Capítulo 5. Miss Corn.

La mañana siguiente, el príncipe me propuso ir a la ciudad, es decir, a Moscú. Como los vestidos que estaban en el baúl durante dos días en el agua, se estropearon irremediablemente, y mostrarme a mi tía con el vestido de la gobernanta, el Príncipe Repnin no podía permitírselo.  A mí me gustó la idea. He estado preguntando por Moscú todo el camino. Miraba por la ventana de la carroza todo el tiempo con la boca y los ojos abiertos. "¡Cuántas cosas interesantes puedes ver viajando en el tiempo!"- pensé.

Nos paramos en la puerta de una pequeña tienda. Me ayudó a salir de la carroza y me hizo entrar. Nos recibió una mujer de mediana edad en un vestido precioso con una peluca alta. Hablaba con cierto acento, más inglés que francés. El príncipe me dejo sola con la inglesa, y él se fue por negocios.

- De acuerdo, cariño, su tutor me ha pedido dos vestidos para salir, dos para estar en casa y un caftán con piel en la parte superior para usted. Tengo que tomarle las medidas. Venga conmigo por aquí. - Dijo y me llevó en una pequeña habitación con un montón de prendas hechas y a medio hacer.

-  Usted habla bien el ruso, disculpe no sé su nombre, - le dije eso en inglés. Me hizo brillar por el conocimiento de los idiomas. ¡Tonta!

- Me llamo Corn, Srta. Mary Corn, y usted habla muy bien inglés, - se sorprendió y continuó en su idioma, - es increíble, porque ahora, las mujeres no están brillando con los conocimientos del francés, y con el inglés menos.

- Siempre me ha gustado el inglés, incluso he leído a Shakespeare en original, - seguía yo de lista.

- Usted es una chica muy inteligente para este tiempo, - dijo ella y yo me asuste de meter la pata, - yo solo conocía a otra mujer que hablaba inglés, - seguía ella. - Es la princesa Dashkova.

«¡La que fue directora de la Academia de Ciencias!»- recordé.

- ¿Y ella está aquí en Moscú?, - pregunté, con la esperanza de conocerla.

- No ¡qué va! ella lleva tres años viajando por Europa ", - respondió la señorita Korn.

Ella me contó todo sobre los últimos rumores de la capital, sobre quién era el desfavorecido de la emperatriz, quien estaba esperando ser su favorito y otras cosas. Creo que solo quería hablar un poco en su idioma materno.

Y para mí era la fuente más interesante de información.

Cuando el príncipe regresó, ya éramos amigas. Me regaló una de las pelucas que tenía en la tienda.

- Usted es muy generosa, mi querida señorita Corn, la agradezco, - me despedí  de ella en inglés y me olvidé de que Repnin estaba a mi lado.

Una vez en la carroza, no se retrasó a preguntar:

- ¿Sabes el inglés? ¿Recordaste?

- Resulta que sí. Me salió de alguna manera que no puedo explicar. Miss Corn me dijo algo, me di cuenta que la entiendo y respondí, - intenté arreglar mi fallo.

- ¿Así que estudiaste inglés? - pregunto Repnin.

- Sí, probablemente estudié en casa, y como la familia no iba a ninguna parte, posiblemente no sólo me ocupaba de idiomas, estudiaría algo más. Por ahora sólo recuerdo el inglés. - He dicho, pero tengo que tener cuidado.

- Tengo una buena biblioteca en casa. Si quieres puedes coger los libros de allí - Dijo.

- Gracias, aprovecharé su oferta.