—No entiendo ¿Por qué quieres ir este fin de semana con tus padres? Ellos ni siquiera estarán contigo- continúo empacando mientras Savannah sigue intentando convencerme de no ir.
—Solo quiero salir del instituto unos días Savannah.
—No mientas, se cuándo mientes.
—Te contare cuando vuelva ¿De acuerdo?
—Me estás abandonando.
—Claro que no, prometo que estaré llamando y te molestare como si fuera una mosca.
—Bien... pero tendrás que venir a la fiesta que organizara Jess para la próxima semana.
—¿Cómo se le ocurre hacer una fiesta una semana antes de los exámenes finales?
—Según ella para pasarla bien antes de ahogarnos en depresión.
Savannah me acompañó hasta la salida y nos dimos nuestro abrazo de despedida. Cuando me separo de ella veo que a sus espaldas se encuentran ellos. Los ojos de Tyler encuentran los míos y una expresión de confusión se dibuja en su rostro al notar la mochila colgando en mi hombro. Me obligo a voltear la vista y mirar de nuevo a Savannah forzando una sonrisa. Tengo muchos sentimientos encontrados y necesito soledad y aire puro.
—Llámame cada vez que puedas — rio ante su orden.
—A sus órdenes majestad — le hago una reverencia y luego le deposito un pequeño beso en su mejilla y me encamino a mi auto. Antes de entrar doy una pequeña mirada hacia él, pero me arrepiento al ver preocupación en sus ojos tomo un suspiro y entro al auto.
Necesito tiempo para despejar mi mente.
SAVANNAH
Justin acomoda su brazo sobre mis hombros y yo gustosa me acomodó cerca de él. Ha pasado mucho tiempo desde que no teníamos una cita nosotros dos solos y al poder estar a solas con el me alegra.
Estaba a punto de establecer una conversación con el cuándo el timbre de su celular comienza a sonar. El revisar la pantalla de su celular y sin poder ver quien era él lo vuelve a guardar en su bolsillo.
—Me tengo que ir — avisa él.
—¿A dónde?
— Practica de basquetbol.
—Está bien, adiós.
—Adiós nena — el deposita un beso en mi mejilla antes de irse.
Ya que tengo tiempo libre decidí leerme un libro y beber un licuado en la cafetería.
Estaba tan adentrada a la historia que se me había olvidado todo el mundo alrededor. Me encontraba en una parte de suspenso y casi dejo caer el libro cuando de repente siento unas manos sujetarme de la cadera.
Estaba a punto de gritarle a la persona, pero cuando encuentro esos ojos azulados de repente quedo muda.
—Perdón si te asuste — sigo mirándolo sin decir nada, pero cuando se sienta a mi lado reaccionó.
—¿Qué haces aquí Dylan? — pregunto y de repente siento que fui algo grosera como si no quisiera estar cerca de él.
—Iba pasando te vi y quise estar contigo un rato.
¡Mierda! Esas palabras derriten mi corazón
—¿Y qué paso con Nikki? ¿A dónde fue? — no puede evitar notar que se encontraba algo nervioso al preguntar.
—¿Por qué quieres saber? — pregunto.
—Curiosidad.
—¿Te gusta?
—¡No!
—¿Entonces? — el suspira frustrado.
—Un amigo pregunta por ella.
Dylan no tiene muchos amigos aquí y no creo que Adam pregunte o piense siquiera en ella.
—¿Ese amigo es Tyler?
—Información clasificada
—Oh por favor.
—No Savannah — veo que revisa la hora en su celular como si tuviera prisa. Entonces solo se acercó a mí para saber en dónde fue Nikki, eso me hace sentir usada.
—Bien si solo venias para eso es mejor que te vayas — digo sin ocultar mi irritación.
—No digas eso.
No quiero estar cerca de el en este momento asique tomo mis cosas y me largo.
Busco mi teléfono y le marco a Justin, pero al parecer lo tiene apagado. Me encamino hacia el cancho, pero todo se encuentra apagado.
Talvez ya acabaron y se está duchando.
Cada paso que doy acercándome a las recaderas un sentimiento de amarguras comienza a apoderarse de mí. Siento un sabor amargo en mi lengua por una razón y mis manos comienza a sudar.
Comienzo escuchar unos golpes y paro de repente y en eso escucho un grito que parece ser de alguna chica, pero no era exactamente un grito, era un gemido.
Minutos pasan y yo sigo ahí parada cuando la puerta se abre y veo a Katherine con su pelo desordenado y detrás de ella... mi novio.