Entre Balas

Hilo De Sangre

NIKKI

La camioneta sigue yendo a toda velocidad cuento hasta tres y comienzo la acción. Esto es un plan estúpido, pero no tengo otra alternativa.

1...

Tengo a un hombre a mi lado.

2...

Y el que conduce.

3.

Voy por el conductor.

Aun con las manos esposadas me lance hacia el conductor y tome el volante con mis manos tratando de moverlo a cualquier lado y que el fuera obligado a parar. El gorila a mi lado me toma uno por la cintura, pero me sujeto fuerte del timón. Con el codo golpeo justo en el ojo a el de mi izquierda liberándome de uno. Mi mirada ve por el espejo retrovisor y diviso otro auto que estoy segura no viene con ellos, pero viene muy cerca.

Los gorilas son más fuertes que yo y no logre soportarlo y solté el volante siendo jalado para atrás, pero al soltar repentinamente el timón el conductor gira de manera brusca para la izquierda provocando que el auto comenzara a rodar agitándonos bruscamente. Mi cuerpo recibió demasiados golpes, ya no recuerdo cuantos, pero uno en la parte trasera de mi cabeza fue como si mi cabeza explotara.

Hay un zumbido horrible que hace sangrar mis oídos. Parpadeo unas cuantas veces para ver bien y aun con un dolor en la cabeza, como si me estuvieran aplastando, trato de moverme, pero tengo un gorila encima.

—Mierda — me siento demasiado cansada. Mi cuerpo entero pesa como si estuviera hecho de rocas. La verdad no tengo fuerzas para intentar salir de esto, solo quiero cerrar los ojos.

El gorila encima mío gruñe y poco a poco se levanta y siento que el aire vuelve a entrar a mis pulmones. La puerta del auto se mueve de manera brusca hasta que es abierta. La luz solar está muy fuerte para mis ojos y apenas distingo una figura.

—Te sacare princesa.

Me toman de las muñecas y me arrastra mientras me quejo fuera del auto, y entonces veo.

—Tyler — susurro.

—Tenemos que irnos.

El me levanta y cuando intento parrarme en el suelo y agudo dolor escala por todo mi pierna derecha y chillo.

—¿Qué pasa? — pregunta el sosteniéndome de la cintura.

—Mi pierna — digo.

—Sostente, el auto va explotar y no te dejare aquí.

Hice caso y enrollé mis brazos alrededor de su cuello y el me sostuvo de las piernas. Oculte mi rostro es su hombro mientras el me llevaba en sus brazos y aproveche para inhalador ese aroma que me hacía mucha falta.

—¡Nikki! — la voz de Savannah llega a mis oídos y levanto mi rostro. Es ella, está bien y está aquí. 

Tyler con delicadeza me devuelve al suelo y logro abraza a mi mejor amiga.

—Me alegro que estés bien Nikki, pero debemos irnos — anuncia Dylan.

Cuando estoy a punto de contestar y explosión y una ola de calor nos aturde, el auto exploto junto a los gorilas de Mario adentro.

—Me duele la cabeza — informo sosteniendo mi frente.

—Dios, estas sangrando — escucho decir Savannah y segundos después Tyler se encuentra enfrente mío limpiando el hilo de sangre que salió de mi nariz con su pulgar.

—Tenemos que llevarte al hospital.

 



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En el texto hay: espias, amor, amor amistad

Editado: 09.07.2020

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