Entre Alas Oscuras [sin editar]

5 - Más preguntas que respuestas

     La habitación blanca se convierte en pequeños píxeles de colores, los cuales cambian a diferentes escenarios en el techo o las paredes, lo que me llena aún más de confusión. La comida sobre la mesa se desvanece y el mantel bordado también, sin embargo las bancas permanecen allí, inmóviles si son comparadas con el resto del lugar que no para de transformarse.
     Me invade una sensación horrible de pánico: ¿qué está pasando? ¿Dónde estoy? ¿Dónde están todos? ¿Esto es real? ¿Yo... soy real?
     Me giro en busca del cadáver del chico, sin embargo no está en donde debería. En su lugar se encuentra un gran trozo de plástico derretido, el cual parece haber tenido forma de cuerpo humano alguna vez, similar a un maniquí. Un peso enorme en mi pecho me impide respirar bien mientras algunas lágrimas ardientes caen por mis mejillas. Dirijo la atención a mis manos que siguen en llamas, las mismas llamas que podrían haber asesinado a alguien por más inocente o culpable que sea. Tengo la capacidad de dañar a otro ser humano y lo acabo de hacer, aunque no haya sido del todo real, pero, ¿y si lo hubiese sido? Realmente yo soy... un monstruo.
     —Vanina... ¿Te encuentras bien? —Frederick, saliendo de una puerta que jamás había visto, se acerca a mí con gran preocupación. Yo decido alejarme con las manos, aún en llamas, en alto.
     —¡Alejate de mí! ¡Ya viste lo que puedo hacer! —logro gritar con la voz quebrada—. ¡Andate! Por favor... —Sigo dando pasos hacia atrás para aumentar la distancia, mientras él se queda en su lugar y levanta los brazos lentamente en señal de rendición.
     —Hey, calma Vanina... Estamos en una sala de simulación, lo que acabas de presenciar no fue real, lamento que hayas tenido que vivirlo, no era parte del plan que... —Dirige su mirada al plástico derretido por un momento y luego vuelve su atención a mí—. Afuera están tus padres esperándote. Vayámonos de aquí, ¿sí?
     Noto que se está acercando por lo que mis llamas intensifican su color verde, aunque al mismo tiempo siento un pequeño mareo; la habitación se mueve o tal vez soy yo quien está perdiendo el equilibrio, no lo sé, pero intento resistir un poco más.
     —Vanina, ¿te estás sintiendo bien? Creo que tus poderes están al límite, debes destransformarte y descansar. Por favor, estoy preocupado por tu salud...
     —¡Basta! ¡Callate! ¡No sabés lo que me está pasando!
     El piso, él, la sala, todo vuelve a provocar un movimiento. Necesito aguantar hasta salir...
     —Tienes una determinación increíble como tu hermano, ¿sabes? Él era de los mejores estudiantes de su generación y tenía un nivel de madurez que superaba la de muchos adultos. Tienes miedo por tus poderes, es normal, pero no debes negar que estas habilidades están dentro de ti. Sé que lograrás controlarlos, permíteme ayudarte...
     Una parte de mí quiere ceder, sin embargo la otra, más paranoica, no desea volver a estar en los brazos de aquel hombre. Por más que no fue real, aún siento como si lo hubiese sido. Tal vez ese sea el motivo por el que estoy resistiendo tanto, o, en realidad, se trate del monstruo en el que me acabo de convertir. No quiero hacerle daño. Sería mejor que me encerraran en un lugar frío y casi oscuro, como en la celda que estuve con Jev; no debí haber escapado de ahí en primer lugar.
     —¿Vanina? —habla con calma y da un paso hacia adelante. Mi vista se vuelve borrosa debido a las lágrimas, mientras mi estómago parece vaciarse de la nada—. Estás pálida, por favor, no continúes con esto...
     —Ayuda... —es lo único que logro decir antes de que mi temperatura corporal descienda significativamente y la habitación se convierta en un agujero negro.


Doce de abril.


