Capitulo 33

—quiero dormir una semana entera —murmure aun sin querer soltar el torso de Wally, está muy suavesito y calentito, ni siquiera sé si estamos bajo las sabanas, solo sé que su pecho vibra en una leve risa.

—lo sé, yo tambien —con sus manos peina mi cabello con cuidado, solo dándome gusto para dormir más. A él tambien le conviene pasar más tiempo abrazándome.

Puede que les parezca contradictorio, pero son las hormonas, seguro se me pasara esta sensación de necesidad tener cerca a Walter es más fuerte que yo.

—lo siento, pero no puedo esperar más! —grito Lucien abriendo la puerta de la habitación haciendo que yo me abrazara más fuerte del costando de Walter.

—noooo, lárguenseeee —gruñí con los ojos cerrados y de golpe las cortinas fueron abiertas y el sol entro con más fuerza.

—lo siento su alteza, pero tenemos grandes problemas. —la luz se opacó a mi alrededor y cuando abrí los ojos era la sabana que Walter levanto para que no me diera la luz.

—¿Qué sucede? Sabes que no puedes entrar a nuestra habitación así —Walter lo regaño mientras se sentaba en la cama y yo intentaba acurrucarme a su lado, es como si ahora el frio se volviera peor, además de un obvio deseo que comenzaba a crecer dentro de mí en tan solo ¿¡SETENTA Y DOS HORAS!?

—y no lo haría, pero tienen que ver esto —escuche el sonido del papel siendo arrojado en algún lado, cuando abrió mejor los ojos vi a Walter sosteniendo el periódico con el ceño fruncido.

—¿Qué es? —desde donde estoy no veo nada, solo el otro lado de la página al revés.

—Levi está anunciando tu regreso —me senté de golpe con las palabras de Lucien, entonces es que noto que él no está mirando a la cama, tiene los tapados y esta de espaldas.

Esto es tierno.

Yo tengo incluso un pijama enorme de Walter puesta, dijo que ayudaría con eso del “olor”. Bien, ahora ¿Qué tan malo es que Levi haga esto? Sigan leyendo.

—lo que quiere decir que tenemos que movernos —a pesar de su tono de voz duro, cuando me miro fue con cariño. Estire mis brazos al aire intentando estirarme y quitar la pereza que tengo, pero es inútil, apenas miro de nuevo a Walter mi instinto primario es regresar a sus brazos. Me atrapa y parece que olvida parcialmente el contenido del periódico mientras me rodea con sus brazos.

—tienen que celebrar una boda —se escuchó la voz de Bobby desde afuera de la habitación.

—sí, eso tambien. —Lucien levanto la mano como si fuera un niño pequeño pidiendo permiso para hablar.

—¿Por qué? ¿no se supone que ya estamos casados? —pregunte confundida a lo que Lucien se giró mirando a través de sus dedos en su rostro para mirar, cuando se dio cuenta que ambos estamos vestidos comenzó a jugar mucho con sus manos como si no supiera como dar una noticia.

—ante los ojos del resto del mundo, no —me quedo sentada a su lado pensando que esto no puede ser peor.

¿Cómo le explico todo esto a Gina?

Tuvimos que desayunar todos juntos mientras Bobby sacaba un nuevo celular para mí con nuevo número.

—¿es necesario? —todos asienten y me siento como tonta aquí, lo tomo sin decir más porque es el de última generación y todos mis contactos (reducido a cinco personas, ahora diez).

Un paquete envuelto en papel marrón cae sobre la mesa y me asuste, hasta que la figura formándose de Cass me hizo fruncir el ceño y le lance una fresa en la frente, este solo me miro hacia abajo a lo que lo golpeo y luego a mí.

—Mi señorita, no es bueno jugar con la comida —tomo con calma una servilleta de la mesa y limpio su frente, su tono y gestos dijeron que está muy enojado, pero se veía más calmado que yo.

—pues no me asustes así ¿Qué es eso? —hable con la boca medio llena, no sé porque ahora tengo un hambre atroz, creo que no tengo fondo.

—esto es suyo —miro el paquete y lo abro con cuidado quitándole la tira que parece paja de alrededor dejando ver unos papeles doblados y una tarjeta de color dorada. —el papel es su acta de “no mori” la tarjeta es del banco que mantenía las cuentas de la familia Lovelace en el mundo humano. —lo mire incrédulo desdoblando el papel, era un acta que especificaba que soy la heredera de la familia Lovelace y las firmas de abajo tienen los nombres y apellidos de las familias que Jared había dicho, incluso la de él está allí.

—entonces… espera —me levante de la silla de golpe mirando la tarjeta mejor. —¿esto es mío? —mire a Cas incrédula y luego regresaba la vista a la tarjeta.

Me siento como esas series de televisión donde de la noche a la mañana ahora soy multimillonaria.

Me siento como Anastasia Nikoláyevna ¿si entienden? ¿la duquesa de Rusia?

—creo que el dinero ya no es un problema. —susurro Cass en mi mente y me pareció extraño, el seguía allí de pie sonriendo a labios cerrados y balanceándose de sus tobillos.

Chicos ¿esto es real?

Sí, es real.

—bueno, queda un largo día por delante —ellos comenzaron a hablar sobre preparativos de boda y quienes irían, yo solo me quede allí pensando que esto… esto sería mi primera boda, mi primer hijo, mi primera vez.