23 de octubre 2013
Es irónico como la vida te pone personas maravillosas y ella misma te las quita es como una montaña rusa no sabes cuando vas a estar bien o cuando vas a estar mal, Nos pasamos la vida detrás de personas que solo nos hacen daño y por alguna razón seguimos hay. Es como si la vida por algún motivo quisiera que te estrellaras y lo haces de la manera más dolorosa, es injusto que personas lleguen a mejorar tu vida y esas mismas te terminen por destruir.
Han pasado 5 años en los cuales pensé encontrarme como persona, pero eso nunca paso únicamente estoy aquí en el mismo círculo vicioso de siempre rodeada de personas que dicen querer, pero cuando as pasado por mucho te conformas con poco con tal de sentir algo de atención.
Deje escapar un sollozo estaba tan cansada de toda esta mierda que no sentí cunado llego mi compañera de cuarto abrió la puerta, levante mi cabeza para observarla ella era tan perfecta con sus curvas extraordinarias y yo solamente era yo tan básica como siempre. Ella se acercó a paso apurado para sentarse en mi cama.
-oye pequeña que te pasa -me miraba como si realmente le importara, sin embargo, la verdad a estas alturas ya no sé si es verdad.
-nada solo me duele la cabeza - espero que me creyera no tengo ganas de contarle lo duro que ha sido esto para mí, pero supongo que ya sabe, toda la universidad se enteró.
- no te creo, sin embargo, te dejaré descansar es tarde si quieres hablar estaré aquí-asentí no tenía ganas de hablar con alguien y creo que es mejor así, me recosté en mi cama con muchas ganas de seguir llorando no obstante me contuve.
Por primera vez en mi vida no quería llorar de noche.
Me levanté me puse mis tenis y salí necesitaba correr, sentir el viento en mi cara, en mi pelo. Poder sentirme libre aunque no fuera de esta forma.
Corrí asta que me canse mire la hora en mi reloj cinco de la mañana corrí durante tres horas por todo el parque. Considero que es momento de volver a la residencia esta vez no fui corriendo las calles estaban vacías, era obvio era la única estúpida que corría a esta hora.
Llevo más de media hora golpeando la puerta de mi habitación salí tan apurada que ni me di cuenta de que deje las llaves. Después de tocar mil horas abrió maya con los ojos adormilados.
Frunció el ceño me miro le di una sonrisa y pase a la habitación.
-cuando saliste - dijo ella sentándose en la cama - lo siento no volverá a pasar -en serio estaba apenada.
- no te tienes que disculparte por cada cosa que hagas, en tu vida - asentí.
-que tienes cuéntame para poder ayudarte -dijo ella.
- nada solo tengo sueño, hablaremos más tarde - y sin esperar respuesta me metí al baño para darme una ducha y esta vez me permito llorar, para ver como las lágrimas se mezclan con el agua. Me pregunto si por eso me dejo.
Siempre me dijo que odiaba a las personas que lloraban por todo, pero yo no era así a veces lloraba porque si y otras porque no a lo mejor eso le aburrió. Salí de la ducha y solo pude pensar otra vez estaré en la boca del lobo.