Catraoine
El tiempo pasó rápidamente y cada día con Elián era un regalo. Hoy era mi día de descanso de la Universidad y de la empresa. Laura vino a visitarme y prepararme de comer, la escuchaba en la cocina preparando el desayuno, yo seguía en la cama, estaba agotada, sentía los músculos dormidos, el cuerpo pesado, es debido a que me he sobrecargado con la Universidad y la pasantía. Poco a poco me voy acostumbrando más. Vuelvo a cerrar los ojos no se por cuenta me duermo, pero el sonido de la voz de mi madre en el cuarto me despierta.
- Deberías despertarte ya, simplemente estas reteniendo líquidos ahí acostada, te estas poniendo aún más como una marrana. No sirves sino solo para dar problemas –dice furiosa abriendo la cortina de mi habitación- lo único que haces es estar de floja todo el día ¿así piensas ganar dinero?
- Mamá, buenos días para ti también, hoy es mi día de descanso, se hizo para eso, para descansar –digo con un tono de voz suave intentando no crear una discusión- ¿Qué haces aquí?
- Vine a visitarte esperando encontrar mejores noticias de ti y lo único que veo es decepción –me toma por los hombros y comienza a sacudirme- estoy harta de gastar mi dinero en ti, no sé en qué momento me pareció buena idea traerte a este mundo. ¿para qué? Mira como terminaste –mis ojos se llenan de lágrimas, las palabras, aunque no sean ciertas, si vienen de una persona que quieres, te hieren hasta lo más profundo del alma-
- ¿Qué mierda hace Mariana? –Laura con voz firme pero triste me saca a mi madre de encima dejando caer el desayuno que traía en las manos- ¿está loca acaso? Como se le ocurre ponerle una mano encima a Catraoine. Con que cara señora viene usted aquí a decidir sobre ella. Hablar de su físico, y de lo que significa para usted –la voz de Laura se rompe y en sus ojos se avecina el llanto-
- Soy su tutora legal niña, soy su madre. Puedo decirle y hacer lo que quiera con mi hija.
- ¡Sabe cuento Catraoine se esfuerza para cumplir sus malditas expectativas de mierda Mariana!! –le recrimina mi amiga- tanto que eso es lo que la tiene así, acostada en esa cama, agotada. Por trabajar incansablemente por sus sueños, por tener dinero suficiente. Y no. Usted puede ser muy su madre, pero en lo único que invierte en esto –le señala sus joyas y ropa de marca- se la vive recalcando que Catraoine debería dejar sus sueños y caer en la realidad de que es pobre. Pero si en algún momento paso lo que paso fue por usted. Podrá ser su madre en un papel. Pero nunca lo será de verdad.
- Eres una insolente Laura, como te atreves hablarme de esa manera. –alza el mentón y me mira por última vez antes de negar con la cabeza- No espero nada de ti y aun así logras decepcionarme. Espero que la próxima vez que te vea tengas diez kilos menos.
-quería intentar decir algo, pero simplemente las palabras no salían, simplemente me quede mirando a un punto fijo mientras escuchaba a Laura sacar de mi casa a mi madre y luego venir refutando a la habitación- Esa señora está loca amiga, no le prestes ni la más mínima atención a ninguna de sus palabras. Sabes que estas divina y tienes un culo envidiable –me saca una sonrisa con lo último- tú no te preocupes, descansa que te lo mereces, yo voy a limpiar este desastre y preparare un nuevo desayuno.
Muchas veces las personas a nuestro alrededor no notan el esfuerzo que hacemos, para algunas personas el despertarse a un nuevo día y afrontarlo es todo un reto, muchas veces no quisieran despertar, no quisieran ponerse de pie, hablar con nadie, muchas veces se sumergen en algún hobbies o pasión para sobrellevar el mundo real. En mi caso es mi trabajo y estudio. Me aferro a ello sin descanso, busco refugio en las letras, en los libros y la música para olvidar lo horrible de mi vida. El tener que estar en constante aceptación de todo aquel que me rodea. Pero hoy estoy tan cansada de eso, decidí que el día de hoy solo existiría, descansaría y viviría siendo eso, nada.
Laura regreso con algo de comer, me decía sin parar lo delicioso que le había quedado, decidió que me iba a leer un libro, me encanta que las personas me leyeran, tal como Elián, amaba escuchar sus propias interpretaciones de esas letras plasmadas en aquellos libros, como le daban emoción a ciertas escenas, y como narraban partes tristes de la historia.
A medida que avanzaba en las páginas, las palabras cobraban vida en mi cabeza y la historia me envolvía. El tiempo parecía detenerse cada que leía o escuchaba un nuevo libro, era como sumergirnos en las aventuras y los personajes que hacemos nuestros, que les ponemos un rostro y una personalidad a nuestra manera. Pero que al fin y al cabo refugiamos como nuestros salvadores. Ya que ellos nos salvan de la crueldad del mundo real.
Laura Continuó leyendo en voz alta, compartiendo risas y lágrimas, en ocasiones mencionaba que tal personaje se parecía un poco a mí, que era testaruda, pero una increíble amiga.
A medida que iba terminando el capítulo del libro, Laura me miro acariciando mi cabello.
- guardare nuestros recuerdos en este momento, eres una increíble amiga, estuviste para mí en cada momento difícil de mi vida, nunca me dejaste sola. Ahora es el momento en el que yo estoy también para ti como siempre. No importa que venga por delante, cada día estaré más y más orgullosa de ti, de la persona que eres, y de la persona que vas hacer. Admiro tu esfuerzo, tu valentía y tus ganas de salir adelante. No olvides lo que siempre decimos –me anima a completar la frase-
- debemos celebrar incluso los pequeños pasos –sonrió abrazándola-