TYLER
Esto será rápido.
Dylan me ayuda a levantar las tablas del suelo para luego sacar las dos maletas negras llenas de armas, dos teléfonos y una computadora extra.
Ambos ya nos encontramos vestidos de negro. Tomó una maleta y Dylan la otra y a pasos sigilosos y precisos salimos del instituto al auto. Abro la cajuela y meto la maleta, volteo a ver a Dylan quien mira a sus espaldas perdidos en sus pensamientos.
—¡Dylan! — lo llamo.
El me voltea a ver y por el brillo triste de su mirada sé que es por ella.
—Ella estará bien — le digo.
—Si, pero no puedo dejarla, está herida y sola — en su voz es más que evidente su preocupación.
—Volveremos tan pronto acabemos que nuestro tío y recuperemos a Nikki, ahora mete la maleta.
—¿Recuperar a Nikki?
Ambos volteamos hacia donde se encuentra Savannah quien se encuentra con pijama manga larga, pero con los brazos cruzados por el frío que hace, su rostro aún se ve muy cansado y las ojeras marcadas debajo de sus ojos.
Dylan me voltea a ver preguntándome con la mirada como si dijera "¿Y ahora que decimos?".
La miró por un segundo me pregunto qué tan fuerte me pegara Nikki por llevarla con nosotros.
Suspiro con cansancio y le señaló a Dylan que meta la mochila. Me acerco a Savannah quien con sus ojos cansados de no dormir y llorar me mira con muchas dudas.
—Escucha, esto es, complicado. Y no te lo puedo explicar aquí porque estamos perdiendo tiempo así que mientras vamos en camino Dylan te lo explicara.
Escucho a Dylan quejarse y cuando lo veo sé que no le gusta para nada.
Le sonrió y le tocó el hombro.
—Es tu chica hombre, es tu deber.
Le guiño el ojo a Savannah quien se sonroja y aprieta sus labios tratando de ocultar la sonrisa que se le forma. Al menos logré hacerla sonreír un poco y darle algo de color a su cara.
Cierro la cajuela y sacó las llaves del auto.
—Ahora metan sus culos al auto.
—Espera ¡¿Qué?! — pregunta ella mientras Dylan te abre la puerta trasera.
—Que entres dije — ordenó.
—¿Es enserio que me van a llevar a no sé dónde? Están locos.
—Bueno, si quieres saber quiénes somos en realidad y ayudarnos a recuperar a tu mejor amiga. Vas a entrar al auto.
Mis palabras despertaron curiosidad en ella. La veo debatir un poco.
—¿Prométanme que esto es enserio? ¿No me vas a secuestrar verdad?
—El único que quisiera secuestrarte es aquel chico de ojos azules ¡Sube al auto maldita será! — espeto cabreado, se nos está haciendo tarde.
Ella no puede evitar y deja que una sonrisa se dibuje en su rostro iluminando y con pasos dudosos entra al auto. Ella entra junto a Dylan en la parte trasera y mientras me subo al asiento conductor los veo por el espejo retrovisor y Dylan me mira con una mirada que me dice que probablemente me quiera matar después de esto; pero le sonrió con malicia, si quiere entenderse con ella debe pasar por esto primero.
Enciendo el auto y pisó el acelerador. Debemos llegar lo más rápido posible.
SAVANNAH
¿Espías?
¿El tío Mario?
¿La directora Petrova?
Es mucha información, demasiada información. Todavía no lo puedo digerir, las piezas se acoplan, pero no las entiendo.
¿Cómo rayos me enamore de un espía?
Pensé que mi vida antes ya era confusa.
—¿Savannah? — miro a Dylan quien me mira con paciencia buscando algo en mí, una respuesta o una reacción, pero no estoy segura de cómo hacerlo.
Desde el momento en que ellos entraron al instituto sabía que no debía meterme con ellos. Pero mierda eran muy intrigantes y no solo yo lo sentía, también Nikki.
Dios ¿Me pregunto qué hubiera pasado si jamás nos hubiéramos acercado a ellos?
—¿Savannah te encuentras bien?
Vuelvo a entrar a la realidad de estar atrapada en este auto con ellos. Tardó un segundo, pero contestó.
—Si... sí estoy bien — trago duro.
Esto me es muy duro de creer. Me deslizo al lado contrario de Dylan tratando de que no lo note, pero sé que lo hizo por la confusión y el miedo que tiene su mirada al verme.
Estoy tratando de no entrar en colapso. Me siento increíblemente engañada, confié en ellos y lo que es aún peor es que me enamoré de él, de un chico que me ha engañado por mucho tiempo.
—¿Porque estas así? — Dylan me ve con un profundo miedo en sus ojos.
—¿Así como?
—Estás rara ¿Hice algo mal?
—No — yo hice mal en confiar.
—Savannah — su voz se vuelve más pausada y cautelosa. Como si yo fuera una débil cría que tiene mucho miedo de él y es cierto, en este momento tengo mucho miedo y desconfianza de ellos.
—Se que lo que te dije puede ser información impactante para ti.
—Un poco — trago duro.
—Decidimos decírtelo ahora porque necesitas respuestas y necesitamos salvar a tu amiga.
Nikki. Me había olvidado de ella lo cual es raro porque solo en ellas he estado pensando todos los días.
—Se que va a ser duro — lo oigo continuar, pero por ella tienes que apoyarnos en esto.
No contestó, solo lo veo a sus azulados ojos que siguen alterando mis nervios al verlos y odio eso.
Miro para enfrente y por el espejo retrovisor veo el ceño fruncido de Tyler y algo me dice que está pensando en ella y tiene un debate en su cabeza.
—¿Me van a ayudar a salvarla? — armó el valor para hablar.
—Por supuesto — contestan los dos al unísono.
—Pero tiene que ser trabajo en equipo — me informa Tyler.
—Trabajo en equipo — susurro para mí misma.