Encuentro a media noche

La primera noche y la desilusión

La noche que Andrés la miró supo que era para él, algo le decía que era la perfecta, decidió acercarse a ella y conocerla pero su corazón latía más rápido que el de cien caballos juntos corriendo 100 km por hora, se detuvo...pero tal vez no debió hacerlo, se le acerco otro hombre el cual también quedo asombrado de su belleza.


Paso esa noche, la siguiente, y la siguiente, pero ella no volvió a ese lugar en el cual la observó, pero algo en él sentía que la vería esa noche de invierno y que esta vez sería diferente.
Estuvo esperando toda la noche pero no aparecía, y cuando la noche comenzaba a despedirse apareció como el primer rayo de sol por la mañana, el cuerpo de Andrés no respondía a ningún movimiento pero su mente y corazón le impulsaron a acercarme a la hermosa chica cuando observó una lágrima rodar por su mejilla, se sentó a su lado sin decir nada y otra lágrima salio de sus hermosos ojos, rápidamente Andrés estiro su mano y limpió aquella triste lágrima.
Ella lo observó sin decir nada, Andrés le ofreció un pañuelo y ella lo recibió gustosamente mientras secaba su rostro de esas lágrimas incontables.
Luego la hermosa chica le hablá con tan solo siete letras: “Gracias”, para Andrés ese “gracias” fue el más valioso en toda su vida, él seguía sin decir una palabra y ella continuó hablando: “¿Sabés? ¡Los hombres son unos imbéciles e ineptos! ¡Ellos piensan que una mujer gusta de ellos tan solo porqué les habla bonito y se les olvida demostrar el amor que supuestamente nos tienen, creen que nos tienen comiendo de la palma de sus manos y buscan otras chicas para hacer lo mismo...pero nosotras tenemos sentimientos y también corazón y eso los hombres no lo poseen!”, Andrés solo escuchaba lo que ella decía pero ella corto ese silencio golpeándolo suavemente en el hombro: “¿No piensas decir nada, acaso no eres un hombre?”, a lo que Andrés responde: “¡Esta noche solo soy un confidente al servició de una hermosa mujer lastimada por una persona estúpida! ”, ella comenzó a reír a carcajadas y le dijo: “¡Eres muy peculiar y gracioso!”.
Ella se desahoga por completo, y es cuando Andrés logra apreciar a aquella hermosa mujer que vio por primera vez, luego de hablar tanto rato se dirigió al baño del restaurante donde estaban, pero cuando Andrés regreso ella ya no estaba.
Andrés salió a la calle para ver sí lograba encontrar a la bella mujer pero no alcanza verla.
Andrés tenía una novia que amaba mucho, días después de haber hablado con la chica desconocida en el restaurante estuvo trabajando hasta tarde, una noche estuvo llamando al celular a su novia pero...no contesto, Andrés ya llevaba tiempo invitándola a salir pero ella siempre decía que no podía ya que según ella estaba muy ocupada, últimamente no la veía ya que cuando iba a su casa nunca se encontraba allí, esa noche que Andrés la estuvo llamando y no contestó él decidió ir solo a cenar a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, estando allí se llevó una gran sorpresa, se ubicó en una de las mesas y llama al mesero y pide el mejor plato del lugar mientras que observaba otra mesa en que se encontraba su...novia...con...otro...hombre y se dieron un...beso, en ese momento Andrés se sintió como si le hubiesen arrojado encima un balde de agua caliente, pues su novia se había besado con otro hombre y ese hombre era su “mejor amigo”, Andrés tuvo ganas de agarrar una silla y romperla en su cara pero...se contuvo y simplemente empezó a disfrutar de su cena.
Cuando terminó de cenar llamó nuevamente al mesero y pagó la cuenta, antes de que el mesero se fuera le pidió que le traerá una copa de vino y el postre más caro del lugar, el mesero cumplió con la petición de Andrés, mientras que Andrés le dice: “¿Quieres ganar un dinero extra?”, a lo que el mesero responde: “¡Esta bien! ¿Qué desea?”, y él responde: “¡Solo debes tomar el postre que me has traído y llevarlo a aquella mesa donde se encuentra esa pareja, si preguntan quién lo mando solo señalaras hacía mi mesa!”, el mesero acepto y Andrés le indicó la mesa donde se encontraba su novia mientras se tomaba la copa de vino, cuando el mesero dejo el postre en su mesa ellos le comentaron lo siguiente: “¡Oye no hemos pedido postre, además es muy caro!”, a lo que el mesero respondió: “¡No se preocupen, el postre ya esta pagó!”, ellos se sorprenden y preguntan: “¿Quién lo pagó? ¡Nosotros no hemos sido!”, el mesero señaló la mesa donde se encontraba Andrés y ellos observaron hacía su mesa mientras que él alzó la copa en dirección hacia ellos.




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