírse a carcajadas, Alexander se agarraba de el estómago de tanto reírse

-¡No! Esta vez, se han pasado.-Exclame molesta.

Los demonios que tengo como hijos, me jugaron una "Inocente" broma. Que consistía en qué me iban a tirar un balde de agua mientras que yo estaba montando el caballo. Al tirarme el líquido, el caballo se asustó y corrió, por estar desprevenida me caí de espaldas del animal justo en el barro.

Alexander cómplice de sus hijos, en ve de regañarlos los felicito y no se detuvo de reírse en mi cara.

-¡Kath!-Alexander detiene su risa-Perdón, mi vida. ¿Estás bien?-Aún que su voz se notaba que lo preguntaba con preocupación, aún no podía sacarse esa sonrisa causada por las carcajadas

-¡NO!-Histérica grité

-¡Venga, que no fue nada! Solo tienes un poquito de barro en el pelo

¿Un poquito? ¡Tenía barro hasta en lugares que la luz del sol no llegaba!

-¡Están castigados!-Señalé a los demonios-Sin postre por una semana, y su padre no los salvará esta vez. ¡Vayan a buscar sus caballos!

Los gemelos sin parar de reírse fueron en búsqueda de sus animalitos. Miré al rey y puse mis ojos en negro, él se detuvo de reírse rápidamente.

-¡Gracias por tu ayuda!-Sarcástica blanqueo los ojos y giro caminando para buscar mis zapatos, que los había dejado tirados alado de los establos.

-¡Ya deja de ser tan dramática!

-¿Disculpa?-Me gire al estilo exorcista a mirarlo

-¡Dramatica loca!-Me grito

-¡Imbécil despreocupado!-Contesté

-¡Híbrida sexy enojona!

-¡Licantropo playboy molesto!

-¡Egoísta!

-¡Insufrible!-Camine en su dirección

-¡Calculadora!

-¡Con orgullo!-Llegué a frente de él y él con impotencia frunció el ceño

Puso una mano en mi nuca y atrajo mi cabeza hacía él uniendo nuestros labios. Un fugaz y excitante beso fluyo entre nosotros con demasiado adrenalina acumulada ente ambos. Al separarnos unimos nuestras frentes con la respiración agitada

La adrenalina llegó a tal punto que solté la lengua y dije por fin la verdad.

-Estoy embarazada.

Él abre los ojos con sorpresa y no tarda en alejarse de mi, y automáticamente hago un paso atrás. Él hacía varios.

Abrace mis brazos y cabiz baja seguí hablando

-Y Lucas está detrás tuyo.