—Sabes mi novia cree qué tienes la oportunidad de mejorarte, de curar esa problemática esquizofrénia. Que puedas ser el hermano mellizo que ella siempre deseó tener... Pero yo lo veo distinto.—Me siento frente a él y apoyo mis brazos en la mesa ubicada entre nosotros—Yo solo te veo como una causa perdida.
—Aún así me has buscado, por si lo olvidas me has ido a buscar para que sea el regalo de cumpleaños de mi hermana. ¿Se te jodió tu plan, amigo?
Cerré mis ojos liberando un suspiro
—Solo tres personas alguna vez me han llamado amigo, el primero se llamaba Lucas Cuningham quien fué mi hermano prácticamente, con el pase tres siglos de diversión y perfección. La segunda persona fue Velkan Kendrick, él me convirtió en ser mítico y me llevó a la destrucción quién también mató a Lucas.—Me aclare la garganta—Y mi favorito, James Deffems, aún qué me haya llamado amigo de manera sarcástica, soy rencoroso y lo recuerdo. Él no hace nada en mi contra aún pero esta enamorado de mi novia y futura mujer, por lo cual me molesta bastante. No quiero tener a alguien más en mi lista por lo cual... Cuidado con los apodos que me pones, Mclaren.
—¿Crees que te tengo miedo?—Preguntó riendose.
¿Por que siempre los Mclaren eran tan indomables? ¡Dios, la historia se vuelve a repetir!
—No. Eso me molesta y muchísimo; que no me tengas miedo. ¿Cómo es eso posible? No lo sé, tengo al mundo en la palma de mi mano y a tu vida en mi boca ¿Que te hace estar tan tranquilo?
Él sonrió
—Un consejo básicamente, “Aunque sea un idiota completamente quien te enfrenta no debes bajar la cabeza ni mostrar el miedo causado, eso es la forma más rápida de saber que te tienen dominado.” me lo dijo alguien especial.
—Mi linda novia eso creo.—Contesté, el alzó las manos dando a entender que estaba de acuerdo ante mis palabras—¿Sabes que le has dado un golpe tan fuerte qué has hecho que tenga una perdida? Mi cachorro estuvo a quince minutos de morir, si pasaban quince minutos más sin intervención médica perdía a MI HIJO—Grité —Por tu miserable presencia.
—N-no fue mi cu-ulpa—Rápidamente él perdió la vista en la mesa de mármol mientras su corazón latía con agilidad.
—Katherine es lo suficientemente estúpida como para llevarte a cazar, has podido con un miserable demonio qué ella te ayudó a acabar y ya creiste qué podías con ella. Se necesita mucho más para acabar con ella o con nuestro hijo, cuñado.
—Yo no quise hacerlo, yo quiero lo mejor para ella—Pude ver sus ojos cristalizarse—Es mi hermana... Solo quiero su bien.
—por eso te hablo, tengo dos formas de hacer las cosas por las malas o por las buenas por lo general las hago por las malas ya que me entretiene más y siento el hermoso sentimiento en la conciencia de tener sangre en mis manos, pero considerando que si te hago algo y mi novia se entera dormiré en la calle, por lo cual lo haremos por las buenas.
—Dime.
—400 si no me equivoco es quien te pidió que la ataques. Quiero saber más de esa voz y por que se llama así.
Tenía sospechas, según había investigado, era prácticamente imposible tener más de cuatrocientas voces en la mente y no caer en un malicomio. Quizás él no era esquizofrénico, quizás él era otra cosa.
—Tengo cuatrocientas voces, desde qué tengo memoria. Algunas de ellas son violentas y algunas pacíficas. Por ejemplo 1, es quien mantiene controlado a 400 y me cuida constantemente. Pero nadie puede dominar a 400, es un grano en el culo. Hace qué pierda el control y aveces utiliza mi cuerpo a la fuerza.
Flashback
Katherine miraba fijamente a Kevin sin ninguna expresión alguna mientras qué él se retorcia de dolor. Yo estaba sintiendo la desesperación pura al seguir escuchando aquel doloroso ruido.
—¿Ka-atherine?—Preguntó adolorido, ella saca la vista de Kevin y el ruido finaliza. Frunce el ceño mirando a su alrededor
—Yo... Yo no quise hacerlo.—Asustada hace pasos hacia atrás
Fin Flashback
Katherine cuando estaba con James o mejor dicho la sombra como lo llamabamos en ese momento, había matado a Kevin atraves de James. Se había apoderado de su cuerpo.
Comencé a unir los distintos casos...
¿Es posible?
Katherine POV
—reina, no puede comer dulce de leche y tomar coca-cola a la vez—La señora amablemente me sonrió—Le caerá mal.
—Es que suena asquerosamente asqueroso y el sabor es extraño pero tengo el antojo y...¿Sabes? Estaría bueno añadir helado de vainilla.
La chica hace una mueca
—Pero reina...
—Ni se moleste, señora. Katherine es muy terca y en mis siete años a su lado descubrí que nunca hay que meterse con su comida.—Entra a la habitación y me mira poniendo sus manos en sus bolsillos—Hola—Me sonríe calidamente.
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Editado: 09.05.2018