Jason

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La puerta de la casa chirrió cuando Alfonso regresó de la cafetería, Jason se volteó y se tapó la cabeza con una de las almohadas. Ya estaban hartos de ese horrible ruido, pero, eran lo suficientemente flojos como para arreglarlo.

Alfonso puso los dos cafés sobre la cómoda y se dirigió a la ventana para abrir las cortinas. La luz del sol entró, le pegó tan fuerte en la cara a Jason, que sintió como si hubieran acercado su rosto en una las fogatas que solían hacer en las fiestas de playa, cuando aún estaban en la preparatoria.

-– ¿Estuvo buena la fiesta anoche, verdad capitán?- Preguntó de manera burlesca Alfonso, mientras tomaba su café y una rosquilla de chocolate, de las que compró en la cafetería.

Jason se tapó el rosto con una mano, y con la otra tomó el café que Alfonso le había comprado – Ni me lo recuerdes, ayer no sabía  qué hacer con las dos chicas que no se apartaban de mí, se tragaron esa basura de que yo era capitán retirado, dime que idiota creería eso, solo un par de bobas que no saben ni dónde queda México en el mapa- respondió Jason soltando una carcajada. 

Alfonso se dirigió al armario, sacó una playera blanca sin mangas, unos jeans negros desgastados y se los aventó a Jason en la cara – Esa es una de las razones por las que no tengo novia, ninguna vale la pena, hoy en día parece que a todas las han impreso con la misma tinta.-

Jason se puso la playera y abrió la cómoda para sacar ropa interior – Sigue buscando mujeres siguiendo el patrón de tu madre y vas a terminar soltero por el resto de tú vida Poncho. Debes poner los pies sobre la tierra, ninguna mujer hoy en día es lo suficientemente buena como para liarnos, al menos, no con la clase de chicas con las que acostumbramos salir.- Contestó mientras se ponía un bóxer blanco con franjas verdes y después los jeans negros.

Sabes algo, estoy pensando seriamente en retirarme de conocer nuevas mujeres. Tengo demasiadas cosas más importantes en las cuales debo enfocarme, como para preocuparme por nimiedades. – Contestó Alfonso mientras acomodaba su cabello, frente al espejo.

– Eso pasa por que eres demasiado sentimental. Deberías de aprender algo de mí, y pasar de rollos amorosos. Me ha funcionado durante todos estos años. – Jason terminó de beber su café, y se dirigió hacia la cocina. Tiró la basura en el cesto y se lavó las manos, echó un vistazo al refrigerador, sacó mantequilla, leche, huevos. Abrió la alacena y sacó la harina preparada para hot-cakes, y se dispuso a mezclar los ingredientes para hacer el desayuno.

Sonó su teléfono con la canción “Believer- Imagine Dragons”, que le había asignado a Edwin de tono de llamada. Limpió la harina de sus manos y contestó. – Hey nigga, ¿Qué pasó?

– No me vas a creer lo que te voy a decir, me habló el dueño de ‘’Male´s Show’’ y me preguntó que si ya habíamos conseguido otro chico para el show de esta noche. Yo le dije que estábamos en eso, pero él me sentenció, que si no llevábamos a alguien esta misma noche, ya no habría una próxima función. Así que recordé que habías sugerido a este chico… Aarón ¿O como lo mencionaste?, como sea. Necesito que lo convenzas de que asista el día de hoy, si quieres que sigamos teniendo trabajo.

Jason amaba tanto su trabajo, como para perderlo por una estupidez de parte del dueño. Talvez no era bien visto su trabajo por las demás personas, ¿Quién cree que puede ser un buen empleo, el trabajar de Stripper?, incluso al mismo Jason, le resultó incomodo aceptar en un inicio cuando Edwin los invitó a trabajar con él. Mostrar su cuerpo para diversión de las mujeres y a cambio recibir dinero, puede resultar en un principio algo raro, pero conforme pasa el tiempo se van acostumbrando hasta convertirse en una rutina.

Jason reflexionó respecto a la petición de Edwin. – Veré que puedo hacer, no sé si este chico, aún esté en disposición de hacerlo.

– Pues más vale que sí, tengo demasiadas deudas como para perder este empleo. Te llamaré más tarde, para que me des una respuesta, espero tener una positiva. – Contestó Edwin en tono preocupado.

– Muy bien, te llamaré más tarde, yo me encargo de eso. Jason se despidió de Edwin y colgó el teléfono. Regresó a seguir preparando el desayuno, mientras ponía algo de música clásica, genero favorito de Jason.

Alfonso llegó a la cocina y preguntó a Jason si necesitaba ayuda con algo, él negó con la cabeza y después contestó. – A decir verdad, necesito que le llames a tu primo Aarón, menciónale si aún está dispuesto a trabajar con nosotros y si es necesario convéncelo para que acceda.