Encuentros bajo la lluvia

Capitulo 16

Salí de la escuela camino al autobús cuando alguien me detuvo. Era Jorge.

 

—Hola.—susurró y me sonrió.

 

—Hola.—respondí, noté que estaba nervioso llenándome de intriga.

 

—Ya eres su novia ¿verdad?

 

Asentí.

 

—Petter es muy afortunado por tenerte. Daría todo por tener una oportunidad contigo.—se acercó un poco más a mí y la profundidad de sus ojos grises comenzó a ponerme nerviosa. Lo veía sin saber que decir.

 

Jorge intentó besarme pero logré apartarme rápidamente, estupefacta. Entonces es cuando noté que Alexa estaba viendo todo lo ocurrido.

 

—¡No!—exclamé. Seguramente le diría algo a Petter y no exactamente la verdad.

 

—Lo siento.—se disculpó él.

 

—Mira Jorge, Petter es mi novio y no voy a fallarle como lo hiciste tú con Susy. No pienso seguir sus pasos y tú deberías comportarte como un buen mejor amigo y alejarte de mí.—aclaré cruzándome de brazos, estaba muy enojada.

 

Jorge asintió así que sin más me decidí por subir al autobús. Cuando me volteé...¡ya no estaba! ¡Se había ido sin mi!

 

¡Rayos!

 

El siguiente pasa dentro de una hora.—pensé mientras me sentaba en una banca a esperar. Encendí mi celular pero no tenía batería, no podía avisarle a nadie.

 

Finalmente había llegado a casa. En la distancia vi a Petter parado en frente de esta y mientras más me acercaba más notaba su cara de enfado.

 

Traté de saludarlo pero volteó el rostro dejándome sorprendida.

 

—¿Donde estabas Celina?—espetó cortante.

 

—El autobús me dejó.—expliqué aumentando su enojo.

 

—Te dejó por estar con Jorge ¿me equivoco?—no me gustaba nada el tono con que el me estaba hablando.

 

—¿Qué pasa Petter? ¿Qué te han dicho?—quien se estaba enojando era yo.

 

—¿Te besó?

 

Solté una carcajada sarcástica, él me miró confundido.—¿Crees que yo permitiría que me besara?—alcé una ceja.—¡Yo no soy Susy, Petter!

 

—Lo siento.—susurró.

 

—No me besé con Jorge, pero tú en cambio sigues hablando con ella...

 

—Ella vino a decírmelo.—interrumpió pero continué hablando.

 

—Si sigues hablando con ella, si sigues pensando que soy como ella, lo nuestro no tiene sentido Petter.

 

—Celina, ella vino a contarme qué su prima te vio besándote con Jorge. Lo siento, no pude evitarlo, morí de celos.—se disculpó pero yo ya estaba muy enfadada.

 

—Hablamos en otro momento Petter.—dije dejándolo atrás para entrar a mi casa.

 

Eran las tres de la tarde y ya me sentía cansada. Había tenido el segundo laboratorio en la escuela, solo quería descansar.

 

Miré a mi celular y tenía una llamada perdida de Petter No quería hablar con él, pensaba que le haría lo mismo que Susy, y estaba muy equivocado, yo no era ella. Lo que más me dolió es que le haya creído a ella antes de hablar conmigo.

 

Pensando en eso me quedé dormida.

 

Desperté por un ruido proveniente de la planta baja. Miré el reloj pero eran solo las cinco, mis padres llegaban a las siete. Enseguida supuse que se trataba de un ladrón, salí de la cama a toda prisa.

 

¿Qué hago? ¿Qué hago?—pensaba asustada cuando se abrió la puerta de mi habitación, me quedé helada esperando lo peor, cerré los ojos con fuerza como si eso fuera a salvarme.

 

—Celi soy yo.—dijo la voz de Petter.

 

Abrí los ojos de golpe y lo fulminé con la mirada.

 

—¡¿Qué haces aquí!? ¡¿Estás loco!? ¡Me asustaste!—grité agitando los brazos.

 

—Lo siento pero no respondías, así que no me dejaste otra opción.—dijo mientras se acostaba en mi cama—Bonita pijama.—Oh no. Recordé que para dormir me ponía mi pijama de vampirina (mi favorita).Que vergüenza.—Bonitas piernas.—me ruboricé de inmediato. Mi pijama era un short muy corto lo que le daba a él más vistas.

 

—¿Qué haces aquí?—volví a repetir ignorando el rubor en mi mejillas.

 

—Celi cariño, es nuestra primera pelea y te ves tan linda molesta.—dijo mientras estiraba su mano para tomar la mía y besarla.—Discúlpame por favor, yo sé que le interesas a Jorge. Eres hermosa y ese bastardo tiene buenos gustos.—dijo haciéndome reír.

 

—A mí solo me interesas tú.—le volví a afirmar cuando escuché el motor del carro de mis padres.

 

Habían llegado más temprano de lo acostumbrado.

 

Oh no.

 

—Petter vete.—le ordené.

 

—¿Y si aprovecho para hablar con los suegros?

 

—No es momento para bromas Petter.—dije haciendo que el finalmente se fuera.

 

Me quedé en mi habitación pensando en lo lindo que es y en nuestra primera pelea.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.