4.10 Construir una base

Al escuchar las palabras de Lin Mian, Lewin de repente se puso tenso. El asunto de que no serían aceptados en otra base y que su decisión había sido crear una propia… Esas cosas no las había discutido con nadie, ni siquiera con 2-2. 

—No puedo leer la mente —declaró Lin Mian cuando sintió sus dudas—. Bueno, no exactamente, tendría que explicar el funcionamiento de mi habilidad para que lo entiendas... Entonces, ¿cuál es su respuesta? Si es necesario para que confíes en nosotros, te ofreceré todos nuestros secretos con las manos extendidas.

Como si quisiera reforzar su afirmación, hizo un gesto de extender las manos, lo que permitió ver cómo sus dedos eran demasiado pálidos y temblaban un poco.

Al ver el estado debilitado de esta mujer, Lewin sintió miedo de que Bai Jin estuviera igual si se excedía con su habilidad, ya había comenzado con el sangrado de nariz, ¿sus extremidades se debilitarían después?

—Este asunto lo tenemos que discutir con el resto del grupo —respondió al fin Lewin.

—Adelante —cedió Lin Mian.

La conversación pareció detenerse ahí, porque la mujer cerró los ojos y se recargó en el pecho de Qiu Heqing, como si fuera todo lo que necesitaba para sentirse bien.

Cuando salían por la puerta, Lewin alcanzó a percibir cómo Qiu Heqing acariciaba la cabeza de Lin Mian y abrazaba su cuerpo con la otra mano. Una sensación de dejá vu lo hizo preguntar de manera inconsciente: «2-2, ¿es posible que las almas de dos personas coincidan en otro mundo y conserven recuerdos o sentimientos de sus vidas pasadas?»

【...】2-2 dudó de lo que esa pregunta podría significar【¿Por qué lo pregunta, maestro?】

¿Por qué? Lewin reflexionó por un momento. Sabía que su amante y él eran un caso especial, pues el alma del primero había sido dispersada en varios mundos, aunque aún no entendía el principio que rige ese fenómeno, sabía que por eso es que conservaba algunos sentimientos o ecos de recuerdos de las otras vidas; por otro lado, él mismo tenía un sistema que le permitía retener su consciencia y un contrato por el cual podía asumir los cuerpos de otros. En ambos casos, no había una reencarnación propiamente dicha.

El caso de su hijo, sin embargo, le hizo sospechar que, incluso si es una reencarnación, el alma de las personas podría retener algunas cosas de sus vidas pasadas. Además, Qiu Wufang le recordaba en todos los sentidos a Arlam Slyx, el hijo de Winston Slyth y Dean Nyx, además de que la reciente interacción entre Qiu Heqing y Lin Mian le recordó a ese último par. ¿Pero podrían existir tantas casualidades? Lewin sintió que si fuera cierto, se volvería un poco paranoico.

Mientras le explicaba todo esto a 2-2 y planteaba sus dudas, antes de que el sistema le diera una respuesta, el grupo de tres ya había llegado a un lugar tranquilo alejados de la cabaña.

—¿Qué opinas de su oferta? —le preguntó Gu FengTian enseguida.

—Son sinceros —afirmó. Eso era lo único de lo que Lewin estaba seguro —. Bai Yu, ¿qué piensas de ellos?

—No se sienten como malas personas… El señor Qiu es un poco presuntuoso, pero debe ser un hábito de su vida antes del apocalipsis —. Vio la duda en la mirada de Lewin y explicó—. Es un famoso inversionista que en un golpe de suerte se transformó en un nuevo rico, recuerdo que hubo mucha controversia sobre él hace unos seis años, porque justo cuando se anunció en la lista de los más ricos y poderosos en la provincia J, su esposa se había suicidado… Hubo quienes especularon que él la mató. Aunque no recuerdo que en esos informes se mencionara que tenía un hijo.

—¿Es ese señor Qiu? —exclamó Gu FengTian con sorpresa—. Un mayor en la policía que estuvo involucrado en el caso me habló de él. Aunque los medios explotaron aquella noticia, la mujer en realidad no se suicidó, sino que murió en un accidente con otro hombre. El esposo pidió encubrir ese hecho porque al parecer el otro hombre era el amante de la esposa, quería mantener la reputación de ella por su hijo. 

Al ser alimentado con chismes, Lewin se quedó estupefacto. Por lo menos con esto supo que la preocupación de Qiu Heqing por su hijo era genuina, así que no debería de hacer nada en contra del grupo.

—Entonces no hay dudas sobre su carácter… —musitó un poco inseguro.

—Lo único sospechoso en ellos es su excentricidad al elegir mascotas —dijo Bai Yu entre bromeando y temiendo—. ¿Para qué juntaron a todos esos zombis?

—Dicen que lo explicarán si los dejamos acompañarnos, así que no nos apresuremos a especular nada —concluyó Gu FengTian.

—Entonces reunamos a todos para votar si están de acuerdo. Aunque estoy seguro que la mayoría decidirá lo mismo que nosotros, es importante conocer la opinión de Qiu Wufang, ya que es su hijo y quien más lo conoce.

—Bien —Gu FengTian aceptó enseguida y se dio la vuelta para buscarlos.

—Oye —habló Bai Yu cuando se quedaron solos—. Tú… 

Desde que reafirmó que la persona frente a él no era su amigo, Cai LiWen, siempre dudó cómo llamarlo, por lo que se detenía en aquellos pronombres incómodos. Esta vez, después de notar cómo la actitud del otro se volvía más hermética al reunirse con Gu FengTian, tomó la decisión de romper este punto muerto de silencio sobre lo que ambos eran conscientes que sabían.