Entro a mi habitación aún con la capucha puesta, tratando de ocultar mis ojos hinchados de tanto llorar y las manchas que dejó el delineador corrido. Me siento tan vulnerable en este instante, ¿cómo es posible que me haya dolido tanto? ¿En qué me estoy convirtiendo? Incluso un monstruo como yo tiene sentimientos o todavía estoy en medio de mi transición y por eso aún tengo la capacidad de sentir; fui feliz por un instante, ¿no? Estallé en carcajadas con Paz. Ella me provoca sensaciones anormales en mi cuerpo, como si tuviese el poder de derribar mis defensas con sutileza para luego insertar un brillo inusual dentro de mí, algo que nadie jamás ha hecho en estos últimos tres años. La extraña calidez que recorrió mi piel, las manchas carmesí en el cuello, las inmensas ganas de reírme junto a ella... ¿Qué carajos me está pasando? Estoy segura que todo es culpa del búnker, porque desde entonces he experimentado situaciones nuevas que me confunden mucho. Solo estoy fuera de mi zona de confort, ¿verdad?
Suelto un sonoro suspiro que resuena en toda la habitación.
—¿De nuevo deambulando? —La voz de Frederick me pega un susto de la gran siete. ¿Qué hace él sentado sobre mi cama?—. Te concedimos un día libre de exámenes para que descanses aquí, en tu habitación, no para que tomes paseos vespertinos por el búnker como si fuese una zona turística.
—¿¡Qué estás haciendo!? ¡Esto es violación a la privacidad! —grito como una histérica.
—¡Hey, calma! Tengo permiso para entrar aquí... Espera, ¿te encuentras bien? ¿Estuviste llorando? ¿Ocurrió algo?
Escondo aún más mi rostro debajo de la capucha y esquivo los brazos de Frederick, quien rápidamente se había acercado hasta a mí. No sé cuáles son sus intenciones, tal vez quiera abrazarme, pero no me voy a arriesgar para saberlo, ¿verdad?
—¡Andate, quiero estar sola!
Por suerte logro encontrarme a sus espaldas y así evitar que me vea en este estado, a pesar de ser consciente que, en realidad, él ya notó que no estoy bien. No voy a hablar del tema, mucho menos con una persona como Frederick...
De pronto, escucho sus pasos alejarse de mí.
—Respetaré tu espacio, sin embargo debes saber que eres mi responsabilidad dentro de la base —habla calmado y con una pizca casi imperceptible de preocupación—. Procura no volver a deambular por ahí sin compañía, quién sabe qué te puede ocurrir si no te encuentras bajo vigilancia...
—¿Qué podría pasarme, eh? —digo con tono normal, para luego girarme en su dirección con furia. Me quito la capucha para verlo a los ojos, aunque, al parecer, ya tenía su mirada sobre mí desde antes—. ¡Lo único que podría pasar es que me vuelva como Emma o como Jev, o incluso como vos! ¿¡Cómo puede ser que no entiendas que no quiero involucrarme en esto!? ¡Estoy harta de este sitio tan pacífico y lleno de amor sofocante! ¡Ni siquiera hay problemas entre faireers! Nunca se agarran de los pelos o cosas así, todos conviven tan pacíficamente que hasta parece sacado de dibujo animado para bebés. Lo único que falta es que canten canciones clichés y pegadizas sobre cumplir sus sueños.
La expresión en su rostro se ensombrece de una manera tan terrorífica que más de un escalofrío me recorre el cuerpo, mientras que mi columna vertebral eleva un poco su temperatura. El miedo vuelve a mí como un relámpago y mueve cada célula que poseo, mi respiración se corta unos segundos. De soslayo observo su brazo derecho donde se encuentra su muñequera roja, comprobando así que el Frederick frente a mí es el real...
—Cuando naces siendo de una raza buscada por otra, justificando que eres una aberración o un error que debería ser eliminado de la existencia, aprendes que la oscuridad domina más que la luz y, por esta razón, debemos mantenernos positivos incluso en las situaciones más críticas; ninguno dentro de la base es realmente feliz, solo somos sobrevivientes de la maldad que quiere tomarnos como sus esclavos por toda la eternidad. Y espero, Vanina, que alguna vez lo comprendas y te unas a nuestra causa —Se acerca, acción que permito por el simple hecho de que estoy atornillada al suelo, y se dirige a mí con un tono de voz que jamás había oído en él—: se aproximan tiempos oscuros y no estoy seguro si los faireers nos encontramos preparados para afrontarlos. Aún así, ¿intentarías defender a toda costa aquello que conoces y denominas “hogar”? Porque nosotros sí, aunque nuestra vida sea el costo a pagar por ello.
Continúo paralizada mientras él se retira de mi habitación, dejando aquellas palabras pululando en el aire y con restos de suspenso estampados en las paredes. ¿Qué acaba de pasar? Realmente no estoy segura que todo esto sea real. Cuando recupero el control de mi cuerpo, decido revisar cada centímetro del lugar por si no se trata de otra prueba en la sala de simulación, aunque estoy segura de haber hecho el camino correcto hacia el piso F, donde se encuentra mi cuarto de alojamiento, y vi su muñequera roja en el lugar que debe estar. Es real. Todo es real. Pero sus palabras... Mi mente ya comienza a pensar en las declaraciones de Frederick, ¿a qué se refirió con que "se aproximan tiempos oscuros"? ¿Y por qué no podrían afrontarlo los faireers? Ellos han pasado por muchas batallas y están todo el tiempo entrenando, ¿no es eso suficiente para luchar contra lo que sea que venga? Aunque... ¿Y si se trata de la visión de Karina? Ella vio que una gran masa de oscuridad me haría sucumbir, aunque el resto de mi futuro era incierto y demasiado borroso como para distinguir algo. Tal vez por eso el hombre de ojos color tierra no está seguro si podrán afrontarlo o no, pero igual parece solo una locura mía, ¿por qué se preocuparían tanto por un monstruo como yo? Soy solo una, no tengo un ejército o algo similar, al menos no por ahora. Así que seguramente se trate de algún lío con las hadas, no es un detalle menor el hecho de que Emma logró destruir a su Diosa Hada Superiora, quien, por cierto, dicen que no creó a su sucesora, por lo que es el comienzo de la extinción de las hadas. Ahora que lo pienso, eso también significaría que, además del caos interno que seguro tendrán, en unas pocas generaciones se van a extinguir completamente los faireers puros y solo existirán faireers compuestos, porque los faireers mestizos están extintos o a lo sumo quedarán uno o dos vivos. ¡Qué locura!, ¿no? Sin embargo todo esto no me deja tranquila, las palabras de Frederick siguen siendo un enigma que, por el momento, no voy a poder resolver.
De esta manera decido ir al baño a quitarme el delineador corrido por las lágrimas. El espejo refleja una Vanina demacrada y con el cabello despeinado, parezco un fantasma aterrador o una loca que escapó del manicomio, cualquiera de las dos son igual de válidas. Esta no es la imagen de un monstruo despiadado que vive a oscuras acompañado de la fría soledad... Entonces, ¿qué soy?