Andrés miró a la chica y no dijo nada, la desató de la silla y luego le dijo: “¡Ir al rescaté de una dama en peligro es obligación de todo hombre, y aun más si es conocida y alguna vez estuvo en su corazón!”, la chica sintió un repentino alivio en su corazón y le dice: “¡Andrés muchas gracias por rescatarme! El otro día no pude hablar contigo y pedirte perdón ya que no me diste la oportunidad de hablar conti-”, en ese mismo instante él la interrumpe rápidamente diciendo: “¡Ana María Belgrano, te pido que dejes hasta allí tus palabras! ¡Permiteme aclararte algo, ya estas perdonada pero, las personas perdonan y los corazones no olvidan! Solo debo perdonar y dejar que Dios sea el que juzgue tus pecados”, luego de decir esto Ana(el cual es el nombre de la ex novia de Andrés) se lanzó hacía Andrés y lo abrazó pero, Andrés se mantenía con una actitud indiferente y no responde a su abrazó, Ana lo abrazó durante un minuto aproximadamente mientras que de las cuencas de sus ojos brotaron tres arrepentidas lágrimas a las cuales le siguieron muchas lágrimas más, unas lágrimas cayeron en la camisa de Andrés y rápidamente él se aleja, seca las lágrimas sobre el rostro de Ana y luego le dice: “¡Debes detener todas esas lágrimas innecesarias ya que lo hecho...hecho está, y mi decisión no tiene reversa!”.
Luego que Andrés dijo esto se marcho de la cabaña pero antes de partir le dijo las siguientes palabras: “¡ Ya no somos novios, ni amigos, ni conocidos, simple y únicamente somos unos desconocidos más de la sociedad y el mundo!”, cuando Andrés llego a la ciudad se encontró con su ex mejor amigo José al cual le preocupaba muchísimo la desaparición de Ana, Andrés le cuenta toda la situación con lujos y detalles, y luego le da la dirección en la cual se encuentra Ana, José antes de partir al lugar le dice: “ ¡ Muchísimas gracias amigo mío, por haber salvado a Ana!”, a lo que Andrés responde: “ ¡ Primero y principal yo no soy tu amigo, segundo no lo hice por ti o por ella solo lo hice por mi moral como hombre, y tercero ustedes para mí son unas personas más del mundo a las cuales no conozco!”, luego que Andrés dijo esto ambos tomaron su rumbo en direcciones opuestas.
José se dirige hacía la cabaña mientras que Andrés se va a descansar un poco, cuando José llega a la cabaña Ana se encontraba ahogada en llantos, él la abraza mientras que le pregunta: “ ¿Te encuentras bien? ¿Te encuentras lastimada?”, a lo que ella responde: “ ¡ Físicamente estoy en perfecto estado de salud!”, a lo que José responde: “¡ Todo estará bien! ¡Ya lo malo ha terminado! Vamos a casa para que descanses”, ella lo miró a los ojos y pensó: “¡¿Lo malo terminó?! ¡Estas totalmente equivocado, ahora es que comienza la tortura de nuestra traición!”, luego de pensar esto se marcharon a casa, y el secuestro de la chica no se convirtió en problemas mayores gracias a Andrés y a su humano e inmenso corazón, un chico con gran humildad que lo caracteriza la cual le permite ayudar a cualquier persona que este en problemas.
Durante el transcurso del día Andrés estuvo ocupado con el trabajo pero por la noche fue a cenar como de costumbre, a la misma hora y en el mismo restaurante llama al mesero y le hace su petición para cenar, cuando el mesero se dirige a buscar la orden de Andrés sucede algo que él nunca espero venir, Andrés estaba tranquilamente esperando la cena cuando repentinamente dos manos suaves y delicadas cubrieron sus ojos de una manera muy sutil, Andrés estaba muy sorprendido y luego escucho que ésta persona le hace la siguiente pregunta: “¿Podrías adivinar quien soy?”, él rápidamente analizó la suave y dulce voz la cual era de una mujer, luego de analizarla saco una y le dice: “¡Eres el primer rayo de sol de mis mañanas oscuras; la brisa que me brinda frío en mis días de calor; eres la más bella flor de mi jardín en el cual tengo sembrado tulipanes, rosas, y margaritas pero hay una flor que es única y la más bella de todo el jardín y se llama Claudia”, luego que dijo esto la chica, que efectivamente si era Claudia, quitó sus manos de los ojos de Andrés, se sonroja un poco y luego se sienta en la silla de enfrenté de Andrés y le dice: “¿Cómo es que puedes hablar tan bonito y poéticamente a una desconocida como yo?”, Andrés la observa y le dice: “¡Para sentir atracción por una dama no se necesita conocerla, se necesita un corazón y sentimientos hacía ella!”, Claudia se sonroja un poco y le pregunta: “¿Qué has querido decirme con eso?”, Andrés la mira a los ojos y le sonríe, en ese instante llega el mesero con el pedido de Andrés, luego de estar la cena sobre la mesa, Andrés le pregunta a Claudia: “¿Me darías el honor de acompañarme a cenar?”, ella se ríe y le responde: “¡El honor no te lo daré yo, al contrarió, tú me darías el honor a mí, por supuesto que me gustaría acompañarte a cenar!”, luego de escuchar esas palabras Andrés le pidió al mesero que le traerá otro plató para Claudia, el mesero rápidamente cumple la orden y le lleva a la chica la cena.
Mientras cenaban Claudia le pregunta a Andrés como estuvo su día, a lo que Andrés le responde: “¡ Mi día estuvo bastante agitado!”, luego que le dijo esto continuó narrándole lo sucedido durante todo él día, pero hubo un momento en el cual Andrés ya se sentía aburrido de hablar solo de sí mismo y le dice a Claudia las siguientes palabras: “¡Ya he hablado mucho sobre mí! Hablame sobre ti”, Andrés se sentía interesado en lo que le podía contar Claudia, ella le responde a su propuesta de la siguiente manera: “ ¡Mi vida no es nada interesante! ¡Toda mi familia es mujer! ¡Soy hija única! ¡Nunca conocí a mi padre! ¡No me gusta salir de día! ¡Mi familia es dueña de un negocio de venta de flores silvestres! ¡Y en todo eso se resume mi vida!”.