Encadenados [#e2]

Capitulo 51

—¡Sí, quiero!—Chille con emoción.

mes después...

—Vengan—Alexander carga a Matthew y yo a Dylan. Ambos estábamos sentados.—Mamá y yo quieren hablar de algo con ustedes.

—No hicimos nada... Aún—Matthew habló rápidamente.

—No es eso.—Me reí—Es qué, ustedes saben que yo amo a su padre y él me ama ami...

Las cejas de Dylan se fruncen, al contrario de las de Matthew qué se alivian y me mira con cara de pánico.

—Y su madre aveces es muy... Cariñosa. Si. Y me dijo “Hey Alexander, extrañó los momentos en donde yo estaba hecha un tambor y tenía antojos a las cuatro de la mañana” y yo le contesté “Oh, vaya... Yo no.”

Golpe su brazo.

—Mentira, fue todo un accidente. Yo no planee nada ni nada por el estilo. Alexander dijo “Oh, conviértete en tambor así engordas y te ves igual ami” y yo obviamente le contesté “¡Claro que no!”

¿Pueden decirlo ya? —Dylan hizo un puchero.

—¡Claro! Pero ante todo, tengo que decirles que todo fue culpa de su padre.—Les advierto. Alexander me miro con cara de pocos amigos—Estoy esperando un maní...Un bebé—Me corrijo rápidamente —Serán hermanitos y nosotros padres, de nuevo.

—¿¡LA EMBARAZASTE!?—Dylan le grita a Alexander mientras me abraza fuertemente.

—¿QUÉ?¡NO!—Miente con miedo

—¿DE QUIEN ESTÁ EMBARAZADA ENTONCES?—Matt me abraza también

—Yo... No sé... Del... Del...¡Del verdulero!

Lo mire con cara de wtf

—Iré a morir, ya vengo—Matt se pone de pie y toca su cabeza con confusión.

Le agarre de la manito y le brinde mi mejor sonrisa.

—¿Están enojados? Esto realmente es importante para mi y estamos muy felices con la noticia. Imaginen que tienen un hermanito o una hermanita para hacerles bromas o para defenderlo.—Alzó ambas cejas.—Si le hacen bromas, yo les ayudó.

—No... Solo—Dylan se queda en silencio sin poder terminar de hablar.

Matthew continua por él;— Solo... ¿Estarás bien?

Mi corazón se encogió gracias a tanta protección y cariño.

—Tu madre será la mujer más sexy, feliz y gorda de todas.—Le promete Alexander poniendo una cara maliciosa.

¿Gorda? Uff...

—Está bien mamá, cuenta con nuestra ayuda—Dylan susurra para luego volver a abrázarme. Luego de unos segundos veo como Matthew abraza a Alexander.

Sonreí...

Bien.

meses después..

Mi vida es genial.

Un hermano con el mismo carácter y pensamientos que yo, unos amigos qué estaban más pendientes en Leah y yo. y Alexander está muy emocionado e inquieto por el bebé.

—¿Ves eso? Esa es la cabeza—Señaló la doctora la pantalla.

Estábamos en la ecografía de Leah, ella lloraba mientras yo sostenía de su mano fuertemente, el bebé o mejor dicho la bebé, estaba muy saludable y grandecita. Leah está de ocho meses y parece todo un tambor andante.

En cambio, yo solo estoy de siete meses. Y... También soy un tambor andante pero no es por el bebé, es por la comida.

Aún qué yo no estoy gorda, el setenta porciento del cuerpo es agua por lo cual yo estoy hidratada...o quizás indundada.

—Es una hermosa niña...—Alaga Leah mirando la pantalla—Tan hermosa como yo.

—Es bueno tener el ego alto, un setenta porciento de las embarazadas se les baja la autoestima al ver su estómago crecer y perder su figura.

Miré mi panza.

—Linda, yo siendo vaca o no soy sexy.

Reí ante la contestación de mi amiga.

Luego de salir de la ecografía, puse mi mano en mi panza acariciando el bulto mientras salía de la habitación. Leah a mi lado iba caminando con una radiante sonrisa y una mirada de orgullo.

—¿Vendrás? Con los chicos iremos a festejar a un bar, obviamente no tomaré pero dicen que los licuados son riquísimos.

—No, esta vez no puedo. Prometí llevar a Caleb al bosque susurrador

—¿El bosque de nuestra especie?¿Llevarás a un humano al bosque de los demonios? Estas loca.—Se ríe negando

—Quiere aprender a cazar, y he hablado con él, le teme a todos los seres míticos, y digamos que ustedes no se comportan sutilmente—Ella gira a verme horrorizada—¡Ya sabes por que lo digo!

—Yo no tuve la culpa que Caleb justo haya visto cuando Nick usaba su magia contra la mía.—Bufa—Estábamos entrenando. Además ¿Desde cuándo enseñas a cazar? Apuesto todo a qué no puedes ni cazar una ardilla.

Maldita demonia.

—Ya, ya, pero aún así.—Hice un desde con la cabeza—Sí llega a cazar por puta casualidad a un demonio eso le quitará el miedo con lo demás. Además, ¿quien dice? Quizás se va la esquizofrenia poco a poco




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.