Era un día muy agotador como siempre, ser residente de cirugía siempre seria cansado. Hoy más que nada el hospital estaba vuelto un desastre el parecer ocurrió un accidente con muchos heridos, sin contar que algunos necesitaban entrar al quirófano de urgencia.
Luego que salí de la octava cirugía del día, me dirigí a la cafetería, de verdad necesitaba un descanso.
¾Hey –escuche que saludaban, era una de mis compañeras.
--Hola –dije mientras revolvía mi café.
--¿Día difícil?
--Demasiado. –conteste dirigiendo mi mirada a ella --. Parece que hubo muchos heridos tras ese accidente.
--Ya veo, ¿Has visto a… --no termino la pregunta porque entraron unos hombres de negro.
Eran muchos la verdad, se veían grandes e intimidantes, entre ellos había un hombre, que parecía un mafioso, quite de inmediato esas ideas, debo dejar de ver esas películas.
--¡Necesitamos un doctor! –dijo uno de ellos.
Me levante de inmediato al ver que avía un herido.
--¡Una camilla! –grite.
No tardan mucho en traer la camilla, yo me acerco a revisar qué fue lo que paso
--Pónganlo en la camilla por favor –ordene a los hombres de dos metros con cuerpo de gorila.
Los hombres obedecen, y comienzo a¾ revisar sus heridas << ¿En qué diablos se metió para acabar así?>>
--Al quirófano ¡Rápido! –los paramédicos me ayudan a llevar la camilla a uno de los quirófanos.
Al llegar ya está el medico jefe, me cambio y me pongo en mi posición.
--Bien, hay que hacerlo con mucho cuidado la bala está en el cerebro, un movimiento en falso y perdemos al paciente.
El doctor comenzó con la cirugía todo va bien hasta ahora, este paciente tiene múltiples heridas no tan graves como la bala, el 80% de personas mueren con cirugías, el 50% puede vivir más de 30 días. Observo atentamente cada cosa que hace el doctor.
--Aspirador –ordena, la asistente de cirugía me pasa el aspirador.
Aspiro la sangre para no bloquear la vista del doctor, llevamos tres horas en el quirófano, solo para que suene un pitido.
--¡Desfibrilador! –la asistente se lo pasa.
El paciente no da señales de vida, el doctor pide recargas del aparato, no hay signos vitales.
--Lo perdimos –el doctor da por concluido – Háganle saber a sus familiares.
Salgo de cirugía, me encargaron que yo de la noticia. Seme ponen los pelos de punta de recordar a esos hombres, que supongo que son su familia o algo así.
--Familiares del señor –leo el documento para ver el apellido del difunto–- Del señor Morello.
Unos hombres se acercan, tiemblo de miedo, miden como 2 metros. <<me voy a mear>>
--¿Todo bien? –-pregunta uno de ellos— No tenemos todo el día—dice al ver que me quede mirándolo.
--Estem… –me aclaro la garganta—Lamento informarles que no pudimos hacer nada, lamentablemente, él seño falleció…
--¿¡Se supone que son doctores y salan vidas, como mierda no pudieron salvar esta!?—me grito uno de ellos.
Odie demasiado ser asignada para dar la terrible noticia, esos gorilas dn mucho miedo. Pero eso no me importo para decirles lo que se merecían, he tenido un día pésimo para que estos cara de mono vengan a gritarm como si fueran lo más. Y se nota demasido su desinfotmacion, ¿Cómo pretendían que salvaramos a alguein con una bala en la cabeza? Es casi imposiblecon la cercanía de la bala a su cerebro.
--¡Primero que nada no tienenel derecho a gritamre! Era casi imposible salvarlo, para la poxima infórmense más. Y ya que ese señor paso a otra dimecion se pueden ir, garcias.—me doy media vuelta para irme y dejarlo ahí con susu compañeros los gorilas.
Mi tuno acabo hace minutos, pero po la llegada inesperada del señor Morello no pude retirarme. Slgo el hospital para tomar un taxi ya que mi carro estaba descompuesto.
<<hoy nada peor me puede pasar, hoy nada peor me puede pasar>>
Camino lo suficiente para poder tomar un taxi, caundo sineto un pañuelo en mi bica y nariz, lucho por safarme pero se me hace imposible, su fuerza y estatura me recordó alos gorilas de antes… <<Oh no, no puede ser verdad>> no pudemás, vi todo negro…
Editado: 27.01.2024