     —Ella tuvo una gran determinación en el uso de sus poderes, aunque al mismo tiempo sé que la causa fue el miedo que sentía ante la situación. Me preocupa que continúen los desmayos y no desarrolle mayor energía vital... Ella posee una gran fuerza en su interior, sin embargo ha demostrado lo contrario —Noto que es la voz de Frederick quien parece estar conversando con alguien. La sensación de estar acostada sobre una nube, otra vez, me permite deducir que me encuentro en la enfermería.
     ¿Energía vital? Tengo la sensación de haberlo escuchado alguna vez, no sé si en una mala traducción de anime o en alguna charla con Henry sobre los faireers. ¿Por qué no puedo recordarlo con claridad en este momento?
     —Freddie, sé que tienes miedo de que no logre controlarse y se convierta en uno de ellos, pero apenas es una niña, ¿no deberías darle algo de espacio? Estoy segura que pronto desarrollará más su energía vital, solo permítele crecer —El tono tranquilo de Mariana podría anestesiar a cualquiera que lo escuchase, es sumamente agradable de oír. Sí, es un comentario extraño viniendo de mí, pero bueno, cuando tengo que ser sincera no puedo evitarlo.
     Un largo suspiro resuena en toda la habitación, y, seguido de esto, alguien besa en la mejilla a otra persona. Por más que quiero saber qué está pasando, mis párpados duelen lo suficiente como para no permitirme abrirlos.
     —Muchas gracias, Mari. Eres una chica increíble, ¿sabes?
     —¿Solo por calmar tus preocupaciones? Vamos, eso es lo mínimo que puedo hacer por ti después de...
     La conversación es interrumpida por el chirrido de la puerta, seguido por un molesto sonido de tacones altos que recorren la habitación hasta llegar a mi lado. Escucho la respiración calmada de alguien sobre la piel de mi rostro, haciéndome cosquillas, pero logro mantenerme inmóvil fingiendo que aún continúo enredada entre los brazos de Morfeo, el dios griego de los sueños.
     —¿Ocurre algo, Karina? —pregunta el joven con un hilo de voz, aparentemente... ¿preocupado?, ¿asustado? No sabría decirlo con certeza.
     —Presiento algo... —responde la mujer seriamente, al tiempo que pasa un dedo congelado por mi mejilla y poco a poco sube hasta mi frente, donde luego pincha con la uña sin llegar a lastimarme. Esto, el ambiente tenso y el silencio sepulcral en la sala, es una mezcla de de terror y escalofríos que me asusta demasiado. A pesar de esta situación tan aterradora, mi cuerpo no responde, como si todos y cada uno de mis músculos estuvieran bajo un sueño profundo del cual no creo que vayan a despertar pronto, por lo que, para mi desgracia, me encuentro a total merced de aquella mujer misteriosa de piel fría y voz imponente.
     —Tengan cuidado con ella, Frederick, Mariana, por favor. Su futuro es extrañamente incierto, veo imágenes demasiado borrosas como para decirles algo, excepto una cosa, pero nadie podrá impedirlo... —hace una pequeña pausa dramática antes de continuar—: Oscuridad, una gran masa de oscuridad querrá hacerla sucumbir.
     —¿Oscuridad...? —pronuncia Frederick con gran dificultad, para luego tragar saliva sin saber qué más decir. Se nota que la preocupación volvió aunque esta vez con mucha mayor fuerza, como si hubiese tenido un momento de calma antes de que otra tormenta arrasara dentro de él.
     —¿Y no hay na-nada que podamos ha-hacer? ¿Se volverá u-uno de... ellos?
     —No logro ver nada más, Mariana, lo siento —Y dejando estas palabras colgando en el aire, los tacones de Karina se alejan hasta desaparecer tras un pequeño chirrido de la puerta.
     Pasan unos segundos, casi eternos, antes de escuchar a Mariana volviendo a consolar a Frederick.
     —Dirás que no está cuerda o que tal vez no interpretó correctamente sus visiones, mas no puedo estar tranquilo, lo sabes. Nunca falla en sus advertencias y mucho menos cuando se trata de oscuridad, Mari. Y no puedo permitir que Vanina caiga en ello, no. Prometí cuidarla como a todos los afectados de la batalla, le prometí a Jev que me encargaría de ella y estaría pendiente de su aprendizaje en el control de sus poderes. Voy a fallar de nuevo, voy a romper otra promesa, ¿cómo es posible que las personas aún confíen en mí? Aunque eso es seguro que cambie si ella... No puedo permitirlo, yo no... —El joven acaba por quebrarse antes de terminar la frase, lo que provoca, a su vez, que sus llantos y lamentos inunden la habitación; se se siente tan desesperado, perdido, sin saber cómo continuar siendo consciente de la fuerte declaración que le dio la mujer de piel fría. Es incómodo escucharlo sufrir, siendo sincera, así que decido concentrarme en lo que ahora me dejó bastante confundida: ¿a qué se refiere con que "una gran masa de oscuridad querrá hacerla sucumbir"? ¿Acaso ya no soy parte de esa oscuridad? Es decir, demostré que tengo la capacidad de lastimar a las personas con mis poderes, e incluso a mí misma, por lo que soy un monstruo y los monstruos son parte de esa oscuridad. Pero más allá de eso, ¿quiénes son "ellos" y por qué Frederick se empeña en que no me convierta en uno? Nadie parece querer mencionarlos sin utilizar ese pronombre. Tengo la sensación de que hay demasiada información que desconozco detrás de esto, y, por alguna razón, me gustaría comenzar a investigar; un poco por curiosidad, sí, aunque también porque detesto no saber datos que pueden ser valiosos para descifrar enigmas. Pueden llamarlo intuición o como quieran, pero creo que hay secretos sobre los faireers que, por alguna razón, no fueron revelados hasta ahora.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.