Sinopsis.

—Escúchame amor, vamos a jugar a las escondidas ¿te gusta la idea?—pregunto mami con ojos llorosos, a mi no me gusta ver a mami llorar, así que voy a jugar con ella para que no llore.

—Sí, ¿nos vamos a esconder del tío Mark otra vez mami?—le pregunté, pero creo que no tenía que preguntar porque ella comenzó a llorar.

—Si nena, vamos a escondernos de… —no termino de hablar porque el ruido de algo rompiéndose cerca de la sala se escucho por toda la casa. Pegue un grito y mami me puso la mano en la boca para que él no nos escuchara.

Siempre le tuve miedo al tío Mark, él es el hermano de papi, papá murió hace un año y el tío Mark vino a vivir con nosotras para que no estemos solas. Al principio extrañaba mucho a papi y él venía y jugaba conmigo para que dejara de llorar, pero nunca me abrazaba solo me decía que dejara de llorar o sino iba a romper mis muñecas. Un día el se enojo mucho porque yo sin querer rompí una taza mientras jugaba en la cocina. Me acuerdo de que me quiso pegar pero mami se interpuso y la golpeo a ella. Desde entonces cada vez que se enoja o esta borracho, golpea a mami. Todas las noches la escucho llorar y llamar a papi, ella piensa que yo no la escucho, pero muchas veces salgo de donde estoy escondida y voy a abrazarla para que ya no llore, no me gusta verla llorar, pero yo también extraño a papi.

–Sht, vamos arriba— dice mami y yo le hago caso, no quiero que él nos encuentre y nos golpee.
Cuando llegamos arriba vamos directo a mi habitación, ahí hay un armario grande donde siempre nos escondemos en la parte de atrás de las cajas.

—¡MARISAAA!—grita él llamando a mami, ella suelta un sollozo. 

—Vamos perra, sal de donde están escondida tu y esa mocosa a la que llamas hija!— vuelve a gritar y esta vez soy yo la que lloro, no me gusta llorar porque no me gusta que mami piense que no soy fuerte. Cuando ella me ve me atrae a ella y me abraza mientras llora y me canta nuestra canción.

Cuando estabas junto a mí

Nuestra luz era celestial

Qué más podía pedir 

Encontré la felicidad

Sin aviso 

Nuestro paraíso nos dejo

Y ahora tú recuerdo

Me hace sombra el corazón

Hoy se cumple un mes

Que ya no me ves, te fuiste nada más

Quisiste renunciar a quererme 

Y como dueles 

Mientras pienso en ti y en lo que me perdí 

Quisiera evitar, a verme permitido amarte 

Para perderte y me duele, como dueles….

Ella iba a seguir cantando hasta que la puerta del armario fue abierta y tras ella se encontraba él con una sonrisa malvada y sus ojos y cara muy rojas. Oh no, el había tomado mucho otra vez.

—Te encontré perra— dijo antes de tirar fuertemente de mami.

—Mami!—grité y traté de salir para ayudarla pero ella me interrumpió cuando me empujo.

—Cariño, no salgas quédate ahí— dijo ella — te amo mi amor, por favor quédate ahí y no salgas— suplicó antes de que él la golpeara hasta que ella ya no se moviera. Traté de que dejara de golpearla pero no pude, él era más fuerte.

— ¡Mami! Mami no me dejes! Mami despierta por favor, tú no, por favor, no me dejes como papi—grite. La llame con todas mis fuerzas, la abrace muy fuerte y susurre que la amaba y le suplique que por favor no me dejara pero ella nunca respondió. Ella nunca despertó.

—Déjala— vociferó —ya no volverá, ella jamás te quiso, por eso te abandonó— dijo antes de salir de la habitación dejándome ahí llorando y suplicando que mami respondiera.

Desperté con un grito ahogado en la garganta que no me dejaba respirar bien, me senté rápidamente sobre mi cama. Estaba sudando y llorando muy fuerte, hace mucho que no tenía esas pesadillas, hace mucho que  había superado esas pesadillas que solo me traían recuerdos dolorosos sobre mi pasado. Pero esto solo significa una cosa, él había regresado y esta vez para quedarse.

En ese momento mi celular comenzó a sonar y con las manos temblorosas contesté sin fijarme quién era. 

— ¿Si?— mi voz salió un tanto temblorosa. 

—Empaca tus cosas, en tres horas estaré allí. — palidecí al saber su significado— … él está de vuelta.